La Canadá de Marsch reta y se postula ante México

Actualizado
  • 19/03/2025 00:00
Creado
  • 18/03/2025 18:28
Los canadienses inician el Final Four sin la presión de ser protagonistas como se les demanda a los mexicanos, y con la motivación de un técnico que conoce el entorno y ha dado resultados

Mañana en la noche, al finalizar el encuentro entre Estados Unidos y Panamá, cuando ya se conozca cuál de estos dos equipos es el primer finalista de la Liga de Naciones de la Concacaf, Canadá saldrá al campo del SoFi Stadium con la pretensión de ratificar frente a México el ascenso en el juego que ha mostrado desde que Jesse Marsch asumiera su dirección en mayo del 2024.

Eliminar a los mexicanos en un escenario hostil, al darse por descontado que estará colmado y volcado de incondicionales seguidores de la selección azteca -como suele suceder cada vez que juegan en territorio estadounidense-, reforzaría los créditos de la gestión de Marsch tras haber llevado a Canadá, el año pasado, al cuarto lugar de la Copa América, posicionándola con ello como la mejor representación de la Concacaf en el legendario torneo continental.

El entrenador estadounidense ha insuflado un renovado espíritu competitivo a los canadienses, aportándoles tácticas nuevas, incorporando nuevos talentos como Niko Sigur, Promise David, Daniel Jebbison, Jamie Knight-Lebel, y reforzando la confianza en quienes están considerados piezas esenciales del proyecto canadiense para la Copa Mundial 2026 (de la que son coanfitriones), entre ellos Alphonse Davies, Jonathan David, Stephen Eustaquio, Maxime Crepeau, Alistair Johnston, Jonathan Osorio, Moise Bombito, Tajon Buchanan, Cyle Larin, Jacob Shaffelburg y Kone.

La selección de la hoja de maple alcanzó su mejor nivel al clasificarse de primeros por la Cancacaf para la Copa Mundo Catar 2022, tras 36 años de no estar presente en un mundial. Una vez allí no pudieron superar la fase de grupo, perdiendo sus tres partidos; sin embargo, mantuvieron parte del impulso que traían bajo la dirección de John Herdman metiéndose posteriormente en la final de la Liga de Naciones 2022-23, en la que cayeron derrotados por Estados Unidos 2-0. Dando así pie a un declive en su nivel, que se hizo más notorio al quedar fuera del Final Four (semifinales) de la Liga de Naciones 2023-24, eliminados en cuartos de final por la Selección de Jamaica, golpe del cual se recompusieron con la actual dirección. Se impusieron en noviembre pasado a Surinam para estar presentes de nuevo este año en la última instancia.

Jesse Marsch terminó decantándose por asumir la dirección de Canadá al ver frustrados sus deseos y aspiraciones de convertirse en el entrenador de la selección estadounidense. Un puesto para el que se le consideraba tener méritos suficientes para encomendárselo, pero para el cual la U.S.Soccer decidió designar a Berhalter en un segundo periodo. Una espina que aún puede que le moleste en la garganta.

Marsch es un exjugador y un reputado entrenador que no solo consiguió títulos en la MLS, sino que igualmente es el único entrenador estadounidense en ganar una liga europea de primera división, al alcanzarla con el Red Bull Salzburgo de Austria, acumulando igualmente experiencias significativas con clubes en Alemania, Inglaterra y Canadá; también fungió como asistente de Bob Bradley cuando éste dirigió a la selección de los Estados Unidos.

Con menos de un año en la dirección de Canadá, asumió el cargo el 13 de mayo de 2024. Pareció entrar en camino pantanoso en el inicio de su mandato, al perder en junio clamorosamente en Europa 4-0 en un partido amistoso con Países Bajos, aunque días después se repuso para empatar 0-0 con Francia; un resultado que sería la antesala positiva para la destacada participación luego en la Copa América. Sumó además para Canadá tanto la presente Final Four de la Liga de Naciones como la clasificación a la Copa Oro 2025. Realizaría tres partidos amistosos más en el 2024 derrotando a Estados Unidos 2-0, a Panamá 2-1 y empatando con México 0-0.

Canadá asume este torneo sin bajas notorias por lesiones, llega al encuentro frente a la Selección de México, dirigida por Javier Aguirre, a plenitud desde el punto de vista físico, y se espera que haga de la velocidad, la potencia física y la intensidad en el despliegue, su argumento principal para quebrar la zona defensiva mexicana. Si doblegan a México mañana, los canadienses llegarían a la final de la Liga de Naciones el domingo, aspirando a sumar su primer trofeo desde el año 2000 cuando ganaron la Copa Oro venciendo en la final 2-0 a Colombia (país invitado al torneo).

De tener de rival en la final a la selección de Estados Unidos se prevería un posible choque verbal intenso en la previa del partido, debido a que Marsch no se ha mordido la lengua posicionándose públicamente contra su país de nacimiento en las aspiraciones de anexión del presidente Trump hacia Canadá.

El pasado 26 de febrero, el día de la presentación con la prensa del Final Four, con los entrenadores y representantes de los cuatro países que la disputarán, dijo en Los Ángeles que “Canadá es una nación fuerte e independiente, profundamente arraigada en la decencia”, y agregó: “Y es un lugar que valora la ética y el respeto, a diferencia del clima polarizado, irrespetuoso y, a menudo, alimentado por el odio que reina en Estados Unidos”.

Palabras que se recibieron con beneplácito en Canadá, ganándole más simpatías de las que gozaba, aunque podrían convertirse en leña seca para avivar un fuego cruzado si se concretara la hipotética definición del título Estados Unidos vs. Canadá, más allá de que hayan sido dichas por un estadounidense.

Mirando desde entonces el compromiso que asume a partir de mañana, dijo: “Sé que esto impulsará nuestro equipo, la mentalidad que tenemos. La voluntad que tenemos de jugar por nuestro país. El deseo que tenemos de ir por este torneo con todas nuestras fuerzas y de demostrar dentro y fuera de la cancha exactamente el carácter canadiense...”. Veremos si frente a México, una selección con menos rodaje del que Marsch le ha dado a Canadá por el reciente cambio de entrenador, logra calar el propósito motivacional, materializándolo en su juego y obteniendo un resultado favorable.

Independientemente de quién dé el paso adelante ganándose el cupo a la final de la Liga de Naciones, el resultado de este partido no debería alterar ni la gestión de Marsch al frente de Canadá, ni la de Aguirre como conductor de México, mirándolo en la perspectiva de que ambos países están clasificados al mundial de 2026 y en un año y tres meses tienen que asumirlo como su principal desafío. Aunque no por ello pierde significancia y transcendencia, el partido ambos lo quieren ganar.

Jesse Marsch llega con el factor a favor de tener menos presión nacional de parte de su afición, frente a Javier Aguirre a quien los mexicanos reclaman en su tercer mandato ganar no solo a Canadá, sino también obtener el título de la Liga Naciones, porque no lo han ganado nunca y porque les urge dejar sentado que han recuperado el trono de Gigante de la Concacaf, que años atrás ostentaron y hoy es una aspiración.

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