Diseñadoras promueven las técnicas artesanales en sus colecciones

Actualizado
  • 05/12/2023 15:50
Creado
  • 05/12/2023 15:29
Tres marcas panameñas, que incorporan piezas hechas a manos en sus piezas, se unen para promover las tradiciones y la cultura panameña en un evento de moda con propósito

Carteras, accesorios y zapatos hechos con materiales que utilizan las comunidades indígenas de Panamá para sus artesanías. Piezas de ropa adornadas con diseños hechos a mano. Es parte de lo que podrá ver y adquirir en el ‘Trunk show handmade corner’.

El evento se llevará a cabo este miércoles 6 de diciembre en las instalaciones de Modart, ubicado en Marbella, en la ciudad de Panamá; de 10:00 a.m a 7:00 p.m. Se trata de una colaboración entre tres marcas de diseñadoras panameñas que trabajan con los artesanos del país.

“Mañana vamos a exponer los trabajos que realizamos, en colaboración con manos de artesanos, promoviendo la moda, la artesanía y la cultura panameña. Es algo nuevo, y las personas están aceptándolo favorablemente en cuanto a la parte artesanal o hecha a mano, la incorporación de técnicas ancestrales y el uso de materias primas naturales, esto también está vinculado a todo el tema de la sostenibilidad”, expresó a este medio la diseñadora y fundadora de Originaria Panamá, Darlenys del Río.

Reveló que la “iniciativa surgió después de conversaciones sobre cómo promover, dar a conocer e incentivar a los clientes para que adquieran nuestras marcas. Todas una tienen una historia detrás de cada creación, ya que son productos hechos en Panamá que involucran manos de artesanas, generando empleo. Así surgió la iniciativa de organizar esta exposición y seguir realizando este tipo de eventos”.

Para las diseñadoras que forman parte de la actividad, la moda artesanal es el nuevo lujo. Expresan que hay marcas lujosas tienen años trabajando con moda artesanal, que toman las costumbres de algún pueblo y lo desarrollan en una marca de carteras, zapatos y más.

Las tres marcas locales, Originaria Panamá, Hilo crudo y Curu Panamá, han utilizado las tradiciones panameñas y la artesanía en sus piezas. Son proyectos de moda que trabajan con comunidades de artesanos para llevar estas técnicas ancestrales a otro nivel. Trabajan para que las técnicas no se pierda entre las nuevas generaciones.

Con el evento pretenden dar valor a lo artesanal para que los asistentes puedan regalar o adquirir una pieza con propósito. Para la fundadora de Curu Panamá, Yamileth Campos, “la oportunidad de estar en Modart y tener un rincón donde convergen marcas con piezas que cuentan historias es invaluable. Al mostrar una pieza, el cliente puede conocer su historia, como el modelo llamado Vidalina, nombrado en honor a la artesana de la comunidad de El Limón, una señora mayor y madre de tres hijos que teje la cesta. Cada pieza tiene una narrativa única, lo que le otorga valor al trabajo de estas artesanas”.

“Definitivamente, se busca promover lo hecho a mano, lo hecho en Panamá, ya que aquí existen numerosas técnicas, talentos y elementos que merecen ser mostrados y preservados. Esto no solo incentiva al artesano para que sus habilidades perduren de generación en generación, sino que también es esencial que las personas valoren estos productos. A veces, se pueden ver cosas hechas en otros países, pero en Panamá también tenemos mucho que mostrar y desarrollar”, añadió del Río.

Piezas con historias

Originaria, fundada hace tres años, encuentra su inspiración en la historia de una mujer llamada Merceida. “Ella fue mi estudiante de modistería y tenía una habilidad excepcional con la costura. Un día, durante el curso, me dijo que no podía asistir más porque tenía cuatro hijos y un esposo encamado. La iniciativa surgió cuando me pregunté cómo podría ayudar a esta persona. Empecé a comprarle algunas piezas y le encargaba trabajos, buscando darle un uso efectivo a esas piezas para que realmente tuviera trabajo constante. Así nació la marca Originaria, y decidí llevarlo más allá al darle oportunidad a otras mujeres para que pudieran trabajar desde sus hogares y generar ingresos sin descuidar sus responsabilidades en el hogar y con sus hijos”, contó la fundadora de la marca.

Darlenys del Río es de Veraguas. Tiene un taller en Santiago y desde ahí se traslada a diferentes comunidades, especialmente a áreas comarcales, para dar capacitaciones en el área de modistería. “También soy profesora del área de modistería en el Inadeh, así que comparto esos conocimientos con las muchachas para que puedan adquirir otras habilidades y también generar ingresos desde sus comunidades o trabajando con la marca”.

Curu Panamá tiene 10 años en el mercado. “Estudié diseño gráfico y artes plásticas y quería hacer una fusión de lo que me apasiona, que es la moda, con mi profesión como santeña que soy. Siempre estamos muy motivados a promover la cultura, la tradición y las costumbres. Cuando decidí crear mi marca, pensé: ‘Quiero crear piezas’, comencé con carteras, que es mi línea principal. Inicié plasmando a través de mis pinturas de estilo costumbrista esas tradiciones”, detalló Yamileth Campos.

“Hacía mis carteras con cuero y otros insumos que traía de afuera. Luego llegó la pandemia y todo se puso carísimo. Viendo en las noticias la problemática que estaban pasando los artesanos porque no había festividades y no estaban vendiendo sus productos, pensé: ‘Voy a trabajar con ellos’ y armé el grupo”.

Relató que empezaron a trabajar y a diseñar, “ para ellos fue un reto porque están acostumbrados a trabajar con el molde del sombrero típico, y vengo yo a trasladarlos a la técnica de cartera. Lo logramos, y de ahí resultó la línea de carteras de fibra natural con la técnica del sombrero típico. Igual lo hago con técnicas emberá y de otras comarcas. Los artesanos están entusiasmados y cada día estamos evolucionando, viendo qué otra cosa se puede hacer”.

Hilo crudo tiene tres años en el mercado. “Mi marca se basa en la recuperación de técnicas manuales y ancestrales. Empecé a trabajar con una línea de hogar que incluye tapices y cojines. Fue así como, en ese camino, conocí a Darlenys, y desde hace tiempo colaboro con ella en lo que respecta a accesorios. Mis líneas se centran en accesorios como collares, carteras, cinturones y una línea de calzado”, compartió su fundadora, Lisbeth Rodríguez.

Junto a Darlenys del Río comparte un objetivo común: que sus marcas tengan un propósito más allá de la venta y el diseño. Por eso, están desarrollando un proyecto para enseñar técnicas manuales a las mujeres que están privadas de libertad y estas puedan generar ingresos.

“Queremos que sea algo más humano, que acerque a las personas y que contribuya a ayudar a otros. El textil es algo que se puede trabajar simplemente con las manos, y es lo que yo hago al trabajar con macramé, tejido y crochet. Representa una oportunidad para que aquellas personas que están privadas de libertad puedan generar ingresos desde donde se encuentren”, manifestó Rodríguez.

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