Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
- 14/09/2024 00:00
- 13/09/2024 19:08
El plan 2030 de la ONU tiene entre sus metas llevar a cero el trabajo infantil. Será imposible, está aumentando. Según la OIT hay 160 millones de niños en esa situación. Algunas tendencias.
El trabajo infantil priva a los niños de su niñez, atenta contra la escolaridad y destruye su salud, con frecuencia son utilizados en explotaciones mineras sin protección adecuada, con altas posibilidades de contaminación y de accidentes de toda índole. También son empleados en tareas agrícolas en jornadas laborales extensísimas bajo condiciones climáticas agobiantes. Asimismo son mano de obra en industrias como la textil donde constituyen muchas veces trabajo esclavo. Ejemplifica entre otros casos lo sucedido con las costureras de edades adolescentes empleadas masivamente en países como Bangladesh, uno de los principales proveedores de ropa económica a las grandes cadenas mundiales, las empresas locales suelen utilizar edificios precarios sin mantenimiento que multiplican los riesgos como el que se derrumbó repentinamente sepultando a las miles de operarias que trabajaban en su desvencijada estructura. Los niños están a su vez presentes en la industria de la construcción, el típico niño ladrillero amarillento y vulnerable a las intoxicaciones. También son legiones los niños de la basura que revuelven los grandes basurales tratando de encontrar reciclables, sujetos a contraer todo tipo de enfermedades. Otra cara típica la de las niñas sirvientas en tareas de baja remuneración en hogares de clase media. La lista es amplísima.
La nómina anterior mostró niños que no viven como tales, se ha demostrado que sus pesadillas y sueños difieren totalmente de los niños normales que estudian y juegan, pero la situación puede ser aun peor. Es lo que pasa con los 2.000 millones de niños que se estima que están en alto riesgo climático, viven en zonas que con recurrencia sufren de calores extremos o de inundaciones, tifones, huracanes y carecen de protecciones públicas. Es muy peligrosa la situación de los niños que son objeto de las bandas criminales que los secuestran, asimismo la de aquellos utilizados por el cada vez más activo mercado de órganos. El premio Nobel de la Paz 2014 fue otorgado a Kailash Satyarthi por su lucha denodada contra estos criminales que intentaron acabar con su vida en numerosas oportunidades. Otra forma con riesgo de vida son los niños migrantes que tratan de llegar de algún modo a países con oportunidades, viajando en muchos casos solos o son separados de sus familias por políticas antimigratorias extremas.
También hay nuevos riesgos para los niños excluidos y pobres en la modernidad tecnológica. El departamento del trabajo de EE.UU. detectó 204 productos que se producen en 80 países buscando materias primas para desarrollos tecnológicos de avanzada, incluidas algunas energías limpias. El número de esos productos pasó de 159 en el 2022 a 204 en el 2024. Entre ellos se hayan el plomo, el cobre, el níquel, el litio, el manganeso, el cobalto, el titanio, y el zinc. Muchas veces se ocultan los riesgos con maniobras empresariales exhibiendo solo los productos finales. Así, por ejemplo, hoy se conoce que el litio crea problemas climáticos significativos. Otro problema es el bulllying electrónico. Un empresario ejemplar, modelo de responsabilidad social, Bill Gates, advierte que es una de las principales prácticas de acoso actualmente y que causa millones de víctimas. Debiera ser cuidadosamente prohibido en los marcos escolares y preescolares y en los medios sociales. En cambio, las activas mafias de la desinformación los penetran aprovechando la falta de reglas de protección para estas filtraciones masivas hoy hiperactivas.
Es hora de devolverles a los niños explotados su infancia desterrando todas estas formas de “esclavitud” viejas y nuevas.