El Barcelona busca ante el Bayern la alegría en Navidad

El Barcelona se juega hoy ante el Bayern de Múnich el pase a unos octavos de final de la Champions League que representan en sus actuales circunstancias, una cuota urgente de estímulo económico, deportivo y psicológico para el proyecto “recuperador” encomendado a Xavi Hernández.

Procurando sortear los traumatismos generados por la deficiente gestión de pasadas administraciones, el club catalán intentará superar al poderoso equipo bávaro que sigue con paso sólido liderando la Bundesliga, tras el triunfo 3-2 ante el Borussia Dortmund el pasado sábado.

Los muniqueses, campeones actuales del torneo alemán y usuales protagonistas de primer nivel en la Champions League, afrontan este partido en casa sin ninguna presión por el resultado que arroje el encuentro; están clasificados con anticipación como primeros del grupo E. Fieles a su espíritu competitivo y capacidad futbolística germana se espera que igual irán por la victoria. El grupo lo forman también el Benfica de Portugal y el Dínamo de Kiev, quienes juegan a la misma hora (3:00 p.m.).

El Barcelona marcha séptimo en la liga española y viene de caer 1-0 ante el Betis, quedando con remotas opciones al título casero al distanciarse 16 puntos del Real Madrid, líder indiscutido del torneo. La del Betis fue la primera derrota barcelonista desde que Xavi asumió hace tres semanas como entrenador; obtuvo en los tres duelos anteriores 2 empates y 1 victoria, pero este traspiés llega con el desaliento de representar un bajón anímico ante la exigente tarea que implica enfrentar al conjunto alemán.

El club blaugrana, bajo la nueva dirección de Xavi Hernández, ha dado muestras positivas de reactivación exponiendo ráfagas de destellos del buen juego colectivo que lo caracterizó en épocas anteriores, mostrándose nuevamente motivado, incorporando jugadores de la cantera, volviendo a darle oportunidad a algunos que habían quedado apartados; aunque mostrando una incapacidad preocupante para reencontrarse con el gol. A sus delanteros les cuesta convertir ocasiones claras para anotar.

Por si se quiere traer la historia “picante” al campo de juego, antes que comience el partido, fue precisamente ante el FC Bayern Múnich que el Barcelona comenzó a revelar su crisis deportiva que luego iría destapando con el tiempo un enorme “hoyo” financiero en sus cuentas.

La aplastante derrota el 14 de agosto de 2020, por 8-2, que le propinó el Bayern al equipo culé con Messi incluido, por los cuartos de final de la Champions League, en el estadio Da Luz en Lisboa, Portugal, sin público presente por la pandemia, es todavía un recuerdo latente.

El marcador incluso repercutió a lo interno de Alemania donde se discutía en una cerrada polémica, si el portero titular de Alemania tendría que seguir siendo Manuel Neuer, el cancerbero del Bayern, o debería ser el tiempo de Ter Stegen, el destacado guardameta alemán del Barcelona. La discusión quedó inapelablemente zanjada a favor de Neuer.

Aquella caída aparatosa fue desencadenando una merma progresiva del perfil protagonista local e internacional del club catalán, cobrándose en el camino la destitución de dos técnicos, el cambio en la presidencia del club, la partida traumática de Messi, además de impulsar la traída con sonido de bocina de “ambulancia” desde Catar, a Xavi Hernández. No poca cosa.

En esta edición de la Champions League 2021-2022, en el primer partido entre ambos equipos disputado el pasado de 14 de septiembre, en el Camp Nou, el Barcelona dirigido entonces por Ronald Koeman cayó 3-0 contra el Bayern. La escuadra alemana lució coherente en su propuesta de juego, ahora con la dirección de Julian Nagelsmann. Los goles fueron de Müller y Lewandowski, quienes también habían anotado en el 8-2 de 2020; aparecen como seguros titulares para hoy.

El inmenso estadio Allianz Arena lucirá desierto en sus tribunas como en los momentos más álgidos de la pandemia en 2020, por la decisión del primer ministro de la región de Baviera, Markus Söder, de que se jueguen sin público los partidos que faltan de este año en la región, buscando contener con ello una posible nueva expansión de esta.

Mientras que el Bayern Múnich continúa mostrando su potente músculo deportivo y administrativo, llegando empinado al partido; el Barcelona de Xavi Hernández está condicionado a encontrarle un resquicio que le permita doblegarlos para asegurar la clasificación. La victoria es la única carta segura para avanzar.

Si pierden o empatan, dependerá de lo que acontezca en Lisboa en donde Benfica, de superar al Dínamo de Kiev, (último del grupo) los puede dejar fuera. Para el Barcelona y Xavi Hernández, la clasificación a octavos de final sería el mejor regalo que se les podría dar en esta época de Navidad.