Perros entre la gente, la convivencia ‘versus’ la responsabilidad social

Actualizado
  • 11/02/2025 00:15
Creado
  • 10/02/2025 19:19
El especialista en entrenamiento canino Miguel De Gracia comparte recomendaciones sobre adiestramiento y socialización de estas mascotas.

Los perros han pasado de ser simples mascotas a convertirse en verdaderos miembros de la familia. Su presencia en la vida urbana ha generado cambios significativos en la sociedad, desde el auge de espacios pet friendly hasta la necesidad de normativas más claras en lugares públicos. Sin embargo, con estos avances surgen varias preguntas: ¿estamos preparados para una convivencia armónica entre dueños de perros y el resto de la comunidad?, ¿es importante educarlos?, ¿los lugares pet friendly son una moda o realmente una necesidad?

De acuerdo con Miguel De Gracia, entrenador de canes y director de la academia Agilcan Panamá, “las personas tendemos a creer que los perros tienen razonamiento y, hasta hoy, no hay evidencia científica que lo demuestre. Los perros actúan por asociación y repetición. Tienen conductas instintivas, por eso es importante la guía del propietario”.

El comportamiento de un perro en la ciudad depende, en gran medida, del entrenamiento y la educación que recibe. El adiestramiento no solo ayuda a evitar problemas de conducta, sino que también permite que los dueños puedan llevar a sus mascotas a más espacios sin generar molestias.

De Gracia destaca la importancia de la socialización temprana y el refuerzo positivo para garantizar perros equilibrados y adaptados a la vida urbana. “La mayoría de los perros que tenemos en casa, en realidad, son perros de trabajo. Son animales que, mediante la cría selectiva, han desarrollado características físicas y comportamientos específicos para determinadas tareas”.

El experto en entrenamiento canino agrega que “muchos de estos perros viven en apartamentos sin realizar actividades que les permitan gastar su energía. Como resultado, acumulan energía y, al no canalizarla adecuadamente, pueden desarrollar problemas de conducta como la destrucción de objetos, el mordisqueo y el ladrido excesivo. Estas conductas no ocurren porque el perro se porta mal, sino porque nosotros adquirimos una mascota sin asumir la responsabilidad de cubrir sus necesidades físicas y mentales”.

En relación a la agresividad, para De Gracia es fundamental comprender que los perros necesitan habituarse a su entorno y socializar. Si en etapas clave de su desarrollo, especialmente cuando son cachorros, no se acostumbran a la presencia de otros perros, personas, niños en cochecitos, adultos con andadores o personas con paraguas, por ejemplo, pueden desarrollar miedo o reacciones inesperadas ante estas situaciones.

Ir con el perro a todas partes

Cada vez más restaurantes, cafés, centros comerciales y otros espacios han abierto sus puertas a las mascotas, respondiendo a una demanda creciente de clientes que buscan compartir más experiencias con sus perros. Pero, la convivencia en estos espacios requiere reglas claras; algunos sitios han optado por delimitar zonas especiales y establecer códigos de conducta para evitar conflictos entre los clientes.

“Es bueno que cada vez haya más espacios pet friendly, donde los perros puedan participar en nuestras actividades diarias. Sin embargo, no todos los perros están preparados para estos entornos. Esto sucede porque muchas veces no nos encargamos de socializarlos adecuadamente ni de acostumbrarlos a ruidos fuertes, distintos olores o elementos fuera de su entorno habitual”, explica el entrenador.

Algunos perros pueden reaccionar con conductas agresivas para protegerse de lo que les genera temor. Por eso, aunque estos lugares son una excelente iniciativa, también es fundamental que los dueños socialicen correctamente a sus perros antes de llevarlos a estos espacios, evitando así posibles incidentes.

“Siempre digo que un perro bien entrenado se gana su libertad. Puedes llevarlo a cualquier lugar, pero eso depende de nosotros. El perro por sí solo no abrirá la puerta y saldrá a pasear o socializar; somos nosotros quienes debemos ayudarlo en este proceso”, añade De Gracia.

Recomendaciones para tener una mascota educada

- Elegir adecuadamente la raza (en caso de perros de raza). Es importante seleccionar una raza compatible con el estilo de vida de la familia.

- En el caso de adopciones, priorizar la socialización y la habituación al entorno desde una edad temprana.

- No separar a los cachorros antes de los dos meses. Separarlos demasiado pronto puede generar problemas de comportamiento, como desobediencia, dificultades para relacionarse con otros perros e incluso agresión.

- Evitar criadores irresponsables. En Panamá, uno de los principales problemas es la venta de cachorros demasiado jóvenes. Algunos vendedores entregan perros con apenas un mes de vida, cuando todavía están aprendiendo a controlar la mordida y a recibir correcciones de su madre. Esta separación prematura no debería ocurrir.

- Orientarse y educarse sobre el entrenamiento canino. Un perro con un buen adiestramiento será un excelente compañero. Aunque no todos los perros nacen con habilidades excepcionales, con una correcta educación y entrenamiento pueden convertirse en mascotas equilibradas y bien portadas.

‘Agility’, el deporte canino

El ‘agility’ consiste en una dupla compuesta por el guía y el perro, quienes deben sortear un grupo de obstáculos, entre los que se incluyen saltos, balancines, muros y saltos largos.

Dependiendo de la categoría, el recorrido puede incluir entre 10 y 22 obstáculos. Este deporte también tiene grados, similar al karate con sus cinturones blanco, amarillo y negro. En ‘agility’ existen diferentes categorías: baby cero, grado cero, grado uno, grado dos y grado tres, siendo estos últimos los oficiales.

“Aquí en Panamá iniciamos con el ‘agility’ hace casi 20 años. Sin embargo, desde 2019 el Club Canino de Panamá nos otorgó permiso oficial para organizarlo de manera más estructurada y en conjunto con ellos. Desde entonces, Panamá ha tenido representación internacional en 2023 y 2024 en competencias realizadas en El Salvador y Ecuador”, cuenta el director de la academia Agilcan Panamá, Miguel De Gracia.

Añade que “este deporte ayuda a canalizar la energía del perro. Como solemos llevar perros de trabajo a casa sin proporcionarles suficiente actividad, este tipo de ejercicio es una excelente forma de estimularlos. Además, es importante recordar que el perro es una subespecie del lobo. Genéticamente, el perro comparte un 99 % de su ADN con el lobo y, al igual que este, necesita drenar su energía, así como los lobos lo hacen a través de la caza”.

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