Kirsty Coventy y los retos que tendrá como presidenta del COI

Coventry, de 41 años, tomará el cargo por un primer periodo de ocho años, a partir del próximo 23 de junio

Kirsty Coventy, la zimbabuense escogida en la primera ronda como presidenta del Comité Olímpico Internacional (COI), tendrá grandes y difíciles retos que afrontar a partir de junio próximo.

Han pasado más de 120 años desde que las mujeres fueron admitidas en unos Juegos Olímpicos, y otros tanto para que el poderoso círculo cuasi machista del COI se decantara por una mujer para dirigir su destino.

Coventry, de 41 años, tomará el cargo por un primer periodo de ocho años, a partir del próximo 23 de junio, cuando el actual presidente, el alemán Thomas Bach, culmine su periodo.

“Esto no es solo un gran honor, sino un recordatorio de mi compromiso con cada uno de ustedes de que dirigiré esta organización con mucho orgullo, con los valores en el centro”, dijo tras su escogencia.

Será la primera mujer en asumir y la primera de origen africano, tras vencer en las urnas a Juan Antonio Samaranch, hijo, (28), Sebastian Coe (8), David Lappartient y Morinari Watanabe (4) y Johan Eliasch y el príncipe Feisal de Jordania (2).

La presidenta electa supervisará los juegos Olímpicos de Invierno de Milano Cortina 2026, que serán sus primeros juegos como presidenta, cuando quedan menos de 11 meses para su ceremonia de apertura.

Hay que decir que esta apertura visionaria llegó precisamente con Bach, quien trastocó los tradicionales parámetros del COI en sus doce años de mandato, trayendo cambios sustanciales en sus miembros, incluyendo una significativa cuota femenina.

De los 110 miembros actuales, 79 accedieron al COI en la última década, y 35 de ellos, casi la mitad, son mujeres, que ya suman 48 en total.

En realidad, Coventry no solamente tendrá que lidiar con los asuntos que dejará pendiente Bach, sino con esa cola que arrastra desde hace mucho tiempo como ministra de Deporte, Arte y Recreación de su país.

Para organizaciones como la Fundación de Derechos Humanos (HRF), ella es solo la cara ‘amable y bonita’ de un brutal régimen, donde es la figura principal en el acoso a atletas y en el reclutamiento de milicias juveniles.

Principales retos

La llegada de Thomas Bach a la dirigencia del COI en 2013, trajo significativos cambios en el manejo público de la organización y, de paso, deja unos pendientes bastante pesados para su predecesora.

Renovó sus propios cuadros tratando de acabar con los asomos de corrupción que los amenazaban, puso en cintura a algunas federaciones y sus amaños de resultados y poca gobernanza, pero principalmente le hizo frente al problema de dopaje, exhibida en sus propias competiciones.

Las primeras circunstancias llevaron a una agria disputa con la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), a la cual el COI suspendió y tomó su administración olímpica a partir de los juegos de Tokio, y en Los Ángeles 2028 será un nuevo organismo que se encargue de esos menesteres.

Después llegaron las suspensiones temporales de China y Rusia por el asunto de los dopajes a sus atletas, y luego la sanción permanente a los segundos, que se extendió en las federaciones internacionales.

Otro asunto que se asomó fue el de los atletas transgénero, un drama conocido por primera vez en los juegos de 2004, con un sinfín de denuncias a partir de ese momento y que tuvo su cénit veinte años después, por la agria disputa con la IBA por dos atletas en el boxeo femenino de los juegos de París.

Si bien la zimbabuense Coventy está determinada en resolver la ausencia de Rusia, como país, en las Olimpiadas, y darle un nuevo giro al asunto de los trangéneros, no era el único de los candidatos en querer tratar el asunto de los rusos.

Rusia es una potencia deportiva, por lo que la participación individual de sus atletas con la bandera olímpica, no era bien visto por algunas organizaciones, que basan su éxito económico en las expectativas de participación de países como éste.

La dos veces campeona olímpica de natación cree que la comunicación, es la clave para la resolver conflictos, por lo que en su primer borrador de agenda tiene previsto reunirse con los presidentes Vladimir Putin, de Rusia, y Donald Trump, de Estados Unidos.

La agenda de Coventy con Putin versará sobre la vuelta de ese país al programa olímpico, enmarcados en la acusación de ‘dopaje de Estado’ y su invasión a Ucrania, que le hiciera el propio COI.

En cuanto a Trump, el tema será mucho más incómodo, luego de que el presidente estadounidense prohibiera la entrega de visa a cualquier atleta, que intente ingresar fraudulentamente a los juegos de 2028, refiriéndose claramente a los transgéneros.

Bach ha dejado una pesada carga con que lidiar, pero lo cierto es que todos los candidatos, incluyendo a la ganadora, estaban claros con ‘los toros’ a los que habría que enfrentar, una vez dentro del escenario o en este caso, de la plaza.

Algo de Coventy

La exnadadora fue elegida miembro del COI por primera vez como miembro de la Comisión de Atletas en 2013, donde fue su presidenta en 2018 hasta 2021, cuando fue elegida miembro del organismo internacional a título individual.

También fue representante de los atletas del COI en la Agencia Mundial Antidopaje de 2012 a 2021 y miembro del Comité de Atletas de la WADA de 2014 a 2021.Participó en los juegos olímpicos de Sídney 2000 y su última participación en Río 2016, obteniendo siete medallas olímpicas (dos oros, cuatro platas y un bronce), entre ellas, las preseas de oro en 200 metros espalda en Atenas 2004 y Beijing 2008.Además, ganó tres medallas de oro en piscina larga y cuatro en piscina corta en campeonatos del mundo durante su carrera, y otra de oro en los juegos de la Commonwealth y catorce de oros en los juegos Africanos.

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