Juegos Panamericanos: un ‘oasis' para el sentir peruano

Actualizado
  • 01/08/2019 02:00
Creado
  • 01/08/2019 02:00
Más allá de los aparatos y las señales, la cortesía de los peruanos es un punto que debe ser destacado. La sonrisa y el buen trato para los visitantes son acciones indelebles

Si alguien solicitara las palabras que resumen a los Juegos Panamericanos que se desarrollan durante estos días en Lima, Perú, no hay duda de que existe un consenso sobre estos vocablos: orden, cortesía y cooperación.

En verdad, los peruanos se lucen por doquier en todo lo relacionado con el más descollante torneo deportivo que se escenifica en el continente americano.

Por ejemplo, los periodistas viven a cuerpo de rey en todas y cada una de las instalaciones atléticas dispersas a lo largo y ancho de la capital peruana, ubicada en las cercanías del océano Pacífico y con más de diez millones de habitantes, que representa a un tercio de toda la población del país inca.

El principal Centro de Prensa, localizado en las instalaciones (muy cómodas, por cierto) del Lima Convention Center, cuenta con tecnología de punta para otorgar las acreditaciones oficiales, un documento que pasa por varios filtros de seguridad antes de ser entregado a los solicitantes.

Un periodista latinoamericano, quien ha cubierto seis Juegos Panamericanos en un lapso de cinco lustros, comentó que la seguridad es el aspecto que más se destaca en estas competencias continentales. ‘Seamos honestos: donde acuden los atletas de Estados Unidos de América, la seguridad ocupa el punto número uno de la agenda. Lo demás es secundario y circunstancial', precisó la fuente.

Llama poderosamente la atención que, en la presente jornada de los juegos, no se aprecien computadoras para disponibilidad de los representantes de los medios de comunicación social, que era una práctica notoria en años no lejanos. Ni en el principal Centro de Prensa ni en los otros despachos de menor envergadura, ubicados en los diversos coliseos para la atención de los corresponsales, es perceptible un ordenador fijo, que algunos llaman desktop , de manera anglófona.

Por lo anterior, es notorio que los periodistas porten sus propias laptops o notebooks para remitir los despachos noticiosos, fotografías e imágenes. Pocos usan las tablets , ya que estas no cuentan con teclado directo incorporado.

Dado que la tecnología llegó para quedarse, sobre todo en esta época de la digitalización, las conexiones Wi-Fi y los servicios de Internet están disponibles y con velocidades más que respetables. Amplias y cómodas mesas son abastecidas con regletas para suministrar energía eléctrica y cables con conexión directa a Internet, para aquellos que todavía no confían en la comunicación inalámbrica. De esto da fe el coliseo Eduardo Dibós, donde se escenifican los partidos de baloncesto.

Sin embargo, más allá de los aparatos y las señales, la cortesía de los peruanos es un punto que debe ser destacado. La sonrisa y el buen trato para los visitantes (periodistas o no) son acciones indelebles no solo por parte de aquellos que colaboran con la organización de los Juegos, sino con los ciudadanos limeños que no disimulan su orgullo por ser sede de la principal cita deportiva en América.

Cuando un atleta, técnico o periodista pregunta por una dirección física, por ejemplo, no es de extrañar que algún peruano se tome el trabajo de acompañar al solicitante hasta el punto requerido. ‘Es la actitud natural del genuino habitante andino', observó un delegado que se encarga de coordinar la impresionante flota de autobuses destinada a movilizar a los atletas.

De vuelta a los temas mediáticos, los reporteros son conscientes de que el Lima Convention Center funciona como un hub para ellos. Aparte del Centro de Prensa, existe una calle contigua con toda una logística para que los corresponsales puedan transportarse a las diferentes instalaciones.

Las autoridades locales han facilitado varios carriles en las diversas avenidas para uso exclusivo de los vehículos oficiales de los Juegos, que ha sido tomado como una bendición en esta ya reconocida megalópolis sudamericana con una abundancia de vehículos, a tal punto de que los líderes municipales ya empiezan a analizar la posible implantación del ‘pico y placa', es decir, que los carros solamente circulen en días nones y pares, de acuerdo con el último número de cada matrícula, con el objetivo de frenar el constante crecimiento del parque automotor.

El Perú, que actualmente vive un agitado clima político (en particular por el enfrentamiento entre el presidente Martín Vizcarra y el Congreso unicameral de la república), se ha enfocado ahora en disfrutar de las competencias panamericanas, aunque solamente sea por un par de semanas. ‘Es, ni más ni menos, un oasis que nos ha caído desde el cielo', comentó un vendedor ambulante de choclos (mazorcas).

El autor es periodista y profesor universitario, se encuentra en la capital peruana para escribir sobre diversos aspectos sociales, culturales, económicos y políticos durante el desarrollo de los XVIII Juegos Panamericanos.

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