Lima y Asunción, las ciudades en carrera para los Panamericanos de 2027

Actualizado
  • 19/02/2024 13:21
Creado
  • 19/02/2024 13:21
Las autoridades incas destacan que, gracias a los nuevos coliseos y a la remodelación de otros, Perú pudo mantener el nivel competitivo que mostró en los Panamericanos

La realización de unos juegos deportivos regionales, por más pequeños que sean, tienen un efecto positivo en la ciudad o el país que los lleve a cabo, siempre y cuando se hagan cumpliendo con los parámetros adecuados para ello.

Es cierto que, en materia deportiva, la celebración de una competición de tan alto nivel, como podrían ser en nuestra región los Centroamericanos, Bolivarianos, Centroamericanos y del Caribe y Panamericanos, tienen frutos casi que inmediatos en el deporte local.

Aunado a ello, toda la maquinaria que se mueve colateralmente e impacta en la estructura física de la ciudad, constituye un derrame económico formidable.

En principio, es necesaria una inversión en vías, instalaciones nuevas o reacondicionadas y la posible construcción de edificios para una futura villa, pero todo se devuelve con creces.

La ciudad de Lima, por ejemplo, que fue sede de los Panamericanos de 2019, tuvo una extraordinaria inyección económica durante los juegos, además de que el deporte se favoreció con toda la infraestructura que se construyó para albergarlos.

Según la Cámara Peruana de Turismo, llegaron a Lima unos 50.000 turistas y se movilizaron 100 mil visitantes de otras regiones del país, lo que se tradujo en unos 300 mil dólares en consumo.

También generaron dos mil puestos de trabajo en más de 300 micro y pequeñas empresas, que prestaron servicios durante los juegos, y entre preparativos y ejecución para la competencia, se generó un movimiento económico de 5.200 millones de dólares entre 2016 al 2019.

Además, el impacto mediático internacional se valoró en 1.086 millones de dólares, 933 en los Panamericanos y el resto en los Parapanamericanos.

Por ello, la noticia del despojo a Barranquilla de la sede de los Panamericanos de 2027 por parte de Panam Sports, fue un duro y rudo golpe a una de las más carismáticas ciudades del Caribe colombiano.

Aunado a lo que significa para la psiquis de un atleta, que unos juegos regionales de tal envergadura se dejen de realizar en su país.

Pero, es la realidad. Barranquilla quedó fuera por incumplimiento de sus dirigentes y ahora quedan Lima y Asunción, como las dos ciudades alternativas para realizar los juegos Panamericanos.

Se ha previsto para el 12 de marzo próximo una reunión virtual entre los miembros de la antes conocida Organización Deportiva Panamericana, para escoger entre estas dos ciudades suramericanas.

Decisiones erradas

Lo ocurrido en Colombia no es nada nuevo, es lo que sucede en la mayoría de los países latinoamericanos, guardando las distancias, en medio de un cambio de gobierno.

Los gobernantes de turno toman una serie de responsabilidades sin considerar, si las mismas, en este caso unos juegos regionales, forman parte de las inquietudes por cumplir del gobierno entrante.

Ahora, es al actual presidente, Gustavo Petro, y a su ministra del Deporte, Astrid Rodríguez, a quienes se les responsabiliza por la pérdida, al no desembolsar el dinero por los derechos de organización, como estaba previsto en el calendario de cumplimiento.

Petro endosó la total responsabilidad al expresidente Iván Duque, de quien dijo incumplió con la organización regional desde el 2021, cuando se les otorgó la sede de la competición continental.

Las pérdidas económicas en la ciudad colombiana se estiman en unos 640 millones de dólares, entre la generación de empleos frente a la construcción de infraestructuras, y el movimiento económico generado por los miles de visitantes, extranjeros y de otras regiones colombianas, que llegarían por razón de la competición, entre otros.

Los colombianos tuvieron una leve esperanza de mantener la sede de los juegos hasta principios de febrero, cuando la organización deportiva dio a conocer los nombres de las ciudades de Lima y Asunción, como las candidatas para albergar los juegos.

Ambas ciudades, junto a la colombiana Santa Marta, también estuvieron en carrera para asumir la sede de los juegos Panamericanos Junior de 2025, que al final se les concedió a Asunción.

Los juegos Panamericanos de 2027 deben albergar atletas de 41 países de la región.

Nuevas sedes, nuevos aportes

Lima tiene 9,6 millones de habitantes, en tanto que Asunción algo más de medio millón de personas.

Pero, ¿qué pueden aportar estas ciudades a los próximos juegos?

En el caso de Lima, una nueva experiencia, tras la realización de la competición en 2019 que, significó la mejor presentación del Perú en su historia deportiva panamericana, con once preseas de oro, siete de plata y veintiuna de bronce.

Según el diario peruano El Comercio, “al récord histórico de 11 preseas doradas se sumó que, por primera vez, miles abarrotaron estadios y sedes deportivas para ver disciplinas incluso desconocidas para algunos”. “No vamos a prometer construir cosas nuevas o tener infraestructuras listas para tal fecha. Lima no es una promesa, es una realidad y es la principal ventaja que tiene Lima respecto al resto de contendores presentes”, dijo el presidente del COP, Renzo Manyari.

Las autoridades incas destacan que, gracias a los nuevos coliseos y a la remodelación de otros, Perú pudo mantener el nivel competitivo que mostró en los Panamericanos recién cumplidos en Santiago, donde obtuvieron diez preseas de oro, entre otras tantas medallas, porque la gran mayoría se encuentran operativos.

Uno de los problemas por resolver sería el de las vías y el tráfico de la ciudad de Lima, que han crecido desde los juegos de 2019, por lo que, entre otros, es uno de los asuntos a tratar.

En el caso de Asunción, capital del Paraguay, tiene entre manos la realización de los Panamericanos de la Juventud, por lo que al igual que Lima contaría con la infraestructura necesaria para albergar una competencia de tan alto nivel.

Además, la capital paraguaya fue sede de los juegos Sudamericanos en 2022, por lo que ya cuentan con parte de la estructura física para albergar algunos deportes, oferta que se ampliará con la segunda edición de los Panamericanos juveniles.

Un detalle adicional, es que Paraguay está pensando competir por la sede de los juegos Olímpicos Juveniles de 2030, por lo que no sería exagerado decir que están a la ‘caza’ de eventos deportivos de primer orden.

Ambas ciudades tendrán la oportunidad en marzo próximo de presentar su oferta deportiva a los representantes panamericanos, quienes emitirán su voto a favor de uno o de otro.

Tal vez, Lima tenga la mayor oportunidad de ser designada, toda vez que Asunción asume el compromiso de los Panamericanos Juveniles, pero este asunto no es de conjeturas, sino de demostrar cuán comprometidos están para la realización de la más importante competencia continental.

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