El momento de 'la innovación ciudadana'

La innovación cada vez se cuela más por todas partes, de hecho corre el riesgo de volverse uno de esos conceptos que usan los “gurús” para vender charlas y conferencias, igual creo que seguiremos escuchando sobre ella, pues es un excelente mecanismo para encontrar soluciones a los problemas cada vez más diversos que estamos enfrentando como sociedad.

Uno de los “sabores” del concepto en el que he tenido la fortuna de trabajar es el de la “innovación ciudadana”, de muchos países llegan ejemplos de procesos donde el ciudadano es constructor de las políticas y garante de su cumplimiento.

El mundo está lleno de ejemplos de ciudadanos que por no sentirse representados por los gobernantes que eligieron, formaron grupos de interés para promover la participación más directa en los asuntos que les atañen de la esfera gubernamental.

Ser ciudadano es una de tantas cosas que ha venido evolucionando en los últimos años, en parte empujado por el tsunami llamado “redes sociales”, que de una forma innovadora ha empoderado a las personas y ha equilibrado el poder de las plataformas comunicacionales.

Estamos viviendo el justo momento del cambio, la novedad ya pasó y ya los mercachifles trataron de vendernos cosas por allí, ahora comienzan a llegar las personas y organizaciones que de forma seria y bien pensada desean crear canales de interacción, es apenas lógico que los gobiernos y los activistas sociales lleguen también.

Existen múltiples espacios donde muchos de estos ejercicios se encuentran, y sus gestores se conocen en persona, pues ya lo han hecho hace tiempo en el ciberespacio. He estado presente en varios de ellos y pude contrastar la potencia de estos procesos, una de las cosas más interesantes es constatar que sin importar qué se imaginaron los organizadores, las organizaciones se conectan y comparten con dinámica propia.

Los ciudadanos de hoy están conectados, volver a la desconexión es imposible (o por lo menos muy difícil) por lo cual que los entes estatales traten de fijar rutas puede ser algo complicado.

Los entes de gobierno son ahora un jugador más, deben ganarse un espacio como cualquiera, y esto en vez de ser un problema creo que es algo positivo, lo que salga de este tipo de relaciones tendrá más posibilidades de crecer, pues será fruto de un consenso.

Creo que cada vez veremos más de este tipo de interacciones, pues será la forma como los gobiernos tratarán de tender un lazo con los nuevos “ciber-ciudadanos”, será muy positivo y creará una nueva forma de pensar en el estado, espero que nuestro país entre pronto en estas dinámicas; si esto ocurre, lograremos llamar al nuevo ciudadano a la participación y la colaboración.