Las plagas que mantienen en alerta a la ganadería en Panamá

Actualizado
  • 27/02/2023 00:00
Creado
  • 27/02/2023 00:00
Gripe aviar, gusano barrenador del ganado, y rabia paralítica bovina están entre los virus y enfermedades que mantienen activadas las alarmas del país. La semana pasada se reportó un brote de casi 800 casos de gusano barrenador entre Darién y Panamá y un foco de gripe aviar en Veraguas
Ganaderos arrean reses a un camión en una finca en Panamá, un país libre en un 90% del gusano barrenador.

En los últimos años, las autoridades panameñas han confirmado la aparición de enfermedades que acechan el sector ganadero y representan una amenaza para la producción nacional, la economía y la seguridad alimentaria del país.

La gripe aviar, el gusano barrenador del ganado, la rabia paralítica bovina, y hasta fiebre porcina africana, están entre las enfermedades que hoy en día mantienen en alerta al sector agropecuario y han obligado a tomar acciones de control, erradicación y vigilancia. Y aunque no son las 10 plagas de Egipto relatadas por la Biblia, sí se trata de enfermedades y virus que se propagan rápidamente.

Gusano barrenador

Solo este 23 de febrero, la Comisión Panamá – Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG) confirmó un brote del gusano barrenador (GBG) en la provincia de Darién, en la región fronteriza con Colombia.

Según datos del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida), en menos de 21 días, -es decir, un ciclo completo de la mosca de gusano barrenador- se han detectado 749 casos del agente causante de la enfermedad parasitaria miasis cutánea. Una enfermedad de parasitosis causada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax (insecto díptero verde azulado) que afecta a los animales y a los seres humanos.

“Copeg informa que ha declarado brote de GBG en dicha provincia, siendo un punto vulnerable por su conexión con Suramérica, donde existe la plaga y la entrada ocasional de moscas del GBG con capacidad reproductiva”, informó el Mida en un comunicado.

También se han presentados 33 casos positivos de GBG en las comunidades de Pigandí, Catrigantí, Palmas Bellas, y en los distritos de Chepo y Chimán, provincia de Panamá, comunidades cercanas a Darién, vulnerable por la cercanía con Sudamérica. En Estados Unidos, México y América Central se ha acabado con el gusano barrenador del ganado, sin embargo, la enfermedad sigue presente en varias zonas de América del Sur y el Caribe.

De acuerdo con datos oficiales, Panamá es libre en un 90% del gusano barrenador del ganado, cuyo último caso oficial se reportó el 24 de marzo de 2004.

Panamá también es libre de la fiebre aftosa y la encefalopatía espongiforme bovina (mal de las “vacas locas”).

Gripe aviar

Otra de las enfermedades que mantiene en vilo al país es la gripe aviar (influenza aviar H5N1), que normalmente infecta solo a las aves (de corral y silvestres) y, con menos frecuencia, a los cerdos. Aunque en algunos casos ya se habla de contagios en humanos.

La influenza aviar es una enfermedad altamente contagiosa que rápidamente ido expandiéndose por el continente desde finales del 2022. Mundialmente se han reportado unos 4.946 brotes de gripe aviar y más de 252 millones de aves afectadas entre octubre de 2021 y el 16 de febrero de 2023.

La Organización Mundial de Salud Animal ( OMSA) reporta la expansión de la enfermedad de la gripe aviar solo en 11 países del continente. Sin embargo, los reportes de la prensa internacional dan cuenta de contagios de aves y otras especies en unos 17 países, cuyo riesgo de difusión ha sido favorecido por la migración de las aves de norte a sur y de sur a norte. Argentina, Uruguay, Chile,Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, Panamá, Venezuela, Bolivia, Costa Rica, México, Honduras, El Salvador, Cuba, Estados Unidos y Canadá. Chile y Perú juntos registran más de 70 mil muertes de aves y los primeros casos de traspaso del virus a lobos marinos.

En una publicación del pasado 1 de febrero, la OMSA, también confirmó que por primera vez desde 2002, se han notificado 75 brotes de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) en nueve países de Centroamérica y Suramérica.

“Estos brotes ya han ocasionado la pérdida de cerca de 1.2 millón de aves de corral. La enfermedad constituye una amenaza mundial para la sanidad animal, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia”, advirtió el organismo.

El primer caso en Panamá se reportó a finales de diciembre pasado, en un pelícano localizado en las islas Saboga y Taboga; mientras que un segundo caso se dio a inicios de este 2023 en un ave silvestre localizada cerca del puerto de Vacamonte, en Panamá Oeste.

Y el pasado 10 de febrero, las autoridades del Mida sacrificaron unas 1.500 aves, como medida de precaución, tras detectarse un foco de influenza aviar en al menos tres comunidades de la provincia de Veraguas, en la vertiente del Caribe.

Desde la detección del primer caso de gripe aviar en territorio panameño, la Dirección Nacional de Salud Animal declaró una alerta sanitaria por 90 días (resolución N°. ADM-DSA-028- 2022). La medida será temporal hasta que el estatus zoosanitario de los países afectados sea reestablecido por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).

A la luz de estos eventos, la OMSA hace un llamado a los países de la región para que coordinen e intensifiquen sus esfuerzos de vigilancia y prevención. “Es crítico que los miembros notifiquen oportunamente a la Organización Mundial de Sanidad Animal los brotes de manera que se garantice un seguimiento adecuado de la evolución y propagación de esta enfermedad animal transfronteriza”, dijo el regional de la OMSA para las Américas, Luis Barcos.

El virus de la influenza aviar es uno de los más mortíferos y su progagación genera, además, un impacto económico. Las aves de corral se erizan, ponen huevos sin cáscara y mueren en menos de 48 horas. El impacto que causa la gripe aviar “es grande, porque ataca las aves de granja o de corral para la producción, afectando la economía y alimentación de la población”, dijo el profesor de Salud Pública de la Universidad Los Andes de Colombia, Jorge Luis Hernández, en una publicación de DW.

Rabia paralítica bovina

La enfermedad de la rabia paralítica bovina es causada por los murciélagos hematófagos, cuya peligrosidad radica en que es una zoonosis que se transmite al humano cuando el murciélago también chupa sangre de las personas.

El número de casos de rabia bovina se ha incrementado en el país desde el año 2019. Actualmente la enfermedad está presente en las provincias de Coclé, Veraguas, Panamá Este y Panamá Oeste.

En los últimos meses, solo en Panamá Oeste se han detectado nueve casos de animales infectados de rabia paralítica bovina, lo que mantiene a las autoridades con las alarmas encendidas.

La captura de murciélagos hematófagos y la vacunación están entre las recomendaciones que planteó la directora de Salud Animal, Cecilia de Escobar, para combatir la enfermedad.

Peste porcina africana

Las autoridades panameñas también se han mantenido en alerta por la peste porcina africana (PPA) , luego de que a finales de julio de 2022, el Laboratorio de Diagnóstico de Enfermedades de Animales Extranjeros del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en inglés) confirmara su presencia en República Dominicana; así como también otros casos en Haití, tras haber estado confinada en Asia y parte de Europa.

La aparición de la enfermedad en estos países “conlleva una situación delicada por la gran cantidad de vuelos de este país hacia Panamá y la gran población de emigrantes, lo que nos obliga como ente responsable a relanzar una alerta rápida”, expresó el ministro del Mida, Augusto Valderrama.

Panamá estableció una alerta zoosanitaria con medidas inmediatas para evitar la introducción de esta devastadora enfermedad que podría afectar la producción porcina del país, entre ellas, la prohibición de importación de material genético porcino así como de cualquier producto o subproducto derivado de cerdo de países afectados por la PPA. Además se conformó un Comité de Emergencia integrado por representantes del Gobierno y de organismos internacionales. “El riesgo está muy cerca y hay que tomar las medidas necesarias con un plan de contingencia”, añadió en su momento el director de Salud Animal, Concepción Santos Sanjur.

Desde hace más de medio siglo (55 años), Panamá se ha mantenido libre de peste porcina clásica, dado que el último brote se registró en el año 1961 y desde entonces prevalecen los controles sanitarios correspondientes por parte del Mida.

Panamá además cuenta con la capacidad de hacer el diagnóstico en laboratorio ante cualquier sospecha de sintomatología similar a la PPA.

La peste porcina africana es una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa que afecta a cerdos domésticos y silvestres, ocasionando graves pérdidas económicas y productivas. Es causada por un virus ADN de la familia Asfarviridae, que también infecta a las garrapatas del género Ornithodoros.

Las enfermedades mencionadas son solo algunas de las plagas y enfermedades que amenazan la producción nacional. Mientras tanto las autoridades del Mida, Minsa, Salud Animal y otros organismos de apoyo se mantienen a la expectativa de la aparición de nuevos brotes con acciones estratégicas de vigilancia zoosanitarias y rastreos epidemiológicos para detectar las enfermedades; así como también con medidas de prevención y de bioseguridad.

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