Opinión de agenda

A estas alturas del día ya tendremos el resultado que habrá arrojado el encuentro de México ante Panamá, desafortunadamente la redacción de esta semana no estará ligada a dicho encuentro, sino más bien a varios hechos deportivos que merecen nuestra atención.

El primero de ellos tiene que ver con la justa olímpica que se desarrollará el próximo año en suelo nipón, por lo que en mayor medida las noticias sobre el evento irán aumentando. Es por eso que cuando escuché el primer tema de éste texto, no dudé en incorporarlo como el principal.

Y es que Roger Federer soltó hace unas horas la frase que muchos esperaban: “Mi corazón decidió volver a disputar los Juegos”. Si lo piensan tiene mucha lógica pues, en la actualidad, el oro individual es lo único que le hace falta a Roger para completar su carrera de laureles.

Sin embargo, hay gente que también ha fijado su postura al decir que Federer llegará tarde a un certamen que le exigirá más de lo que puede dar, que la edad y las lesiones que arrastra le impedirán competir al mismo nivel de sus colegas, en una circunstancia de mayor presión para él.

De manera muy honesta, el suizo no se cansa de demostrar la capacidad que aún conserva, las habilidades y el talento que lo han acercado a la nube de la perfección. Sería un goce desperdiciado para los espectadores del tenis, y una satisfacción fracturada para Roger, si su presencia se eclipsara. Es casi dueño del tiempo pues sabe anticipar, pausar y corregir cada paso en su carrera, razón que ya lo ha colocado en el viejo roble de leyendas.

Por otro lado, la fecha para que la Fórmula 1 aterrice nuevamente en tierras aztecas se acerca, y no lo comento por escribirles desde acá, sino porque la carrera cobra importancia a tan solo pocas fechas de que concluya la temporada automovilística.

Resulta que Lewis Hamilton podría llevarse el campeonato de la F1 al finalizar el circuito mexicano, aunque eso sí, requiere de una combinación de resultados en la pista, sobre todo del que consiga su compañero de equipo Valtteri Bottas, quien es el que le pisa los talones en la clasificación de conductores.

Sin duda una increíble hazaña que lo dejaría coronado a falta de correr los Premios de Estados Unidos, Brasil y Abu Dhabi. Y por si no fuera poco, en caso de que se convirtiera en hexacampeón del deporte motor, quedaría a tan solo un título de igualar los trofeos alzados por el eterno Michael Schumacher. Ahora falta ver si se cumple la predicción o no.

Y bien, ya para finalizar, con una enormidad deportiva que ha desarrollado en los últimos años, quisiera entintar éste espacio con lo obtenido por Simone Biles, quien a sus 22 años de edad se convirtió en la gimnasta que más medallas ha ganado en la historia de ese deporte.

Ningún hombre y ninguna mujer suman las preseas que la joven norteamericana se ha colgado en el cuello en los Campeonatos Mundiales, situación que no ha sido dimensionada con la importancia que merece pues el hecho, por sí solo, se vuelve fascinante y lleno de orgullo, como si las pupilas se quitaran el velo ante una destreza extraordinaria.

Es así como los detalles informativos, que suelen pasar desapercibidos en la rutina, adquieren el reconocimiento debido con la mejor de las intenciones: darle variedad y color al entorno dictado por el balompié, un momento de justicia escrita en esta opinión de agenda.