El fútbol inglés tiene ‘alma'

Actualizado
  • 10/05/2019 02:00
Creado
  • 10/05/2019 02:00
Impulsados por el ‘fuego interno' generado por el convencimiento de que nada es imposible, superan la estrategia y la táctica de sus rivales. Liverpool-Tottenham rescatan la importancia del factor emocional ante la adversidad para citarse en la final de la Champions League

Después de cinco años consecutivos durante los cuales el Real Madrid se erigió campeón de la Liga de Campeones de la UEFA (el mundial anual del fútbol profesional por nivel, por protagonismo, por inversión, etc. aunque lo jueguen solo los equipos europeos), el Barcelona de Lionel Messi presentaba cartas anticipadas como el ‘seguro sucesor' en el trono del conjunto merengue. Pero los ingleses han dicho basta, desplazando al fútbol español del epicentro: la final se jugará en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid, aunque el 1 de junio se hablará allí menos español y más inglés por el Liverpool-Tottenham.

La derrota el martes del club catalán ante el Liverpool 0-4, como la eliminación en marzo pasado del Real Madrid 1-4 ante el Ajax, se ha sentido como propia por la legión de seguidores panameños que ha ido engrosando las filas con el pasar de los años por el protagonismo constante de ambos clubes en el ámbito mundial. Y a pesar de que la Premier League (Liga inglesa) despertaba interés, era una atracción comedida que no minaba el reinado español que ahora podría quedar amenazado ante el posicionamiento en la final de los conjuntos ingleses.

EL IMPERIO SE AGRIETA

A final de año pasado, La Liga Española resintió una disminución en el impacto mediático mundial con la salida del jugador portugués Cristiano Ronaldo del Real Madrid hacia la Juventus de Italia. La pugna sobresaliente que durante más de una década habían mantenido en la liga Messi y Cristiano, reflejada igualmente en los Barcelona-Real Madrid (o viceversa), se convirtió en un duelo que fecha a fecha ubicaba en los principales titulares de los medios de comunicación a uno u otro.

La permanente pregunta dominical: ¿Quién es el mejor jugador del mundo: Messi o Cristiano?, quedó huérfana al no encontrar todavía un nombre remplazante. Unas veces ganaba el argentino y otras el portugués, esgrimiendo sobre todo su aporte en títulos y goles, llegando a su máxima expresión cuando se enfrentaban ambos en los clásicos. Cristiano con su profesionalismo, su permanente forma física, su olfato goleador en el campo de juego, han dejado a la Liga Española con un Messi sin contrincante. El Real Madrid mantuvo su alta nómina de estrellas pero ninguna ha compensado ni el impacto, ni el aporte goleador del lusitano.

La Liga de Italia, otrora la principal de Europa, recuperó interés en la preferencia televisiva mundial con la presencia de Cristiano pero menos del esperado, debido a que tampoco tiene allí un referente con quien pelear a su nivel. La eliminación de la Juventus a expensas del Ajax mermó interés.

Ahora la inesperada eliminación del Barcelona y por ende de los equipos españoles de la final, provocará un replanteamiento del club tanto sobre su directiva, técnico, jugadores y estilo de juego, que no será rápido de gestionar. Algo que ya le está sucediendo al Real Madrid con su técnico, jugadores y la estructuración de un nuevo plantel que vuelva a ocupar el primer plano en títulos y mercadeo. Mientras ello sucede, la liga inglesa con su exquisito buen momento se frota satisfactoriamente las manos. Los aficionados suelen decantar sus simpatías, por ende sus ‘ojos televidentes', hacia los equipos ganadores y el fútbol inglés se presenta como tal.

EL PASO ADELANTE

Los ingleses, inventores del fútbol, no han logrado a través de la historia tener una presencia destacada en los torneos de selecciones mayores. El reflejo más elocuente es que solo han ganado una Copa Mundial, la de 1966 celebrada en Inglaterra; en la Eurocopa nunca han llegado a una final.

En cambio, en los torneos de los equipos profesionales han tenido presencia significativa. En la Liga de Campeones (Champions League) España se ubica en primer lugar con 18 títulos, los ingleses pasarán ahora a ocupar el segundo lugar superando a Italia con 13, al sumar el título con el que se alce el Liverpool o el Tottenham. En la Europa League también han llegado a la final el Arsenal y el Chelsea, la cual se jugará en Bakú, Azerbaiyán, el 29 de mayo.

El fútbol profesional inglés es atractivo por su estilo de juego vertical que le concede una dinámica peculiar y por los escasos empates 0-0 que se dan en los partidos, el gol es la esencia del juego… en Inglaterra no escasea. Alineados cada vez más con el concepto estadounidense de promoción y mercadeo del deporte, los equipos ingleses se han convertido en el principal competidor español incorporando tanto a los jugadores de mayor trascendencia en el fútbol, que no recalen en España (globalmente son quienes más invierten), contratando a los entrenadores más reconocidos y así expandiendo su influencia.

UN ESTILO DEPURADO

Con un juego más veloz que el español que prioriza la técnica, los ingleses han ganado terreno incorporando entrenadores como Pep Guardiola, Jürgen Klopp, Mauricio Pochettino, que han aportado nuevos conceptos teóricos y prácticos al estilo de juego inglés sin restarle su esencia.

La clasificación a la final de la Liga de Campeones de la UEFA (Champions League) de Liverpool y el Tottenham, en dos partidos trepidantes en los cuales dieron la vuelta a una eliminatoria que parecía imposible de remontar, ha dejado planteado que el fútbol no sólo es de grandes figuras, cuantiosas inversiones, conceptos tácticos y estratégicos muchas veces mecanizados a la perfección, sino que al ser un juego de humanos jugado por humanos hay un elemento que puede romper los esquemas en un mundo signado por la inteligencia artificial: el emocional.

‘Lo repetimos siempre. Sin actitud, sin esfuerzo, sin sentir ese deseo, no hay planteamiento táctico que valga. Hemos llevado el fútbol a una confusión',

MAURICIO POCHETTINO

ENTRENADOR DEL TOTTENHAM

Tanto el Liverpool como el Tottenham encararon sus duelos jugando sobre el filo de una afilada navaja, exprimiendo las altas cualidades técnicas de sus jugadores, sin duda exponiéndose también a ser goleados, pero la entrega emocional irrenunciable en esa búsqueda impactó en el rival, desconcertándolo e incidiendo en el resultado. Tal vez el resumen esté en la leyenda de la camiseta que lucía el jugador Mohamed Salah, ausente por lesión, que decía: Nunca te rindas. Queda también resumido con claridad en el análisis que el periodista Orfeo Suárez hizo para el diario El Mundo del partido Liverpool-Barcelona: ‘Después de esta eliminatoria puede decirse con claridad que Klopp es, hoy, el entrenador que mejor combina las dos cosas que más importan en un campo de fútbol: el juego y las emociones. El Barça careció de ambas. Se va de la Champions sin alma'.

Dejar de jugar ‘sin alma' pareciera ser uno de los escollos que tendrán que superar algunos de los grandes equipos españoles, para romper con la comodidad de los resultados que parecen dados desde antes de jugar y para preservar el encanto de la Liga Española hacia el exterior. Un concepto que ya había anticipado a este diario en una entrevista al preparador físico español Julio Rodríguez quien, convocado por Julio Dely Valdés para el Brasil-Panamá, sostuvo: ‘El fútbol es un estado de ánimo'. Los equipos ingleses han confirmado esta vez su tesis.

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