Gisela Sánchez: 'La diversidad y sostenibilidad son claves para el éxito en los negocios'

Actualizado
  • 01/02/2022 00:00
Creado
  • 01/02/2022 00:00
La ingeniera costarricense ha sido galardonada por la Fundación Schwab para el Emprendimiento Social como 'Intraemprendedora Social Corporativa 2022'. Conversa sobre el concepto de empresa social, equidad de género y el éxito empresarial, basado en la inclusión y el cuidado del planeta
Gisela Sánchez, reconocida como 'Intraemprendedora Social Corporativa 2022'.

Gisela Sánchez (San José, 1974) es una mujer de corazón generoso. Da, desde su trinchera, a su país, a su región, a su planeta. No importa cuál sea el sombrero que use como líder de empresas influyentes, lo valioso es que no olvida su compromiso social.

La historia de esta ingeniera industrial hay que contarla y es de esas mujeres que destacan sin buscarlo: la Fundación Schwab para el Emprendimiento Social, organización hermana del Foro Económico Mundial y plataforma mundial que acelera modelos destacados de innovación social, galardonó a Gisela como 'Intraemprendedora Social Corporativa 2022'. La actual directora regional de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad de BAC Credomatic es la primera persona latinoamericana en recibir este reconocimiento y la única latinoamericana dentro del grupo de 15 innovadores sociales 2022.

El reconocimiento es obtenido por Nutrivida, una empresa que crea alimentos de alta calidad fortificados y los ofrece a un bajo costo con el fin de que lleguen a la gente que más lo necesita. Uno tiene la sensación de que esta emprendedora lleva toda su vida buscando la fórmula para ayudar a quien lo necesita, sin descuidar su ímpetu profesional y su entrega como madre y esposa. Cuando relata cómo surgió su emprendimiento, su mirada cambia, se ilumina. Siguiendo los pasos de su referente Muhhamad Yunus, premio Nobel de la Paz, Gisela convenció a los directivos de la empresa en la que entonces laboraba, Fifco, y fue hasta Bangladesh para convencer al propio Muhammad de acordar una estrategia con Fifco y fundar Nutrivida hace ocho años. Relata que toda su infancia fue precaria, tiempos en los que la necesidad imperó. Tiempos, además, que la hicieron pensar en la gente y fundar una empresa social que atacara la mala nutrición de esa sociedad vulnerable a la que alguna vez perteneció.

Su paso por el mundo empresarial y de emprendimiento inspira, abre los ojos y encara la desigualdad y la desprotección de lo que verdaderamente vale la pena.

¿Qué es ser una intraemprendedora?

El concepto de intraemprendimiento es poco conocido y no solamente en nuestra región, sino en el mundo. La gente conoce el concepto de emprender, que básicamente es crear un nuevo negocio y si es un emprendedor social crear una organización sin fines de lucro. En este caso, intraemprender significa lo mismo pero no tienes que salir de la empresa en la que estás para hacer este emprendimiento. Es entender que no existe una decisión que te suponga salir de la organización donde laboras, es una forma de promover innovación.

Hábleme de Nutrivida, ¿qué vieron para otorgarle este reconocimiento?

Pensé originalmente hacerlo como emprendedora no como intraemprendedora, pero rápidamente me di cuenta de que la gran belleza es la posibilidad de que se puedan apalancar todos los recursos de una empresa, el conocimiento, las competencias, el talento, al servicio de este proyecto social.

Nace de algo muy cercano a mi vida personal. Nací en una familia muy humilde en Costa Rica y yo misma experimenté lo que los expertos llaman subnutrición. Cuando la gente no tiene alimentos suficientes, sufre de malnutrición y desnutrición, pero puede pasar que la gente sí coma, pero esos alimentos que consume no son de la calidad para tener los minerales y las vitaminas que una persona necesita; ese es el concepto de subnutrición, mejor conocido como hambre oculta.

La empresa nace con una alianza estratégica con la compañía en la que yo trabajaba, que es Fisco, y Muhammad Yunus quien nos ayudó.

¿Cómo logró convencer al profesor Yunus?

Me volví su seguidora, lo perseguí por todo el mundo para convencerle de que en nuestra región sí pasaban cosas. Él sentía que no necesitaba tanto, sobre todo viniendo de un país como Bangladesh que es del mismo tamaño que Panamá, pero con 190 millones de personas, de las cuales más del 80% vive en pobreza. Él no veía esa necesidad imperativa, pero afortunadamente lo convencimos. Originalmente Nutrivida hacía tres productos: una sopa, una bebida y un cereal para bebé, y ahora tiene un portafolio de más de 13 productos que han tenido impacto en más de 2.5 millones de personas en nuestra región.

En este momento los productos están en Costa rica y Nicaragua, y hacemos donaciones a todos los países de Centroamérica. Además, a países como Venezuela y Haití. Como es una empresa social, todas las utilidades se pueden reinvertir en donación de producto. Nos encantaría un aliado estratégico en Panamá.

¿Qué es una empresa social?

El modelo fue diseñado por el profesor Muhammad Yunus y tiene varios principios fundamentales. El primero es que su objetivo no es maximizar utilidades, sino maximizar impacto social. El segundo, tiene que pagarle salarios competitivos a sus colaboradores. El tercero, que debe ser amigable con el medio ambiente. Este modelo es como si se combinara a una organización de sociedad civil, una oenegé con una empresa. Tiene la capacidad de ser sostenible financieramente y al mismo tiempo genera impacto social.

¿Podría asegurar que la diversidad y la sostenibilidad son claves para alcanzar el éxito en los negocios?

Absolutamente. Está comprobadísimo que los equipos diversos, no solamente hombres y mujeres, sino por edad, por preferencias sexuales, por cultura, por religión o por razas son más efectivos y más competitivos. No hacerlo es como negarse a la oportunidad de ser más cercano a lo que es realmente nuestra realidad. Por el lado de la diversidad y la inclusión hay muchísimo que hacer. Y por el otro lado, la sostenibilidad ha probado ser un elemento de ventaja competitiva fundamental.

Ni los millennials ni menos los centennials están dispuestos a trabajar con una empresa o con una marca que no tenga propósito y no tenga estrategia de sostenibilidad.

Ya la sostenibilidad no es un tema cosmético que está pegado a la estrategia de negocios, sino que es parte inherente de la forma que hacemos negocio. Tenemos que crear valor económico, obviamente, pero de la mano de ese valor tenemos que crear valor ambiental y valor social.

¿Qué ventajas ofrece a las empresas apostar por la sostenibilidad?

Podemos tener colaboradores más motivados. Los colaboradores no quieren trabajar en una empresa que simplemente está maximizando sus utilidades y que les genere un salario. Tiene que haber algo más profundo que te conecte con la empresa. Está comprobado que las empresas que tienen estrategia de sostenibilidad tienen mejores niveles de productividad y menos rotación. Tienen más facilidad de atraer clientes. Los clientes ahora son más sofisticados. De hecho, el cliente panameño es sofisticado, sabe lo quiere. Quiere que le demos calidad, que le demos servicio, y que le demos valor ambiental y social.

No puedo imaginar una empresa que vaya a ser exitosa en los próximos 10 años que no tenga contemplado en su ADN la sostenibilidad.

Usted ha escrito libros sobre buenas prácticas en responsabilidad social empresarial... ¿pudiera decirnos algunas?

Hable con sus públicos de interés: clientes, colaboradores, el gobierno, sociedad, medios, academia... Las personas que usted impacta y aquellos que lo impactan a usted como empresa.

Defina objetivos que sean ambiciosos, concretos, cuantificables y con fechas.

Este punto es el más importante, tiene que hacer un vínculo entre esos objetivos que defina y la compensación de sus colaboradores y de sus líderes. Si no hay un vínculo entre los objetivos y la remuneración, son solo lindas palabras.

La última, rendir cuentas.

Echando la vista atrás, ¿diría que hay alguna clave para el éxito de una mujer líder, en un mundo donde aún se busca la equidad de género?

Si usted me permite, yo le diría que hay tres claves fundamentales para que una mujer pueda brillar, profesionalmente y como ser humano. La primera es la oportunidad, la necesitamos. Los líderes de las empresas y de los gobiernos deben darle la oportunidad a las mujeres de ocupar puestos de liderazgo. La segunda, flexibilidad. Las mujeres necesitamos flexibilidad, porque a diferencia de los hombres, tenemos que jugar dos roles al mismo tiempo.

El tercer elemento y es el más importante, es que necesitamos volver a nuestra esencia femenina. Las mujeres generalmente llegamos al mundo empresarial y sentimos que tenemos que ser como los hombres para sobresalir, que tenemos que comportarnos como ellos, y de alguna forma ocultar esa esencia femenina que es más sensible. Llorar nos queda prohibido. Hace 15 o 20 años hacía exactamente eso y ahora le diría que ha sido un error.

¿Se deduce entonces que ser mujer no le ha condicionado?

Absolutamente no. Por supuesto que me he encontrado con gente machista y con prejuicios. Nosotras las mujeres somos quienes tenemos que apoyar a las otras mujeres. Nosotras tenemos que mostrar que esa vulnerabilidad tiene cosas positivas. Le cuento una anécdota, necesitaba desarrollar un proyecto muy importante para la empresa donde trabajaba y al mismo tiempo mi hijo menor me pidió que lo ayudara a crear un sombrero para su colegio, y esa vez trabajaba un rato en la computadora y cuando me cansaba iba al sombrero. Para mí las dos cosas eran muy importantes. Al final terminé las dos cosas y déjeme decirle que le mandé al CEO el proyecto con una foto del sombrero y me dijo: “Creo que te equivocaste mandándome esta foto”; y le dije, después de que me felicitara por el proyecto: “Qué dicha que le gustó, pero le mandé el sombrero porque mientras estaba haciendo el documento, también estaba haciendo el sombrero de mi hijo”. Eso marcó la relación que teníamos y desde ese momento me dijo que admiraba mucho a las mujeres que tienen esa capacidad de hacer esas dos cosas al mismo tiempo y hacerlas con excelencia.

¿Tiene algún truco para mantener el equilibrio entre su vida profesional y personal?

Hago ejercicio todos los días, ayuda a liberar estrés y tener un buen balance. He aprendido en los años que siempre trato de responder el teléfono a mis hijos y a mi esposo. Trato los fines de semana de desconectarme, a veces no se puede. No existe un ser humano que sea productivo durante 16 horas del día. Uno tiene que descansar y comer bien. Consejo para las mujeres: una no tiene que ser la mujer maravilla, tiene que saber que tiene que dormir, que comer bien, para hacer su trabajo con excelencia.

Esto lo ha aprendido con los años, pero ¿qué le han dejado sus padres?

De mi mamá, el positivismo y el espíritu de servicio. Desde que yo era pequeña, mi mamá trabajaba en un hospital y siempre ayudaba a la gente, y yo trato de ser así. Al mundo venimos a servir. De mi papá, es un hombre de negocios muy inteligente, toma decisiones muy rápido, es muy ambicioso, en el buen sentido, y creo que tengo de él ese soñar en grande, no ponernos límites.

Para cerrar, ¿qué es para usted el bien social?

Mi propósito de vida. Estamos aquí por una razón. Me encanta esta frase de Mark Twain: “Los dos días más importantes de tu vida son el día en que naces y el día en que descubres por qué”. Cuál es ese propósito, por qué estamos aquí y qué es eso pequeñito o grande que vamos hacer para marcar la diferencia, en mi caso fue por la vulnerabilidad y por la alimentación.

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