Bosques panameños cuentan con más aliados para su conservación

Actualizado
  • 13/04/2023 00:00
Creado
  • 13/04/2023 00:00
La implementación del Programa Nacional de Restauración Forestal ha tenido un impacto importante en los bosques del país debido al enfoque de restauración forestal que se evidencia en la recuperación de tierras degradadas y conservación de rastrojos que se han convertido en bosques jóvenes, secuestrando gases de efecto invernadero
Los datos en hectáreas y porcentajes de los Bosques y Otras Tierras Boscosas para el año 2021 y el resultado reflejaron que Panamá cuenta en cobertura con un 68%.

Plantar árboles es una manera de dar vida en todas sus formas, puesto que tienen la capacidad de disminuir los gases de efecto invernadero a través de dos procesos relacionados al ciclo del carbono, la fijación o captura de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y la reducción de emisiones debidas a la deforestación y degradación forestal.

Este proceso en el que los bosques capturan carbono de la atmósfera contribuye a la mitigación del cambio climático, dicen los expertos. Un bosque que crece está catalogado como un sumidero de carbono. Además, los árboles producen oxígeno, purifican el aire, forman suelos fértiles, evitan erosión, mantienen ríos limpios, captan agua para los acuíferos, sirven como refugios para la fauna, reducen la temperatura del suelo, propician el establecimiento de otras especies, regeneran los nutrientes del suelo y mejoran el paisaje.

En medio de la situación actual por la que está atravesando el planeta debido al cambio climático y el calentamiento global, ¿qué se está haciendo en Panamá para conservar los bosques?, ¿cuántos tipos de bosques hay en el país?

Vaneska Bethancourt, jefa de cooperación y financiamiento forestal del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), reconoció que los bosques son clave para la salud del planeta y el bienestar de los seres humanos. A su vez, detalló que más de la mitad de la producción económica mundial (o sea, el producto interno bruto (PIB) depende de los servicios de los ecosistemas, y eso incluye los servicios que proporcionan los bosques. Igualmente, enfatizó que más de la mitad de toda la población mundial utiliza productos forest ales no madereros para mejorar su bienestar y sus medios de subsistencia.

Este proceso en el que los bosques capturan carbono de la atmósfera contribuye a la mitigación del cambio climático.

“El uso sostenible de los bosques nos ayudará a avanzar hacia una economía verde basada en materiales renovables, reutilizables y reciclables, baja en emisiones de gases de efecto invernadero”, detalló Bethancourt.

Según el último mapa de cobertura boscosa y uso de suelo 2021 presentado por MiAmbiente, en Panamá hay un total de 5.945.470 hectáreas de bosques y otras tierras boscosas. Este mapa se comparó con la misma metodología utilizada para el informe 'Diagnóstico de cobertura de bosques y otras tierras boscosas de enero 2020'.

Según este mapa, el país cuenta con una cobertura boscosa del 68%, lo que indica que hubo un aumento del 3% en comparación con el año 2019, este resultado ubica en una posición privilegiada al istmo en cuanto a los bosques existentes en la región.

La buena noticia es que los eventos de deforestación en el país han tenido una tendencia a la baja desde el año 2000, manteniéndose estable hasta el año 2012. Sin embargo, en 2021 se observó una disminución significativa de 11.415 hectáreas (ha) a solo 3.013,86 ha lo que refleja una reducción de la deforestación, lo que indica la importancia de contar con la tecnología como sistema de control, trazabilidad y monitoreo forestal a nivel nacional.

Otro de los beneficios o aportes que brindan los árboles es que aumentan la fertilidad de los suelos, debido a que la cantidad de materia orgánica se incrementa. Gracias a sus raíces, disminuye la erosión que generan el agua y el viento, reteniendo la tierra y evitando, por ejemplo, los deslizamientos. Con respecto al agua, cumplen un papel fundamental pues mejoran la infiltración y retención de esta, permitiendo que lleguen a acuíferos subterráneos.

Panamá, ejemplo para el mundo

Milciades Concepción, ministro de Ambiente, fue enfático al señalar que los datos de recuperación de cobertura boscosa que hoy muestra el Ministerio de Ambiente son el resultado, en gran medida, de las acciones concretas que se han tomado en la actual administración, como la aplicación de las resoluciones que suspenden provisionalmente el otorgamiento de permisos especiales de aprovechamiento forestal con carácter de subsistencia y sus modalidades; así como permisos comunitarios y concesiones en bosques tropicales por un término no mayor de un año, del mismo modo el fortalecimiento de leyes que protegen los activos ambientales del país.

Ello unido a la creación de una Fiscalía Superior de Ambiente, la Unidad de Investigación sobre delitos ambientales de la Policía Nacional que alberga el Ministerio de Ambiente y la puesta en marcha del Plan Nacional de Restauración Forestal.

“Somos ejemplo para el mundo. Logramos proteger el 30% de nuestros mares, somos un país carbono negativo y tenemos la mayor cobertura boscosa de la región”, dijo Concepción en un comunicado.

Diana Laguna, viceministra de Ambiente y responsable del equipo de geógrafos que preparó el ministerio para el levantamiento del mapa, indicó durante su presentación, que las regiones que más bosques han perdido en los últimos nueve años son Panamá, la comarca Ngäbe Buglé y Darién, mientras que las que más aportan son Darién, Veraguas y Panamá.

Como impacto positivo, la funcionaria destacó que en este mismo tiempo la península de Azuero (Herrera y Los Santos), junto con Chiriquí y Veraguas, son las que más bosques han ganado.

Por otro lado, indicó que el 43% de los bosques se encuentra bajo protección al pertenecer al Sistema Nacional de áreas Protegidas (Sinap).

Otro dato en el que hizo hincapié fue en el valor de cobertura de rastrojos, que constituye un 6,46% de la cobertura boscosa total del país, por ser un importante aporte en la captación de gases de efecto invernadero.

Con relación a las comarcas, indicó que 32% de los bosques del país están dentro de las áreas comarcales, lo que demuestra el alto valor que tienen los pueblos indígenas en temas de conservación.

En cuanto a las cuencas hidrográficas, de acuerdo con el mapa, la que mayor porcentaje de bosques posee es la del río Chucunaque con 8,85%, río Bayano con 7,05%, río Tuira con 5,79%, río Changuinola con 5,42%, y la cuenca del río Cricamola y entre Cricamola y Calovébora con 4,40%.

Con respecto a Centroamérica y República Dominicana, países que conforman el Sistema de Integración Centroamericano (Sica), Panamá posee la mayor cobertura boscosa, lo que según Laguna reafirma una vez más la condición del país como una de las tres naciones a nivel global en ser carbono negativo, es decir que el territorio panameño capta más dióxido de carbono del que genera.

La implementación del Programa Nacional de Restauración Forestal ha tenido un impacto importante en los bosques de Panamá debido al enfoque de restauración forestal que se evidencia en la recuperación de tierras degradadas y conservación de rastrojos que se han convertido en bosques jóvenes, secuestrando gases de efecto invernadero.

Tipos de bosques en Panamá

Según las clasificaciones del mapa 2021, en el país existen entre 9 y 10 tipos de bosques, y gracias a la implementación del Programa Nacional de Restauración Forestal se ha logrado tener un impacto importante en los bosques de Panamá debido al enfoque de restauración forestal que se evidencia en la recuperación de tierras degradadas y conservación de rastrojos que se han convertido en bosques jóvenes, secuestrando gases de efecto invernadero. En primer lugar está el bosque latifoliado mixto maduro, el cual está compuesto principalmente por árboles adultos con diámetros altos y copas grandes. Con menor presencia de sotobosque y con una presencia en la zona mayor de 40 años, aunque se haya practicado tala selectiva.

Le sigue el bosque latifoliado mixto secundario. Este se caracteriza por una mayor presencia de especies pioneras. Estos son árboles con diámetros medios o bajos y sus copas no son grandes. La diferencia entre un rastrojo y un bosque secundario es que su altura promedio es mayor a cinco metros y la cobertura de sus copas superior al 30%. Se considera bosques secundarios a rastrojos con altura menor a cinco metros que hayan sido declarados para fines forestales.

Luego está el bosque de mangle, se trata de formaciones de bosques en el cual el 60% de los árboles presentes (cantidad de árboles por hectárea) pertenecen a una o varias especies de manglar.

No muy lejos está el bosque orey, son bosques que están formados en un 60% por las especies de Camprosperma panamensis (orey).

El bosque cativo, que está formado en un 60% de árboles predominantes de las especies Prioria copaifera (cativo).

Asimismo está el bosque rafia, un bosque natural que está formado en un 60% de la especie Raphia taedigera (rafia).

Mientras que el bosque plantado de coníferas es una de las especies predominantes, entre ellos están los pinos, abetos, cipreses, araucarias.

El bosque plantado de latifoleada está compuesto predominantemente por especies angiospermas, o sea árboles de hoja ancha.

Y el rastrojo y vegetación arbustiva lo componen distintas especies arbóreas y herbáceas que aparecen naturalmente después del abandono de tierras bajo uso agropecuario cuya altura promedio es menor de cinco metros.

La madera de cada uno de estos árboles se puede emplear para propósitos diversos, con un impacto ambiental menor que muchos materiales alternativos. Una vez que se utiliza la madera, se puede reutilizar y reciclar, lo que extiende su vida útil y reduce aún más su huella material.

“La ciencia y la innovación están generando productos nuevos muy interesantes a partir de la madera y los árboles, lo que incluye textiles, alimentos, materiales de construcción, cosméticos, productos bioquímicos, bioplásticos y medicamentos. El reemplazo de materiales menos sostenibles por madera renovable y productos derivados de los árboles puede reducir la huella de carbono”, aseguró la técnica.

Cómo influyen los incendios forestales
Los bosques y los desafíos ambientales

En Panamá, por ejemplo, en los últimos días se reportó un incendio en la Reserva Forestal Alto Guarumo en la provincia de Veraguas. Este incendio fue atendido por guardaparques, bomberos y personal de la comunidad. El viernes 7 de abril se contabilizaron 16 hectáreas afectadas; sin embargo, los fuertes vientos perjudicaron las labores de extinción, prolongando las acciones hasta el día siguiente, cuando el siniestro abarcó más de 50 hectáreas.

Julieta Fernández, directora regional de Veraguas, expresó que se utilizó la estrategia de fuego contra fuego para mermar los incendios de masa vegetal, también se mantienen limpiando los caminos de acceso a fin de evitar daños a las plantaciones. MiAmbiente tomará las coordenadas para determinar el nivel de afectación y se levantará un informe. Fernández destacó que se tiene indicios de que el posible motivo del incendio de masa vegetal en Alto Guarumo fue a raíz de una práctica de roza y quema, añadiendo que no había permiso para esto.

Jorge Escudé, encargado de la sección de Cultura Ambiental, expresó que los incendios de masa vegetal son una fuente importante de emisión de carbono que contribuye al calentamiento global y además tiene repercusiones sobre la diversidad biológica y la salud humana.

Añadió que la causa del calentamiento global es el incremento del efecto invernadero natural por el aumento de la concentración en la atmósfera, de los gases de efecto invernadero producidos por las actividades humanas.

A la vez, mencionó, que en Panamá en la última década (2012-2022) se han registrado 16.099,0 incendios de masa vegetal, afectando una superficie total de 229.528,69 hectáreas, que incluye vegetación de bosque primario intervenido, bosque secundario, rastrojo, bosque de manglar, bosques plantados, vegetación inundable, gramíneas, cultivos agrícolas establecidos y potreros.

En cuanto a los permisos de quemas controladas, señaló que solo el Ministerio de Ambiente es la autoridad competente para emitir u otorgar estos permisos, mediante la Ley 1 del 3 de febrero de 1994, Ley Forestal, la cual establece las medidas de control de quemas y las condiciones para el otorgamiento de permisos para cosecha de caña y quema para la producción agropecuaria, no mayor de cinco hectáreas y requisitos para quemas mayores de cinco hectáreas.

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