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- 29/11/2021 00:00
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Panamá, gracias a su posición geográfica, ha servido por más de 500 años como puente para conectar al mundo.
Durante la colonización española permitió desarrollar no solo una ruta para las expediciones hacia Centro y Sudamérica –como la de Francisco Pizarro que conquistó Perú en 1533–, sino que gracias a las famosas ferias de Portobelo, en la provincia de Colón, fue un paso obligado para el tránsito de los tesoros extraídos del Virreinato del Perú hacia España y otros países europeos, así como también de las mercaderías del Viejo Mundo, destinadas a abastecer a los mercados hispanoamericanos, particularmente al Virreinato del Perú, creado por la Corona española en el año 1542.
Hoy Panamá sigue siendo un paso obligado para muchas naciones, ya que cuenta con el Canal, por el cual pasan grandes buques que llevan mercancías a distintas partes del mundo. Además, el istmo se ha convertido en un punto de encuentro entre pueblos, cuenta con una mezcla enriquecedora de diversidad cultural donde las raíces indígenas se fusionan con la herencia africana y la influencia española.
Y precisamente el pasado 28 de noviembre el país celebró los 200 años de independencia de España, por lo que hoy resaltamos algunos de los sitios que conectan con la historia patria y que el turista puede disfrutar y conocer.
Al llegar a Panamá, el viajero no solo verá algunas de las reliquias coloniales más antiguas (fuertes, monumentos, castillos, iglesias, y el primer asentamiento europeo en el Pacífico), sino que también podrá apreciar el cementerio de una antigua civilización que vivió en la provincia de Coclé (al suroeste de la ciudad de Panamá), que hoy conocemos como Museo del Parque Arqueológico El Caño.
Declarado en el año 2018 como Patrimonio de Interés Nacional por la Alcaldía de Natá de los Caballeros, el Parque Arqueológico El Caño cuenta desde el 12 de abril de 2019 con un renovado museo, el cual brinda a los visitantes nacionales y extranjeros una mirada científica a la vida y muerte de los primeros pobladores de Coclé, su estructura social, costumbres funerarias y cosmovisión.
De acuerdo con la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), con esta reapertura el Museo de El Caño fortalece la oferta turística de la provincia de Coclé, ya que en los últimos años ha estado recibiendo turistas, en su mayoría de Europa.
La ATP viene promoviendo el sitio a través de diferentes reportajes en revistas internacionales de turismo, y también patrocinó el documental El Dorado de Panamá, los guerreros de oro, mostrando al mundo los descubrimientos más importantes durante las excavaciones en El Caño, con el fin de que los visitantes conozcan la importancia de este lugar de gran valor para la historia y la cultura del país.
Otros sitios que conectan con nuestra historia son el fuerte San Lorenzo (ubicado en la entrada del río Chagres en la provincia de Colón) y Portobelo; en este último existe una impresionante arquitectura militar, que sirvió para garantizar la seguridad de los habitantes de la ciudad durante la época colonial.
Hoy declarado Conjunto Monumental Histórico mediante la Ley 91 del 22 de diciembre de 1976, está integrado por el castillo de San Jerónimo, el edificio de la Aduana, la iglesia de San Felipe, el fuerte Santiago de la Gloria, la batería Santiago, la batería alta y baja San Fernando, los puentes coloniales y el castillo de San Felipe. En 1980, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró el puerto y las fortificaciones de Portobelo como Patrimonio de la Humanidad.
Para Iván Eskildsen, titular de la ATP, tanto el fuerte de San Lorenzo como el Conjunto Monumental Histórico de Portobelo son “diamantes en bruto” y atractivos patrimoniales que hay que cuidar.
Con ese fin se lanzó este año el proyecto 'Portobelo de Colores', bajo la estrategia turismo, conservación e investigación (TCI), a fin de brindar un turismo más sostenible y enfocado en atraer viajeros conscientes que aprecien el trato de comunidades locales que conserven el patrimonio natural y cultural.
Jesús Lemus, presidente de la Cámara de Turismo de Portobelo, señaló durante esta actividad que con la ejecución del proyecto se ayuda al distrito a desarrollarse como polo turístico, al tomarse en cuenta las necesidades de la población. “Al pintar las casas se mejora la apariencia del sitio y se logra concienciar a la gente sobre la importancia de conservar el lugar donde residen limpio, ya que es la imagen que queremos proyectar y es lo que exige el turista consciente de esta época”, dijo.
El Casco Antiguo, también conocido como Casco Viejo, es el distrito histórico de la ciudad de Panamá. Considerado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, el distrito se remonta a 1673 y cuenta con plazas concurridas y pintorescas calles pavimentadas con ladrillos y rodeadas de edificios coloridos. La zona es ideal para caminar, conocer la historia y disfrutar de una variedad de buena comida y conocer a los lugareños en el corazón de la vida nocturna.
Durante un paseo por este barrio el visitante descubrirá un poco de historia religiosa en la Catedral Metropolitana ubicada en la plaza principal, la plaza mayor, así como en la iglesia de San José, famosa por su increíble altar dorado.
Otro sitio que visitar y con carácter histórico es la plaza de Francia, que rinde homenaje a la participación francesa en la construcción del Canal de Panamá.
La plaza también alberga Las Bóvedas, un monumento que alguna vez fue utilizado como defensa contra los ataques piratas y muy cerca está el paseo Esteban Huertas, donde es posible contemplar un paisaje hermoso de la bahía de Panamá y la urbe metropolitana.
El Casco Antiguo también alberga varios de los mejores museos de la ciudad, como el Museo del Canal, y el Museo de la Mola que exhibe el arte textil tradicional elaborado por el grupo indígena de los guna. También se encuentra el arco chato, que incluye los restos de una iglesia construida por frailes dominicos. En el mismo complejo está el Teatro Nacional de Panamá donde se pueden apreciar los impresionantes frescos del techo pintados por Roberto Lewis. Durante este recorrido, el visitante logrará capturar parte de esa historia colonial y republicana que nos caracteriza como nación y con los patrimonios verde, cultural y azul.