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- 01/12/2021 00:00
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Un proyecto que une a todos los actores de la cadena de valor hortícola en tres países de Centroamérica está promoviendo el cultivo de vegetales saludables, que los productores tengan acceso a mercados exigentes, así como mayores ingresos, según afirmaron este martes los promotores de esa iniciativa.
El proyecto “Innovamos”, implementado en Guatemala, Honduras y Nicaragua por la organización internacional Rikolto, ha desarrollado espacios de vinculación hortícola que han contribuido al incremento de los ingresos de las familias productoras, un año después de que la pandemia de la covid-19 afectara las economías centroamericanas.
Esa iniciativa se plantea conectar “a todos los actores interesados en generar soluciones para el sector hortícola de Honduras, Guatemala y Nicaragua en una misma mesa”, explicó el coordinador de Rikolto, Guillermo Gutiérrez.
En cada país, de manera colaborativa, organizaciones socias y aliadas del proyecto han seleccionado una agenda o temas a desarrollar durante 2021 y 2022, indicó.
En el caso de Nicaragua, los actores decidieron trabajar el tema del control biológico de plagas en hortalizas desde junio pasado, lo que ha permitido cultivar vegetales saludables.
Los protagonistas en Nicaragua son la Unión de Cooperativas Hortícolas del Norte, que une a seis cooperativas que representan el 60% de la producción hortícola en el país; la Universidad Centroamericana (UCA), la oenegé La Cuculmeca, y otras empresas y aliados.
El vicepresidente de la cooperativa nicaragüense Tomatoya Nuevos, Norvin Centeno, dijo que han logrado fortalecer sus conocimientos en el desarrollo de nuevas tecnologías, “sobre todo en el uso de controladores biológicos”.
“Existe una tendencia mundial que hala para el consumo de alimentos sanos sin uso de químicos, que no solo dañan el ecosistema de los cultivos, sino también la salud de los consumidores finales”, subrayó.
Aseguró que la meta que tienen las cooperativas, que cultivan el 60% de la producción hortícola en Nicaragua, es convertirse “en una organización que produzca alimentos sanos y con inocuidad”.
A ese proyecto en Nicaragua se ha sumado la empresa Agronica, una compañía de comercialización de productos de nutrición integral para cultivos nicaragüenses y La Cuculmeca, una organización dedicada al desarrollo humano y medio ambiente.
En Honduras, la Universidad Zamorano y el Consorcio Agrocomercial de Honduras realizarán validaciones e investigaciones que contribuirán a mitigar la incidencia de plagas –como la babosa y caracoles– en hortalizas como la lechuga, coliflor y brócoli, “lo que les permitirá a los pequeños productores tener mejor acceso a mercados exigentes de calidad e inocuidad”, destacó el coordinador de Rikolto.
En tanto, en Guatemala se realizará en diciembre el lanzamiento del espacio de vinculación interinstitucional (EVI), en el que participarán la Asociación para el Desarrollo Integral y Sostenible de la Agricultura, y la Universidad del Valle de Guatemala, y tendrá como eje el microbioma y calidad del suelo en sitios bajo producción de arvejas y ejote francés.
“Buscamos la institucionalidad del espacio y que conecte a las asociaciones productoras con la academia, la empresa privada y otras organizaciones interesadas en el tema”, apuntó Gutiérrez, para quien “la investigación es importante para mejorar la calidad del sector hortícola”.
En su opinión, “si todos los actores de la cadena se unen, se generan alternativas innovadoras que tendrán un soporte académico y técnico” y permitirá “impulsar la cadena de valor hortícola para cosechar vegetales más saludables”.
Esa iniciativa, que estaba prevista a comenzar en 2020 y se pospuso debido a la pandemia de la covid-19, cuenta con el auspicio de la provincia de Flandes Occidental de Bélgica, y del centro agrícola belga Inagro como aliado de investigación.