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- 20/01/2021 00:00
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Desde tiempos remotos es conocido que una de las expresiones en lengua cueva que se le atribuyen al vocablo Panamá es la de abundancia de peces.
Se tienen registros de que desde tiempos precolombinos ya se utilizaban peces marinos, principalmente algunos carángidos, bagres, roncadores, corvinas y róbalos (Jiménez y Cooke, 2001).
Para 1942 aparece el primer pez en un sello postal de Panamá: un pez espada; y para 1965 se emite la primera serie de sellos de peces que contaba con pargo mancha, dorado, tiburón martillo y pez vela.
Los principales estudios ictiológicos realizados en Panamá incluyen aquellos de Meek & Hildebrand entre 1912 y 1928, tanto de peces marinos como de agua dulce.
Para Panamá se informa un total de 1,412 especies de peces en unas 194 familias que incluyen 212 peces de agua dulce, 29 endémicos (dos marinos: un tiburón fantasma y un bagre marino) y 51 en algún grado de amenaza (Fishbase, 2020). De estos al menos unos 250 son considerados de importancia comercial, incluyendo 31 peces que se encuentran en ambas vertientes (Pacífico y Caribe).
Las principales especies de peces capturadas en la pesca industrial informadas son anchovetas, arenques, atunes, orquetas, tiburones, mientras que las principales especies capturadas en la pesca artesanal son pargos, corvinas, sierras y cojinúas.
Por otro lado, la pesca artesanal ha generado en promedio unos $59,1 millones entre 1999-2012, mientras que la cantidad de pesca total anual promedio es de unos 26,6 x 103 TM. Vale destacar que la cantidad y valor del desembarque anual 1999-2012 de la pesca industrial y artesanal ha sido fluctuante (Contraloría General de la República, 2015).
El total de especies marinas comerciales recopiladas en los listados gubernamentales para la costa Pacífica de Panamá incluye 136 especies, 119 peces óseos y 17 cartilaginosos (Garcés, 2018). Dichas especies se ubican en un total de 35 familias, 31 de peces óseos y cuatro (4) cartilaginosos, y de un total de 84 géneros. Las familias más representativas fueron Carangidae (24 carángidos), Sciaenidae (18 corvinas), Lutjanidae (9 pargos), Carcharhinidae (9 tiburones), Haemulidae (8 roncadores) y Paralichthyidae (8 lenguados), comprendiendo un 55% del total (total de 76 especies).
Por otra parte, los géneros más representados fueron los pargos Lutjanus spp. (8), las corvinas Cynoscion spp. (6), los tiburones Carcharhinus spp. (5), los róbalos Centropomus spp. y martillos Sphyrna spp. (4).
Existen algunos informes que indican que los principales desembarques de peces en el muelle Panamá consisten en cojinúa (Caranx caballus) con 12,6%, sierra (Scomberomus sierra) con 10,0%, jurel (Caranx caninus) y pargo de la mancha (Lutjanus guttatus) con 7,1%, pargo rojo (Lutjanus colorado) con 5,5% y corvina coliamarilla (Cynoscion stolzmanni) con 5,4% (Montilla, 2012).
Las familias que representaron las mayores capturas fueron Carangidae con 24,7%, Scombridae con 19,2%, Lutjanidae con 13,5%, Sciaenidae con 10,6%, Haemulidae con 3,8%, Kyphosidae con 3,2%, Sphyrnidae con 2,6%, Serranidae con 2,4% y Coryphaenidae con 1,7%. Vale destacar, que la revoltura totalizaba 6,7% del desembarque total de las capturas y que la mayoría de las otras 17 familias estuvieron representadas con menos del 1,6% del total de la captura cada una.
Informes de desembarques pesqueros mas recientes en el muelle Panamá apuntan que las principales especies de peces marinos capturadas fueron tollo o cazón con 16,7%, sierra (Scomberomus sierra) con 13,8%, corvina coliamarilla (Cynoscion stolzmanni) con 8,5%, cojinúa (Caranx caballus) con 6,8%, jurel (Caranx caninus) con 6,0%, dorado (Coryphaena hippurus) con 6,0% y corvina blanca (Cynoscion albus) con 5,5% (Hernández, 2015).
Las familias que representaron las mayores capturas fueron Carangidae con 25,8%, Coryphaenidae con 22,5%, Sciaenidae con 13,4%, Sphyrnidae y Carcharhinidae con 12,4%, Scombridae con 8,0%, Haemulidae con 3,1% y Lutjanidae con 2,9%. Adicionalmente, se encontró que la revoltura totaliza 5,0% del desembarque total de las capturas y que la mayoría de las otras familias, Belonidae, Centropomidae, Lobotidae, Ephippidae, Mugillidae, Stromateidae y Paralichthyidae, estuvieron representadas con menos del 1,6% del total de la captura cada una.
Revisando las guías de peces comerciales recientes disponibles se recopilaron 223 especies de peces de importancia comercial para el Pacífico de Panamá, correspondientes a 183 peces óseos y 40 cartilaginosos (Garcés, 2021). Las familias más representativas fueron Carangidae (28 carángidos), Sciaenidae (25 corvinas), Carcharhinidae (17 tiburones), Serranidae (17 serránidos), Haemulidae (14 roncadores), y Lutjanidae (10 pargos), comprendiendo un 50% del total (111 especies).
Adicionalmente, se encontró un total de 39 peces en alguna categoría de amenaza, con lo cual se requiere de un mayor esfuerzo en la captura de datos de los desembarques pesqueros a nivel nacional para evaluar el comportamiento y medidas a aplicar en materia de pesquería comercial.
Algunas especies de peces consideradas como invasoras del medio marino reportadas para Panamá incluyen básicamente a la cobia (Rachycentron canadum) en el Pacífico proveniente de un cultivo del Ecuador y el pez león (Pterois volitans) en todo el Caribe. El pez león es la principal especie invasora marina que llegó a aguas del Caribe alrededor de 2008, afectando principalmente especies de peces y crustáceos asociados a los arrecifes coralinos.
Como ocurre en otras latitudes, en Panamá este pez voraz ha reducido drásticamente las poblaciones de especies de peces y mariscos nativos en todo el rango de distribución desde Bocas del Toro, Colón y San Blas.
La Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) promueve la captura y consumo de esta especie invasora con el objeto de contribuir a su control o paulatina eliminación, y para ello se organizan diversos torneos de pesca en Colón, Bocas del Toro y San Blas.
La biodiversidad de peces de Panamá es relativamente alta y ocupa numerosos ambientes marinos tanto en aguas abiertas, o pelágicos, como en fondos, demersales y bentónicos.
Debemos hacer esfuerzos para proteger la fauna marina en general y en particular la ictiofauna o de peces ya sean de arrecifes o manglares, cerca de la costa o neríticos o bien de aguas abiertas u oceánicos. En la actualidad se hacen esfuerzos de regulación de algunas especies de peces comerciales, así como de protección de aquellos que se ubican en las 44 áreas marinas protegidas con las que contamos.