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Aumenta a 71% la deforestación en la segunda selva tropical más grande del planeta
- 19/11/2022 00:00
- 19/11/2022 00:00
Mientras los líderes mundiales se reúnen en la Cumbre Mundial sobre el Clima (COP27) en Egipto, en la cuenca de El Congo en África, –que cubre Camerún, la República Centroafricana, la República de El Congo, Guinea ecuatorial, Gabón y la República Democrática del Congo (RDC)–, la deforestación aumentó a un 71% entre 2001 y 2021, afectando considerablemente la biodiversidad allí existente.
La cuenca del Congo alberga el segundo bosque tropical más grande del mundo, después del Amazonas, con una superficie de 180 millones de hectáreas. Dos tercios del territorio se encuentra en la RDC, un país tan grande como Europa occidental.
Un estudio elaborado por nueve organizaciones, incluido el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), muestra que se han incumplido las metas medioambientales que buscan detener la pérdida de vegetación.
Actualmente la cuenca del Congo acoge el segundo mayor bosque tropical y tiene la mayor capacidad de absorción de carbono del planeta –más que el Amazonas–, además de ser un importante reservorio de biodiversidad, al ser hogar de una de cada cinco especies del mundo, recoge la agencia EFE.
Entre los países de la cuenca, solo Gabón y la República del Congo se encuentran en buen camino para cumplir con la meta marcada para 2030, según el informe, al haber conseguido reducir la deforestación en sus territorios en un 28% y un 30%, respectivamente, hasta ahora, describe la nota.
De acuerdo con el estudio, las principales causas para la deforestación y la degradación de la cuenca del Congo son la agricultura de subsistencia de los pequeños agricultores y la construcción de carreteras y asentamientos.
Asimismo, “actividades industriales, como la minería, la tala y la agricultura comercial suponen la mayor amenaza para los bosques remotos e intactos (que nunca han sido explotados por el hombre) con importante potencial de secuestro de carbono”.
Marion Ferrat, investigadora de la empresa asesora especializada en el cambio climático Climate Focus, declaró en un comunicado que “la deforestación ha sido baja en comparación con otras regiones tropicales, pero estamos viendo una tendencia ascendente en la fragmentación y la pérdida de bosques desde 2020”.
“Si los líderes mundiales se toman en serio sus compromisos para detener la pérdida de bosques, tienen que aumentar el apoyo financiero para la cuenca del Congo”, dijo Lawrence Nsoyuni, director ejecutivo de Geospatial Technology Group, una de las organizaciones que colaboraron en el estudio.
De acuerdo con los datos más recientes de la Universidad de Maryland, y disponibles en Global Forest Watch (un sistema de código abierto para monitorear los bosques globales casi en tiempo real), en 2021 los trópicos perdieron 11,1 millones de hectáreas de cobertura arbórea.
Las 3,75 millones de hectáreas perdidas en bosques tropicales primarios –áreas de importancia clave para el almacenamiento de carbón y la biodiversidad– son de especial preocupación. “Estas pérdidas de bosques tropicales primarios en 2021 generó 2,5 de emisiones de dióxido de carbono, lo que equivale a la emisión anual a partir de combustibles fósiles de India”, según el Global Forest Watch.
Pese a que la población mundial es consciente de que los árboles son los mejores aliados contra el cambio climático al reducir la contaminación, la tala incontrolada sigue en todo el mundo, no solo en África. Y los países que más cortan árboles parecen no tener nada planeado para contemplarlo.
Líderes mundiales se reúnen en Egipto en busca de soluciones para poner fin y revertir la deforestación para 2030. Sin embargo, si no nos sumamos todos, el plan suena, más bien a solo un sueño, dijo Ferrat.
Según indica Global Forest Watch, en 2019 las tres naciones que más tala de árboles presentan son Brasil, República Demócrata del Congo (RDC) y Bolivia.
Hasta 2018, Panamá, un país rico en cobertura boscosa había perdido, desde la década de 1940, más del 60% de es cobertura por actividades humanas. Actualmente el informe 'Planeta Vivo', del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), posiciona a Panamá como el noveno país de Centroamérica que más árboles tala en la región.
Recientemente el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) presentó un informe donde se establece el Nivel de Referencia Forestal (NRF) en Panamá, el cual busca proveer incentivos para contribuir con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación y degradación forestal. También pretende la conservación de los reservorios de carbono forestal, la gestión sostenible de los bosques y el aumento de las reservas forestales de carbono.
Que Panamá absorba más de 20 millones de CO2 representa lo que generan 4,4 millones de vehículos de pasajeros a gasolina conducidos durante un año; o las emisiones por el consumo de aproximadamente 2,3 billones de galones de gasolina, señaló Rubén Ábrego, analista de Cambio Climático de MiAmbiente.
“Como parte de la implementación de las actividades de Reducción de las Emisiones de la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD+), Panamá espera reducir emisiones y aumentar las absorciones, con el fin de generar resultados que puedan traducirse en beneficios para el país”, comentó Ábrego.