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¿El deporte panameño mejoraría con un ministerio?
- 04/09/2023 00:00
- 04/09/2023 00:00
“Panamá necesita un ministerio del Deporte”, es casi el clamor generalizado de quienes creen que, con ello, se aplacarían los males, que tienen sumida a la actividad deportiva en la mediocridad.
Es posible que una disciplina o un atleta en particular haya tenido una brillante actuación en algún momento, pero en términos generales y, como lo demuestran los resultados en juegos regionales, nos falta mucho por hacer para cambiar.
Las meritorias actuaciones que han tenido Atheyna Bylon y Gianna Woodruf en los dos últimos años, por ejemplo, en nada ocultan las mediocres actuaciones de sus respectivos deportes en el mismo periodo.
Algunos piensan que esta situación se borraría de un tajo, con un cambio en la denominación de la entidad deportiva y en vez de un Instituto, se cuente con un ministerio.
Se habla de un mayor presupuesto, autonomía en la toma de decisiones y un mayor apoyo para los atletas, entre otros aspectos, de contarse con una figura de mayor jerarquía.
A partir del gobierno de Martín Torrijos y de los dos subsiguientes, se coqueteó con la idea de elevar el rango de la institución, pero como aconteció con otras promesas, todo quedó en simple murmullos de pasillos.
El asunto volvió al tapete al presentarse un anteproyecto, en el cual se introducen nuevas figuras asociativas y se mantienen otras de la actual reglamentación, que son parte del problema por ineficientes y obsoletas.
Pero, más allá de esto, ¿Realmente es necesario un monstruo burocrático para enderezar el deporte?
El profesor Pedro Aguilar, con una maestría en gestión deportiva, señaló que, si bien Pandeportes está bajo el paraguas del ministerio de Educación, siempre ha ejercido autonomía en el manejo de su destino.
En esa dirección, llamó la atención sobre lo adecuado o no de crear un ministerio, porque en su opinión, “hay que darle a la educación física y al deporte escolar su valor agregado, como reserva del deporte”.
“En lenguaje propio de gestión deportiva 'la tipología del deporte más importante para el Estado”, abundó.
Afirmó que los países que han dado “un salto cualitativo” en su rendimiento deportivo, lo han hecho porque han descansado en la masividad que encuentran en las escuelas y tomó como ejemplo a Jamaica.
“Con un PIB inferior al de Panamá, menos habitantes y casi ocho veces menos superficie territorial, tiene garantizado un relevo generacional en el atletismo (…) y su fórmula no es secreta”, apuntó.
“Un ministerio de deportes sin valorar el pasado, presente y futuro de la educación física y del deporte escolar, es causa perdida. Es burocratizar la administración pública y a su vez hacer del ministerio una institución inservible, costosa y sin resultados”, abundó.
Entre tanto, el periodista Pablo Bustamante señaló que de nada valdría un cambio, si la mentalidad de los dirigentes deportivos y de los gobiernos es la misma, al utilizarse la institución como botín político.
“La actividad deportiva no cambia ni siquiera elevando a un ministerio, si no cambias la mentalidad de algunos dirigentes y la figuras que están a cargo de la institución”, indicó.
“Los gobiernos deben saber, de una vez por todas, que en el deporte no cabe un puesto político. No se puede designar a un director o ministro, ya sea institución o ministerio, si se hace por un tema político”, recalcó.
Sostuvo que la figura de un ministerio convendría por el tema de la autonomía y el aporte económico (presupuesto), pero el deporte seguiría idéntico, si se mantiene la mentalidad de 'botín político'.
El también periodista Rodolfo Newland señala que, en su opinión, sí hace falta un ministerio del Deporte, pero coincide con Bustamante en que en nada ayudaría, si el que estuviera al frente fuera por razones políticas y no por su capacidad en la materia.
“Un ministerio le daría independencia a la institución y no dependería de otra para desarrollar sus objetivos, pero si no se pone a la persona adecuada y se nombra políticamente, sin visión, interés o preparación, vamos a estar peor que hasta ahora”, destacó.
Insistió que la costumbre ha sido la de nombrar a personas sin preparación que, al final, no han dejado ningún legado ni estructura alguna, que justifique el porqué de la creación de la institución.
“Los directores cumplen de una manera general, apoyando a las organizaciones y construyendo una que otra instalación, pero sin un norte definido, lo que ha dejado al deporte panameño a la deriva”, inquirió.
Por su parte, el profesor Miguel Prado dijo estar de acuerdo con la figura de un ministerio, porque a sus autoridades se les permitiría participar en los debates sobre políticas públicas y tendrían injerencias en su presupuesto.
“Esa es una diferencia que sí puede ayudar al deporte. En los países donde se ha desarrollado la actividad deportiva existe un ministerio, porque ayuda a que se establezcan políticas deportivas independientes y manejadas con mayor certeza”, explicó.
Señaló que, a diferencia de ministerios grandes, donde casi el 80% del presupuesto va dirigido a gastos operativos, en uno del deporte debiera estar mayormente en inversión, infraestructuras y desarrollo deportivo.
“Valdría la pena hacer el ensayo porque a mi juicio, en la práctica, un Instituto de Deportes en Panamá no ha resultado en apoyo a los atletas e instituciones deportivas”, expresó.