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Actualizado
- 18/06/2014 02:00
Creado
- 18/06/2014 02:00
La desesperación por acortar las distancia y alcanzar resultados positivos ha obligado a los técnicos a realizar cambios radicales
La desesperación por acortar las distancia y alcanzar resultados positivos ha obligado a los técnicos a realizar cambios radicales e impensables.
En apenas la primera vuelta de la fase de grupos, he visto a selecciones europeas que quieren copiar el estilo sudamericano y viceversa.
A excepción de Holanda, que siempre ha exhibido su ‘fútbol total’, he observado a Grecia, Suiza, Bélgica y otros con un toque latino.
Ese ‘toco y me voy’ a lo argentino y la amplitud de los brasileños ha influido en algunos europeos. Hasta el estilo italiano ha cambiado.
Ahora dicen que la Italia de Prandelli juega al ‘tiqui taca’, estilo que se inventó en América del Sur, pero se perfeccionó en el FC Barcelona.
De Rossi, Candreva, Verratti, Pirlo, Marchisio y Balotelli se mueven como latinos. El ‘catenaccio’ solo servirá para cerrar partidos reñidos.
¿Viceversa? Brasil, Uruguay y Argentina también han empleado tendencias europeas, en especial los recorridos tácticos.
La Brasil de Scolari cambió de 1-4-4-2 a 1-4-3-3, parado que pulió en el Chelsea. Además juegan a uno o dos toques y se pierde la conducción.
La Argentina de Sabella no se queda atrás. Desecharon al centrodelantero para jugar con puntas al estilo Barcelona y Bayern Munich.
La Uruguay de Tábarez tiene toques de ‘catenaccio’ y el pelotazo de los ingleses. Totalmente referenciados.
El fútbol es un ajedrez físico y mental que siempre tiene cambios. Solo hay que saber como sacarle el jugo al material humano generacional.
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