Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 28/07/2013 02:00
- 28/07/2013 02:00
Hoy puede ser un día histórico para el fútbol panameño. Hace ocho años, la selección mayor de este deporte se encontraba en una situación muy similar a la que esta tarde buscará la Copa Oro ante Estados Unidos.
Es un encuentro con sabor a desquite, en dos vías: en el año 2005, los estadounidenses nos ganaron la copa vía penales, después de empatar 0-0 en 120 minutos.
Seis años después, tras ganar 1-0 en la fase de grupos, Panamá perdió 1-0 en semifinales de la Copa Oro ante los estadounidenses.
Y en la hexagonal de este año, nos vencieron 2-0. No significa partenidad de los gringos hacia nuestro equipo, de ninguna manera lo pienso.
Lo que significa es que en los últimos ocho años se han dado evoluciones en ambos cuadros, principalmente en el nuestro. En la final de 2005, Jorge Dely Valdés era jugador a las órdenes del colombiano José ‘Cheché’ Hernández; también estuvieron Jaime Penedo y Gabriel Torres.
Hoy, Jorge asiste a su hermano gemelo Julio César en el banquillo panameño; Penedo y Gómez representan ahora la experiencia y seguridad para el onceno nacional.
Del lado estadounidense, solo Landon Donovan y DeMarcus Beasley jugaron aquel partido.
‘Recordar es vivir...’ Como diría mi amigo y colega ‘Pete’ Romero. La diferencia es que hoy, Panamá no es el equipo de hace lustro y medio. Y Estados Unidos muestra respeto.
Dos victorias sobre México, un paso inmaculado hasta la final, confirman que este equipo ha encontrado finalmente los ejes precisos para moverse a un ritmo acompasado.
No dudo que Estados Unidos presenta una máquina muy bien aceitada; mas una diferencia surge para el encuentro de hoy: Panamá juega como equipo y se siente un equipo.
Yo no soy técnico de fútbol, pero entiendo por mi relación con otros deportes de conjunto, como el baloncesto, que todos los jugadores son importantes en un equipo. Por eso, es un equipo, porque no dependen de un solo jugador para hacer las cosas bien.
Panamá es un equipo, y juega como tal. Sabe pararse sobre el terreno de juegos, es ordenado, combina juventud y experiencia. Y lo más importante, mucho más allá de las cuestiones de táctica: ¡están unidos, como una familia!
Julio Dely Valdés prometió llegar lo más lejos que pudiera con este equipo en la Copa Oro, y podría entregarnos hoy el mayor triunfo del fútbol panameño en su historia. Llegó lejos, muy lejos.
Necesito, sin embargo, expresar algo que ha rondado mi pensamiento desde que el proceso para llevar al equipo nacional a la ronda final de la Copa del Mundo del próximo año en Brasil.
Conformarse con lo que suceda hoy, sea ganar la copa o no, nos remontaría al 2005, donde no pudimos rebasar la hexagonal rumbo al Mundial del 2006 en Alemania.
¡Para mí, está prohibido ser conformes con el resultado del partido ante Estados Unidos hoy, ya sea que ganemos o no la Copa Oro!
Hay un supra objetivo para que el que solo tenemos cuatro partidos y doce puntos en juego, a partir del 6 de septiembre próximo.
Creo que hoy Panamá hará historia. Tenemos con qué hacerlo. Y tengo confianza. Será una tarde de domingo dorada, inolvidable, extraordinaria... y la voy a celebrar, por todo lo alto... ¡Arriba, Panamá!
PERIODISTA
PUNTO DE VISTA