No se hallaron culpables en naufrágio del ‘Prestige’

ESPAÑA. La justicia española absolvió esta semana a los tres acusados por la peor marea negra del país, ocurrida tras el naufragio del ‘Prestige’ en noviembre de 2002, limitándose a condenar a una corta pena al capitán del petrolero por negarse a que fuera remolcado. La fiscalía había pedido entre 5 y 12 años de cárcel para el capitán griego del barco, Apostolos Mangouras, el jefe de máquinas —también griego— Nikolaos Argyropoulos y el entonces director de la Marina Mercante española José Luis López-Sors.

‘Absolvemos a Apostolos Ioannis Mangouras, Nikolaos Argyropoulos y a José López-Sors González de los delitos contra el medio ambiente y daños a espacios naturales protegidos’, afirmó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, en el noroeste de España, en una sentencia leía por su presidente, Juan Luis Pía.

El cuarto acusado, el primer oficial del petrolero, de nacionalidad filipina, Ireneo Maloto, se encuentra en paradero desconocido.

El tribunal consideró que los tripulantes no estaban al corriente de los defectos del navío, construido en 1976, que lo llevaron a averiarse frente a las costas gallegas el 13 de noviembre de 2002, en medio de un fuerte temporal en el Atlántico, cargado con 77 mil toneladas de fuel.

‘Es poco verosímil que quien haya de navegar en un buque de esta clase coopere en ocultar defectos estructurales que puedan poner en riesgo su propia vida’, consideró el tribunal.

Y subrayó que el barco, pese a tener según un experto un estado ‘tan deplorable que nunca se debió autorizar su navegación’, había sido revisado y reformado recientemente y disponía de todos los certificados y autorizaciones para transportar petróleo.

También estimó que la decisión de López-Sors, único responsable gubernamental español juzgado por la catástrofe, de alejar el buque fue inicialmente correcta pese a que derivó en la contaminación de 2,980 kilómetros de costas españolas, portuguesas y francesas, en lugar de concentrar el vertido en un punto localizado. ‘Todo indicaba en aquellos momentos que la decisión adoptada era la más correcta, sino la única posible’, consideró el tribunal.

Seis días después de su avería, el ‘Prestige’, un petrolero liberiano monocasco con pabellón de Bahamas y construido en los años 70, se partió en dos el 19 de noviembre de 2002 dejando escapar 63 mil toneladas de crudo.

ÚNICA CONDENA

La única condena en este juicio, dirimido tras ocho meses de audiencias con más de 200 testigos y expertos, fue para Mangouras por su negativa en un primer momento a permitir que las autoridades españolas remolcasen el ‘Prestige’ tras su avería. ‘Condenamos a Apostolos Iannis Mangouras, como autor criminalmente responsable de un delito de desobediencia grave a la autoridad a la pena de 9 meses de prisión’, decidió el tribunal.

El capitán del ‘Prestige’, de 78 años, no irá sin embargo a prisión por su avanzada edad.

La ONG ecologista Greenpeace criticó la sentencia por considerar que no se juzgó a los verdaderos responsables de la catástrofe. El responsable de la campaña Energía de Greenpeace en España, Raquel Montón, denunció ‘que los culpables políticos no pagan, que las empresas culpables no pagan y que no se hace justicia cuando se trata de defender el medio ambiente’.

Greenpeace estima que ‘la decisión de alejar el buque fue uno de los mayores errores cometidos’ y que ‘la información ofrecida por las distintas administraciones a la población fue escasa, insuficiente y, en ocasiones, falsa’.

En el inicio del juicio, en octubre de 2012, la ONG ya había señalado que el actual jefe de gobierno, el conservador Mariano Rajoy, que en 2002 era vicepresidente del ejecutivo de José María Aznar, se había negado a hablar de una marea negra.

‘ Salen unos pequeños hilitos’ que tienen ‘aspecto de plastilina’, había dicho Rajoy en rueda de prensa en el momento del accidente.

Según el tribunal, ninguno de los expertos logró determinar las causas del accidente.

‘No hay ningún dato concreto que permita establecer con seguridad las causas de la extraordinaria, repentina e irreparable ave ría’, afirmó el tribunal.