“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
Estación lluviosa: ¿cuáles son sus beneficios?
- 14/04/2023 00:00
- 14/04/2023 00:00
La lluvia es el inicio del ciclo del agua, sin ella los lugares se clasifican como áridos, secos o desiertos, por eso la lluvia está asociada a la vida. El ciclo del agua se puede romper, por lo que es importante entenderlo.
El término lluvia, según la Real Academia de la Lengua Española, viene del latín pluvia que significa acción de llover y, de forma figurativa, abundancia o muchedumbre; y llover viene del latín pluere que significa caer agua de las nubes. Es por eso que los instrumentos con los que medimos la lluvia que se precipita de las nubes se llaman pluviómetros o pluviógrafos.
Cuando llueve, estos instrumentos miden la cantidad de agua que cae en un recipiente tubular que tiene sus medidas en milímetros, es decir, en vez de medir el agua en taza, el instrumento marca milímetros de altura de agua.
Eso permite indicar cuánta agua cae en un punto del territorio. Si colocamos varios instrumentos, mediremos la cantidad de lluvia dentro del área de una cuenca y registraremos en minutos, horas y días cuánto ha llovido. Con esto tendremos la cantidad de milímetros por unidad de tiempo que al analizarla nos dará los promedios de altura de agua en el mes, año o década.
Sirve para tener información sobre cuál es el comportamiento de la lluvia en un lugar, provincia o país, desglosada en cuánta lluvia “suele” caer en marzo o en abril, o cuáles son los meses más lluviosos o menos lluviosos. Eso, traducido a aplicaciones para el ecosistema al que pertenecemos, nos apoya para saber qué lugar es mejor para una toma de agua, para una hidroeléctrica o para un embalse para riego; o hacia dónde debemos llevar el agua porque en ese lugar el agua es escasa. Así es como las políticas hídricas se originan; primero se debe saber cuánta agua está “por los datos históricos”, disponible en un país.
Una vez que sé el agua que históricamente está disponible en una cuenca, puedo crear planes de manejo hídricos para su conservación y uso, de manera que extraiga solo la cantidad de agua que hará que las cuencas, pozos, acuíferos, lagos y demás reservorios de agua no se sequen.
En Panamá, los milímetros anuales de lluvia pueden ser en promedio 2.500 mm anuales, con esto se puede fijar una idea de lo que representa la cantidad de lluvia en una región. Pensemos. Si el Canal de Panamá se ubicó aquí, es porque la cantidad de lluvia alimentaba los ríos de manera suficiente para ubicarlo. Entonces, Panamá es un país con abundante lluvia. Eso ocurre en los países ubicados cerca del Ecuador, los que se suelen llamar países de trópico.
Si hablamos de promedio de lluvia mensual, en Panamá los promedios fluctúan entre nada de lluvia en algunos meses en verano hasta valores de 500 milímetros. De igual manera, estos valores dependen de cada región del país.
La región del arco seco tiene valores de lluvia anual entre 500 milímetros a 1.500 milímetros; de allí su nombre “arco seco”, porque es una región con una forma de arco “de precipitación” más seca que las otras, como por ejemplo, sobre la del Canal o Barú.
En otras latitudes existen regiones donde contar con 1.100 milímetros de lluvia anuales es tomado como abundancia. Tal es el caso de Chillán en Chile, región del Ñuble, donde los promedios mensuales de lluvia están entre 1 mm y 300 mm. Esto es importante para entender que la región del arco seco en realidad no es tan seca como parece, desde el punto de vista de países donde la precipitación es menor.
Entonces, ahora sí podemos decir que la estación lluviosa es importante porque de ella depende la cantidad de agua que se almacenará en las cuencas de las que nos abasteceremos durante el año y los años subsiguientes.
Ahora sí. ¿Cuáles son los beneficios de la estación lluviosa?
Hay un sinfín de beneficios, entre ellos está el 'turistear'. Se puede hacer turismo de frutas frescas y exóticas de temporada, hay precios más bajos en hoteles por el menor volumen de personas que se atreven a disfrutar la lluvia.
A quienes les apasiona la naturaleza, la estación lluviosa se convierte en una maravilla para encontrar puntos de avistamiento de colores, olores, lugares. Esta es la temporada de desove y de nacimiento de tortugas, y es también el inicio de la temporada de ballenas.
En el caso de la academia, la época lluviosa permite a los alumnos que estudian hidrología aprender “viendo” cómo el ciclo ocurre. Se pueden entender sus fases, sus procesos, las inundaciones que se generan de forma natural en los ríos; y aprender a “entender” por qué es importante saber hacia dónde y cómo se mueve el agua antes de interrumpirla.
Panamá es un país con abundancia histórica del recurso hídrico
En una entrega previa de esta sección comentaba sobre los desafíos de las ciudades con abundancia de lluvias; allí plasmaba que es interesante repensar cómo mitigar las inundaciones urbanas generadas por la carencia de ordenamiento del territorio. ¿Por qué? Porque si conocemos los procesos del ciclo del agua que ocurren en el territorio debido a las lluvias, podremos generar un ordenamiento territorial inteligente. Crearemos reservorios donde se requiera por la abundancia del recurso, o conservaremos los manglares para protegernos de las inundaciones generadas por los tsunamis. Inclusive, almacenaremos agua para llevarla de una región a otra del país como medida de mitigación ante eventos como El Niño.
Además, retomo uno de mis pensamientos para enfrentar los desafíos del agua: “El desafío más grande es contabilizar el agua, no es solamente saber cuánta agua hay, sino cómo se llenan esos depósitos. Las cuencas son como las personas, tienen sistemas distintos”.
Por eso un cambio de paradigma es pensar en diseños para el paisaje urbano que preserve los recursos hídricos como medidas de adaptación al cambio climático. Esto no es más que un enfoque de la planificación que integra la gestión del ciclo del agua sostenible en el entorno construido para lograr resultados ecológicos, ambientales, económicos y culturales positivos. ¿Cómo lo hace? A través del diseño de estrategias para el reuso de agua lluvia en el paisajismo urbano o rural que exalten el uso eficiente del agua, de manera que se aumenta la sostenibilidad de los ecosistemas a la vez que se conserva el recurso.
Esta entrega ha sido pensada para comentar las bondades de la estación lluviosa en Panamá, y por ello es relevante indicar antes de terminar que la lluvia provee de beneficios el desarrollo del país. Y precisamente por ello es vital que aceptemos que ella, por sí misma, no causa daños en las ciudades. Son las ciudades las que desconocen sus riquezas ambientales, y sin planificación territorial sostenible las que desaprovechan los beneficios de la lluvia para los ecosistemas y sus habitantes.