Iglesia católica hace un llamado al ‘diálogo sincero’

En un momento crucial de la historia panameña los obispos de la Iglesia católica panameña, reunidos en la Asamblea Plenaria N.º 222, hicieron un llamado contundente al “diálogo sincero” y al respeto mutuo como herramientas esenciales para superar los desafíos del país.

Ante una realidad marcada por tensiones sociales y políticas su mensaje invita a construir un Panamá más unido y justo.

Para los obispos, Panamá enfrenta un panorama complejo con desafíos que exigen respuestas inmediatas y coordinadas.

Entre los temas críticos, los obispos destacan la crisis de la Caja de Seguro Social, el debate sobre la reapertura minera, la gestión del recurso hídrico, y la necesidad de una nueva Constitución.

Cada uno de estos asuntos tiene profundas implicaciones sociales, económicas y ambientales que afectan la calidad de vida de la población.

“Este es un momento decisivo en el que todos debemos escuchar y reflexionar, dejando de lado intereses particulares para construir un futuro de justicia y reconciliación,” expresaron.

La Iglesia católica reiteró que el diálogo debe ser el eje central para resolver las problemáticas actuales. Sin embargo, subrayó que este debe estar basado en la transparencia, la inclusión y el respeto mutuo.

Las autoridades y los ciudadanos tienen la responsabilidad compartida de abrir espacios de conversación que permitan la participación de todos los sectores de la sociedad, especialmente los más vulnerables.

“El diálogo no puede ser una formalidad, sino una acción sincera que refleje un interés genuino por encontrar soluciones que beneficien al bien común”, resaltaron los obispos.

En su mensaje, los líderes de la Iglesia destacaron que el respeto mutuo es la base para construir puentes entre sectores que históricamente han estado divididos. Esto incluye reconocer las diferencias de opinión y trabajar hacia metas comunes sin recurrir a la violencia ni a la polarización.

El llamado a la unidad también se extendió a la conmemoración de la Gesta del 9 de enero de 1964. Según los obispos, este evento histórico debe servir como recordatorio de que Panamá ha superado adversidades gracias al esfuerzo colectivo.

La Iglesia exhortó al gobierno a fortalecer su relación con la sociedad civil mediante políticas inclusivas y representativas. A la vez, instó a la población a participar activamente en los procesos democráticos, asumiendo un rol crítico pero constructivo en la toma de decisiones.

“Es imperativo que el diálogo sea acompañado por acciones concretas que reflejen el compromiso de todas las partes por mejorar las condiciones de vida en nuestro país,” destacaron.

El mensaje también subraya que el diálogo y el respeto mutuo no son sólo soluciones temporales, sino una filosofía de vida necesaria para construir un proyecto nacional sostenible. Esta visión incluye un enfoque en la educación, la justicia social y el cuidado del medio ambiente como pilares fundamentales.