Recordar a los perdedores

Actualizado
  • 02/03/2025 00:00
Creado
  • 01/03/2025 12:56
En los premios Óscar todos se emocionan por los ganadores. ¿Quién guarda en su memoria a los derrotados? Aquí algunos de los que esta noche se irán con poco o nada a sus casas.

Esta noche se hablará mucho de los ganadores de la edición 97 del premio Óscar. Como todos sabemos, vencer siempre es un hit mediático y no es la excepción este reconocimiento que lo quieren hasta los que dicen no desearlo.

¿Qué ocurre con el resto de los títulos que no salen favorecidos? Las producciones que se quedan sin la estatuilla dorada, y los equipos que las hicieron posible, se conforman con la ilusión de lo que no se pudo, de los cinco minutos de fama por ser tocado con la varita mágica del tío Óscar, y al final, con el silencio que traen consigo las derrotas.

Hoy prefiero referirme a esos largometrajes que es bastante posible que se queden con poco o nada luego de las votaciones ejercidas por los casi 10.000 integrantes de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.

Este grupo de artistas de diversos oficios son los responsables de poner en marcha cada año la distinción más famosa, polémica y popular del séptimo arte (con perdón del loable trabajo que hacen las otras academias del mundo y los festivales de cine).

‘Nickel Boys’

En la categoría de mejor película, quien tiene nula posibilidad de vencer es un título que me encantó por encima de las excelentes Anora y The Brutalist. Se llama Nickel Boys.

RaMell Ross (nominado al Óscar en 2019 por su documental Hale County This Morning, This Evening, nos ofrece una de las más bellas óperas primas de ficción producida en Estados Unidos en el año 2024: Nickel Boys.

La mirada ingeniosa de Ross, su capacidad audaz de dónde poner la cámara, su diestro trabajo con sus actores y su acertada adaptación al libro de Colson Whitehead hacen que Nickel Boys sea más que sobresaliente.

‘Aún estoy aquí’

Si todo sale como resaltan los indicadores, hoy debe obtener el aparte de película internacional la brasileña Ainda estou aqui (el primer título en idioma portugués en ser nominado a película del año), dirigida por Walter Salles, de quien recomiendo ver sus excepcionales dramas sociales Estación central de Brasil (1998) y Diarios de motocicleta (2004).

Quien parece que verá pasar el Óscar ante sus ojos es la protagonista de Aún estoy aquí, Fernanda Torres, quien encarna al personaje más complejo de la categoría de mejor actriz principal: la de Eunice, la viuda de un congresista desaparecido durante la feroz dictadura brasileña, una mujer que debe sobrevivir al duelo, a la derrota de los derechos humanos, a la ausencia de una democracia real en su país, a criar a sus hijos sola, y ante la impotencia de un sistema que aplasta a los disidentes, ofrece una protesta contenida y dolorosa.

‘Flow’

En esta ocasión, la mejor película animada no fue producida en la unión americana por empresas de renombre como DreamWorks Animation (The Wild Robot), ni de Pixar (Inside Out 2), ni de Aardman (Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl).

La excelencia vino procedente de Letonia de la mano de Flow, que no solo se convirtió en la primera producción en la historia de su país que está presente en el Óscar, sino que recibió una segunda nominación poco usual para un largo animado: película internacional.

Flow, de Gints Zilbalodis, es silente (sin parlamentos como eran los primeros años del cine), pero hay tanta acción, temas y giros argumentativos que nunca echas de menos las palabras habladas. Habla de la amistad, de la solidaridad, del deterioro del medio ambiente, de la huella negativa que a veces hemos provocado los seres humanos en la naturaleza. Brinda tantas enseñanzas.

‘Septiembre 5’

Cada año hay producciones que no son tomadas en cuenta por los votantes de la Academia de Hollywood y en otras ocasiones están en la carrera por obtener un hombrecito dorado, pero lo hacen en pocas categorías. Esto último le ocurrió a la producción alemana Septiembre 5, que solo logró entrar a mejor guion original.

El cineasta suizo Tim Fehlbaum les brinda a los espectadores una magistral clase de periodismo, ante un intenso thriller dramático y político que retrata desde un prisma diferente las responsabilidades éticas del periodismo moderno y, de paso, nos acerca a uno de los costados del conflicto árabe-israelí.

Mereció muchas más nominaciones.

‘The Substance’

La substancia (Reino Unido), de Coralie Fargeat, tiene altas probabilidades de llevarse hoy domingo dos Óscar: actriz principal para una solvente Demi Moore, y maquillaje y peluquería. Esas son buenas noticias.

¿Qué es lo triste? Es casi nula la posibilidad de llevarse el galardón en los apartes de película, dirección y guion original, por más que se lo merece esta reflexión sobre la obsesión por la eterna juventud y lo que somos capaces de hacer por la vanidad corporal.

Lo que es una verdadera lástima, porque son pocos los largometrajes de terror (solo siete largometrajes lo han logrado en 97 años de competición) y unos cuantos de ciencia ficción (salvo Dune, Todo a la vez en todas partes y Black Panther de manera reciente) que llegan a descollar más allá de los renglones técnicos en el Óscar.

Cabe resaltar otra injusticia ya que hablamos de The Substance, de Coralie Fargeat: en 97 ediciones solo 9 mujeres han sido nominadas a mejor director. ¿Será machista el Óscar?

Guy Pearce

Sigue causándome dolor que en su momento no fuera nominado Guy Pearce por su labor en el brillante policíaco L.A. Confidential (1997), ni en el inteligente neonoir Memento (2000).

Después de aparecer en 81 producciones (entre cine y televisión), este australiano recibe apenas su primera nominación a la estatuilla dorada por The Brutalist, en la que encarna al industrial Harrison Lee Van Buren, un ser humano que al principio creas reservadas simpatías con él, aunque en el resto de los 215 minutos de metraje sientes lástima y aversión por este personaje.

Edward Norton
Hay otros que son tomados en cuenta con frecuencia por la Academia de Hollywood, aunque a la larga sin resultados tangibles.

Edward Norton ha sido nominado tres veces al Óscar como actor de reparto: A Complete Unknown (2024), Birdman (2014) y Primal Fear (1996).

En una única ocasión estuvo a metros del Óscar como intérprete principal por su soberbia encarnación de un cuestionable joven skin head en American History X (1998), perdiendo ante un apenas correcto Roberto Benigni por la bienintencionada La vida es bella (¿fue otro de esos Óscar prefabricados por Miramax?).

En A Complete Unknown, Edward Norton entra en la piel de un bondadoso y noble Pete Seeger, un cantante y compositor del folk estadounidense que influyó en la carrera de un muchacho llamado Bob Dylan.

Diane Warren

Un artista debe ser demasiado talentoso para que en ocasiones seguidas sea nominada en la misma categoría con el sueño de quedarse con la estatuilla dorada. Un ejemplo es Diane Warren.

Su octava nominación consecutiva la obtuvo en el aparte de mejor canción original por The Journey de The Six Triple Eight y todo da a indicar que perderá, otra vez, por octava ocasión continua.

Van 16 veces que es tomada en cuenta y en la misma similar cantidad de ocasiones ha conocido el mayor de los desaires. ¿Su consuelo? La Academia de Hollywood, para evitar que el bochorno fuera aún más enorme, le otorgó un justo Óscar honorífico en 2023.

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones