Alrededor del 4.3% de los manglares del mundo desaparecieron en las últimas dos décadas

Actualizado
  • 30/07/2021 09:43
Creado
  • 30/07/2021 09:43
Se estima que 6,600 km2 de manglares se perdieron desde 1906 a 2016. Los seres humanos son “responsables” de más del 60% de esta tragedia, revela un informe internacional

Los bosques de mangle son ecosistemas críticos, tanto para la biodiversidad como para la humanidad y aunque los esfuerzos por preservarlos han aumentado,  en las últimas dos décadas (1996-2016), mundialmente se perdieron alrededor del 4.3%, es decir, 6,600 km 2.

Con esta desaparición, en la actualidad, quedan 136,000 km 2 de manglares en todo el mundo, un área aproximadamente del tamaño de Costa Rica, y casi el 20% de estos bosques se encuentran en Indonesia.

Así lo revela el informe inaugural de la Alianza Global de Manglares titulado “El estado de los manglares en el mundo”, basado en mapas de Global Mangrove Watch, una plataforma en línea que brinda acceso a una variedad de conjuntos de datos que detallan los valores, las amenazas y las oportunidades de conservación y restauración de los manglares.

El estudio alerta que aunque la tasa promedio de pérdida de manglares se está desacelerando en todo el mundo, los cambios en los manglares se siguen dando por diversos motivos.

En sentido, destaca que los seres humanos son “responsables” de más del 60% de la pérdida de manglares. Las causas principales incluyen la conversión a tierras de cultivo, agricultura y / o urbanización.

El resto se debe a causas naturales o humanas indirectas, como la erosión, el aumento del nivel del mar y las tormentas, que se han exacerbado debido al cambio climático. 

No obstante,  los esfuerzos para protegerlos se están intensificando en todo el mundo y, en la actualidad, cerca del 42 % de todos los manglares que quedan se encuentran dentro de áreas protegidas designadas.

Indica que lo anterior constituye un gran avance, pero la distribución de estas áreas varía y la degradación y pérdida aún ocurre dentro de ellas debido a causas naturales y por fallas de implementación o de gestión; por lo tanto no solo la protección es un imperativo; también lo es la necesidad de restauración.

“Aunque la ciencia ha avanzado mucho en este sentido, muchos esfuerzos de restauración sin respaldo científico han fracasado. Por tal motivo, y dado que en realidad se conocen bien las condiciones necesarias para lograr una restauración, los socios de GMA y otros están sumando esfuerzos para compartir este conocimiento”, apunta.

Señala que mediante un modelo piloto reciente se estimó que puede restaurarse gran parte de los más de 6,600 km2 de manglares que se han perdido desde 1996. Por otro lado, también se están dando pasos para construir una Herramienta de Seguimiento de Restauración de Manglares como un medio para compartir información sobre los proyectos de recuperación en curso y así contribuir a una restauración efectiva a escala mundial.

“Estamos en un nexo. La ciencia nos ha proporcionado cifras convincentes que describen el inmenso valor de los manglares para las personas: para el carbono, la adaptación climática, los peces, la madera, la protección costera, el turismo y más”, dijo  Mark Spalding, científico marino principal de The Nature Conservancy, en una publicación de Wetlands Internacional.

Spalding considera que el informe Estado de los manglares del mundo transmite un mensaje claro a los líderes mundiales que se reúnen sobre el clima y la biodiversidad.

“Los manglares son un gran activo, pero si no los valoramos y protegemos adecuadamente, perderemos más que cualquier inversión financiera que se haya hecho en los manglares hasta la fecha. Esta es nuestra última y mejor oportunidad para crear un cambio positivo y duradero”, expresó.

LO MEJOR DE AMBOS MUNDOS

Los bosques de mangle se componen de distintos árboles y arbustos que cuentan con varias adaptaciones para vivir en el difícil entorno —en parte marino, en parte terrestre— de las aguas bajas costeras.

Albergan una gran cantidad de fauna, incluidas 341 especies clasificadas internacionalmente como amenazadas, desde el tigre hasta el caballito de mar, describe el estudio.

“La estructura y productividad de los manglares les permite sustentar ricas pesquerías. Con base en nuevas investigaciones, en muchos países, más del 80 % de los pequeños pescadores dependen de los manglares, y hay más de 4.1 millones de pescadores en el mundo que se dedican a la pesca artesanal, cada uno de ellos el puntal de una red o comunidad de dependencias”, sustenta.

Pero, las grandes operaciones pesqueras, principalmente de camarón, con frecuencia han pasado por alto cuánto dependen de los manglares como zonas de reproducción o de cría, añade.

Destaca que por ubicarse donde el mar se encuentra con la tierra, los manglares pueden reducir las inundaciones y actuar como defensas naturales contra el oleaje y el viento.

También actúan como diques permeables al amortiguar las marejadas y reducir los daños. 

Se estima que los manglares previenen daños a propiedad por más de 65,000 millones de dólares y reducen el riesgo de inundación para unos 15 millones de personas anualmente.

"Ante la aceleración del cambio climático, los manglares son contribuyentes particularmente importantes de la adaptación basada en ecosistemas, por su gran capacidad para mantener la vida y un sustento, incluso en los escenarios cambiantes que pronostican muchos modelos del clima futuro”, acota.

in embargo, una característica crítica de los bosques de mangle es su capacidad para convertir el dióxido de carbono en carbono orgánico a una tasa más alta que casi cualquier otro hábitat en la Tierra.

Este “carbono azul” se almacena en las plantas vivas y en el espeso suelo de turba donde permanece, fijo, durante siglos.

En la actualidad, los manglares del mundo almacenan carbono equivalente a 21 gigatoneladas de CO2. La destrucción de los ecosistemas manglares libera ese carbono en la atmósfera, con lo cual exacerba el cambio climático

De hecho, la GMA aboga por la inclusión de los manglares en los planes de adaptación y mitigación climática. Un proyecto piloto en el que se utilizaron los mapas de GMW reveló que el restablecimiento total de las zonas altamente recuperables podría restaurar o estabilizar carbono equivalente a más de 1.3 gigatoneladas de CO2 en la atmósfera, lo que es igual a la quema de 3000 millones de barriles de petróleo o a más de 3 años de emisiones de un país como Australia.

Detener las pérdidas en curso también produciría enormes beneficios en términos de emisiones evitadas, sostiene. En conjunto, las muchas virtudes de los manglares constituyen un argumento convincente que debe comunicarse, asimilarse y ejecutarse a nivel de los planificadores gubernamentales, inversionistas y aseguradoras, las ONG y las comunidades globales cuya subsistencia depende de ellos.

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