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- 02/06/2021 00:00
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Todos hemos escuchado sobre la contaminación que genera el plástico en el planeta, pero ¿qué sabemos sobre los microplásticos y sus efectos en el medio ambiente?
De acuerdo con Denise Del Valle, científica del Centro de Investigaciones Hidráulicas e Hidrotécnicas (CIHH) de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), la presencia del microplástico en el país está marcada tanto en la vertiente del Pacífico como en el mar Caribe.
“En la vertiente del Pacífico está muy marcado el foam, el hielo seco y el polietileno, mientras que en lado del Atlántico o mar Caribe encontramos partículas de polipropilenos y polietilenos, así como también microplásticos, estas diminutas partículas de polímeros sintéticos que surgen de la fabricación de una infinidad de productos desde cosméticos y otras materias primas, y otros que surgen como resultado de la degradación de plástico más grande”, mencionó Del Valle quien lideró el foro: 'Del plástico al microplástico: impactos y prevención de la contaminación' gestionado por la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología y la UTP.
Durante ese foro, la ingeniera Marisol Landau, presidenta de Fundación de Acción Social de Panamá (FAS), señaló que la gestión deficiente de los desechos sólidos es un problema que se ha agravado en el tiempo y no “vemos en el corto plazo una solución”.
“Las razones son diversas, pero la más visible, la que nos causa frustración, ha sido la incorporación de un material que hace 30 años estaba limitado a contadas aplicaciones, “hablamos del plástico”, que no se degrada y permanece por siglos en el ambiente. El planeta se está movilizando en una guerra contra este material, pero una visita al supermercado nos alerta de que no hay varita mágica y que esta lucha tenemos que librarla implementando acciones innovadoras”, destacó.
Según las expertas, el llamado a la acción sobre la contaminación por plásticos llegó desde el mar. Estos residuos han creado la que se conoce como isla o basura de plástico tanto en el Pacífico como en el Atlántico, y los animales mueren con el estómago lleno de estos desechos o enredados en ellos.
De acuerdo con el estudio 'Nadando entre microplásticos' realizado por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en 2020, solo el 1% de los desechos plásticos marinos se recupera en la superficie del océano, lo que significa que el otro 99% probablemente se hunde o es consumido por organismos marinos.
A partir de julio de 2021 comenzará a regir la Ley 187 sobre el uso de plásticos, en Panamá. En ese sentido, el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) continúa haciendo docencia en torno a los plásticos de un solo uso.
Esta norma establece la prohibición de uso general y la comercialización de hisopos para el oído con plástico, cobertores de plástico para ropa de lavandería, varillas plásticas para sostener globos, palillos plásticos para dientes, palillos coctel de plástico, palillos plásticos para caramelos y anillos para latas.
Víctor Cadavid, director forestal de MiAmbiente, señaló que a partir de julio del año 2022 no podrán ser vendidos empaques plásticos para huevos, revolvedores de plástico desechables y platos plásticos desechables, mientras que desde el 31 de diciembre del año 2023 se incluye en esta restricción la venta de carrizos de plástico.
Kassandra Dudek, exbecaria del STRI y estudiante de doctorado en la Universidad Estatal de Arizona, observó cómo las comunidades microbianas marinas colonizan los microplásticos en Panamá.
Para esta investigación, Dudek tomó los seis tipos de plásticos comunes que se encuentran en la mayoría de los artículos para el hogar, como botellas de agua o cartones de leche, y los cortó en trozos pequeños antes de sumergirlos en las aguas tropicales de la bahía de Almirante, en la Estación de Investigación de STRI en Bocas del Toro. Dado que Panamá actúa como una cuenca de captura de desechos marinos en el Caribe debido a su geografía e interacción con las corrientes oceánicas, es un lugar privilegiado para el estudio de la contaminación plástica.
“Con miles de millones de piezas de plástico en los océanos, la dinámica de los entornos marinos está cambiando de una manera que aún no se ha descubierto. Con el tiempo, los plásticos desechados, como las bolsas para emparedados y las chanclas se han degradado en pequeñas partículas llamadas microplásticos, que tienen menos de 5 mm de largo”, destacó la investigadora.
Según Dudek, el objetivo principal del estudio era evaluar las diferencias entre los tipos de plástico, y quería asegurarse de que estos también fueran relevantes para el medio ambiente. “Los artículos de consumo que se encuentran en los hogares cotidianos son los plásticos que contaminan nuestras playas y océanos. Se estima que aproximadamente de 4,8 millones a 12,7 millones de toneladas de plástico ingresan anualmente al medio marino”, reseñó la científica.
Después de un mes y medio notó que las bacterias marinas no eran exigentes con las superficies donde decidieron asentarse. Formaron biopelículas (acumulaciones de bacterias) en todos los tipos de plástico, usándolos como arrecifes artificiales y creando “plastisferas”, un tipo de ecosistema que se encuentra en ambientes plásticos hechos por el hombre.
MiAmbiente empezó la conmemoración del “Mes de los Recursos Renovables” este 1 de junio sembrando árboles en diferentes zonas del país como parte del programa nacional de restauración forestal (PNRF).
A esta celebración se suma el Día Mundial de los Océanos a conmemorarse este 8 de junio, día en que el presidente de la República, Laurentino Cortizo, firmará el decreto en el que Panamá se posiciona como líder mundial azul (World Blue Leader) al alcanzar la meta 30x30 de protección de un 30% de sus océanos, antes de 2030, dijo Víctor Cadavid, director forestal de MiAmbiente.