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- 30/04/2014 17:37
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La resistencia a los antibióticos dejó de ser una amenaza para convertirse en realidad, advirtió este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS), al señalar que infecciones actualmente consideradas menores pueden volver a ser mortales.
Este informe alarmista, el primero relativo a la resistencia a los antibióticos a escala mundial, afirma que "esta grave amenaza ya no es una previsión sino una realidad en cada región del mundo, afecta a todos, cualquiera sea su edad o país de origen".
Los antibióticos son considerados por la OMS como uno de los pilares de nuestra salud, que nos permiten vivir sanos más tiempo. Pero su utilización inapropiada los ha vuelto casi ineficaces en espacio de unas pocas décadas.
"A menos que los diferentes actores involucrados actúen de urgencia de manera coordinada, el mundo se encamina hacia una era postantibióticos, en la que infecciones corrientes y heridas menores, que durante décadas se curaban con facilidad, pueden volver a matar", advierte Keiji Fukuda, subdirector general de la OMS para la seguridad alimentaria.
"Si no adoptamos medidas significativas para prevenir mejor las infecciones y modificar la forma en que producimos, prescribimos y utilizamos los antibióticos, vamos a perder poco a poco estos beneficios de la salud pública mundial y las consecuencias sanitarias eran devastadoras", agrega.
El informe advierte que existe resistencia a numerosos agentes infecciosos e insiste en siete bacterias resistentes responsables de enfermedades graves
El informe, que se basa en datos procedentes de 114 países, advierte que existe resistencia a numerosos agentes infecciosos e insiste en siete bacterias resistentes responsables de enfermedades graves como infecciones hematológicas (septicemia), diarreas, nuemonías, infecciones de vías urinarias y gonorrea.
Según la OMS, los resultados "muy preocupantes" corroboran la resistencia a los antibióticos, en particular aquellos considerados como "último recurso", utilizados contra ciertas bacterias resistentes.
Las herramientas esenciales destinadas a luchar contra la resistencia a los antibióticos, tales como sistemas elementales para asegurar el seguimiento y la vigilancia del fenómeno, son insuficientes o inexistentes en numerosos países, deplora el organismo de la ONU.
Aumenta el riesgo de muerte
La OMS alerta sobre la generalización en todo el mundo de la resistencia a los carbapenemas, un tratamiento de último recurso contra infecciones potencialmente mortales causadas por una bacteria intestinal corriente, la Klebsiella pneumoniae (causa importante de enfermedades contraídas en hospitales como la neumonía, las infecciones hematológicas o las contraídas por recién nacidos o pacientes en cuidados intensivos).
Los expertos también constataron una fuerte resistencia -en particular en África, el sureste asiático, América y Medio Oriente- de la bacteria E. coli a las cefalosporinas y fluoroquinolonas de tercera generación, dos tipos de antibióticos antibacterianos ampliamente utilizados.
En los años 1980, cuando se introdujeron las fluoroquinolonas, la resistencia era casi nula: hoy en día el tratamiento se ha vuelto ineficaz para más de la mitad de los pacientes en distintas partes del mundo.
La OMS destaca además que el fracaso de las cefalosporinas de tercera generación como tratamiento de último recurso contra la gonorrea (enfermedad venérea que infecta a más de un millón de personas por día), fue confirmado en Sudáfrica, Australia, Austria, Canadá, Francia, Japón, Noruega, Gran Bretaña, Eslovenia y Suecia.
Por otra parte, las infecciones con estafilococo dorado resistentes a la meticilina alcanzan un 90% de casos en ciertas regiones de las Américas y 60% de ciertas regiones de Europa.
Como consecuencia a esta resistencia a los antibióticos, "los pacientes se enferman más tiempo y aumenta el riesgo de fallecimiento".
Las personas infectadas con estafilococo dorado resistente a la meticilina presentan por ejemplo un riesgo de muerte un 64% más elevado que aquellas que presentan una forma no resistente de la infección.
El uso inapropiado de los antibióticos es una de las principales causas de resistencia: en los países pobres, las dosis administradas son demasiado débiles y en los países ricos su utilización es al contrario excesiva
Para la OMS, el uso inapropiado de los antibióticos es una de las principales causas de resistencia: en los países pobres, las dosis administradas son demasiado débiles y en los países ricos su utilización es al contrario excesiva.
La OMS denuncia también la falta de vigilancia de la utilización de los antibióticos en animales destinados al consumo.
El informe coincide con el lanzamiento de una campaña mundial de la OMS para luchar contra la resistencia a los medicamentos.
La organización recomienda en particular poner en marcha sistemas destinados a monitorear el fenómeno, prevenir infecciones y desarrollar nuevos antibióticos.
Señala que cada cual puede contribuir a luchar contra la resistencia, utilizando antibióticos solamente con prescripción médica y concluyendo hasta el final el tratamiento indicado aunque la persona se sienta mejor, y jamás compartir antibióticos con terceros.