Cuando el estrés se hace extremo

Un gran porcentaje de la población lo vive a diario. ‘¿Cuántos días tengo hasta la fecha de entrega? ¡Sólo quedan 4! No sé qué hacer’.

Inmediatamente después de este pensamiento, aparece una respuesta de estrés. Los estímulos hacen que, de repente, el corazón comience a latir rápidamente y la sensación de pánico se desencadena.

El estrés es la respuesta automática y natural del cuerpo ante las situaciones que resultan una amenaza o un desafío. En la medicina es un proceso físico, químico o emocional que puede llevar a la enfermedad.

También se puede llegar a sufrir de ‘estrés extremo’ con consecuencias devastadoras para el organismo. Los síntomas se hacen más evidentes: pérdida de la memoria, dolor de mandíbula, falta de deseo sexual, pesadillas recurrentes, problemas en la piel, hiperhidrosis o exceso de sudoración en palmas, plantas o axilas; pérdida del cabello, fatiga crónica y una sensación constante de malestar físico y emocional. En fin, se pierde la oportunidad de vivir bien, disfrutar, sentir alegría y vitalidad.

CAMINO AL ALIVIO

The Cleveland Clinic, una de las instituciones médicas más prestigiosas del mundo, brinda diversas recomendaciones para aliviar el estrés: (1) coma y beba con sensatez. El abuso en realidad aumenta el estrés. (2) ¡Hágase valer! Usted no tiene que cumplir con las expectativas o demandas de otras personas. Está bien decir ¡no! (3) Por favor, deje de fumar. Aparte de los riesgos para la salud, la nicotina actúa como un estimulante y provoca más síntomas de estrés. (4) Haga ejercicios regularmente. Escoja los que no sean competitivos, y establezca metas razonables.

Sea constante. (5) Cuando se sienta abrumado, recuérdese a sí mismo qué cosas hace bien o en qué es bueno. Tenga un sentido de autoestima saludable. (6) Decídase a actuar. De nada sirve que conozca las formas de aliviar el estrés si no hace el esfuerzo de ponerlas en práctica.

CURIOSIDAD INVESTIGATIVA

Robert Sapolsky, profesor de Biología y Neurología en la Universidad de Standford en California, ha investigado los extremos en el comportamiento humano. Experimentamos el estrés y el placer como opuestos, sin embargo, estos dos estados producen reacciones fisiológicas idénticas. Según explicó el científico en una entrevista: ‘Si se analizan los ciclos cardiacos de una persona, no se puede apreciar la diferencia entre si una acaba de matar a otra o ha tenido un orgasmo’.