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Miss Panamá, 95 años del primer certamen de belleza en el istmo
- 16/12/2024 00:00
- 15/12/2024 16:58
Para la primera edición de señorita Panamá, los organizadores fueron a La Estrella de Panamá y su homólogo The Star and Herald en el año 1929. La propuesta la hizo la empresa Miami National Bathing Beauty Pageant Company Inc. para elegir a una chica que luego asistió a Estados Unidos para la escogencia de la representante de Norte América.
Así como la oferta llegó a Panamá, también se invitó a participar al resto de países de la región Latinoamericana y a raíz de eso surge entonces el Concurso Miss América Latina.
Para el 12 de diciembre de 1929 el periódico publica en primera plana las bases para el concurso de belleza, el concurso se desarrolló desde el 14 de diciembre hasta el 18 de febrero de 1930. La mecánica utilizada en aquel entonces era mediante la acumulación de votos que se encontraban en las ediciones impresas de La Estrella de Panamá, cada cupón es válido para 5 votos.
En esta primera edición se inscribieron 27 chicas provenientes de diferentes regiones del istmo, la participación inicial fue mucho mayor pero a lo largo del proceso de selección se fueron depurando las candidatas hasta llegar al listado final.
Para la escogencia de la ganadora, se realizaron tres escrutinios, dos fueron en diciembre y uno en febrero de 1930. En todos los escrutinios sale ganadora Mélida Boyd, quien es recordada como una mujer hermosa, elegante y con una belleza natural que conservó hasta la hora de su muerte, en el año 2000.
“Boyd recibió desde el principio de su candidatura muchos poemas de admiradores y amigos. Luego de su triunfo como Miss Panamá llovieron miles de poemas en los que alaban su belleza y su don de gente”, así lo reafirma Rolando Espino en su libro Miss Panamá y Miss America Latina 1930 Mélida Boyd.
A mediados de febrero de 1930 llegaron a Panamá las ganadoras de países vecinos como Perú, Bolivia, Chile, Nicaragua, Costa Rica, Guatemala y Ecuador. El 22 de febrero se presentan en el teatro Cecilia, “un evento que fue muy concurrido y muy afamado ya que era la primera vez que se realizaba un evento de esta categoría en Panamá”, destaca Espino en su libro.
Luego de la visita de las candidatas de los demás países de la región, parten hacia Cuba el 24 de febrero, donde recogerían a la candidata de dicho país y luego llegar a Estados Unidos donde se llevaría a cabo por primera vez el concurso Miss América Latina.
Durante el certamen realizado en EE.UU surgieron algunos contratiempos, como lo menciona Espino en el libro, la representante de Costa Rica se negó a competir en traje de baño y otras concursantes también hicieron ver su malestar al tener que exhibirse en vestidos de baño y los organizadores no tuvieron otra opción que dejarlas desfilar en vestidos de noche.
Una vez concluido, sale como ganadora Miss Panamá, la Srta. Mélida Boyd, la cual es descrita como una mujer de 20 años, ojos marrones y 1.67 metros de estatura, cabellos negros y dedicaba su vida profesional a la educación escolar.
“Melida demostró ser una excelente representante de Miss América Latina, alcanzando el triunfo con su belleza, inteligencia y humildad. Su desempeño es digno de admiración y orgullo para el pueblo panameño en una época donde no se daban este tipo de concursos”, concluyó Espino en su Libro.
Los concursos de belleza continúan siendo un fenómeno cultural relevante en muchas sociedades, destacándose por diversas razones. Para algunos, representan un símbolo de identidad nacional, valores colectivos y orgullo, al convertir a sus participantes en figuras icónicas.
Además, la confianza desempeña un papel crucial en estos eventos, influyendo tanto en las calificaciones de los jueces como en la percepción del público. Las reinas de belleza, por su parte, suelen ser vistas como modelos a seguir, lo que subraya la importancia de que sean capaces de responder preguntas con claridad y reflexión.
Estos certámenes también ofrecen una plataforma para resaltar la belleza, inteligencia y elegancia de las participantes, sirviendo como un escaparate para sus talentos y cualidades.
Sin embargo, no están exentos de críticas. Muchas voces cuestionan su papel en la promoción de estándares físicos específicos y su impacto negativo en la salud mental, al fomentar un ambiente de constante comparación.
El debate sobre su relevancia y los valores que transmiten sigue vigente, reflejando las tensiones entre la tradición y las demandas de una sociedad más inclusiva y diversa.
“En los últimos años la influencia sociocultural asociada a la belleza está experimentando cada vez un mayor impacto, si bien hace unos años la presión en torno a cánones y estereotipos de delgadez promovidos por la televisión y revistas era los imperantes, en la actualidad con la revolución de las redes sociales esta influencia cobra una mayor huella en la población”, destacó la psicóloga María Luisa Verdú, directora clínica Directora Clínica de Ita Previ Alicante, en su blog.
Agrega que “imágenes que generan comentarios como: ‘estás muy guapa’, ‘te ves increíble’ o ‘cada vez pareces más joven’ reciben la atención de un amplio grupo de personas, junto con una gran cantidad de likes. Este fenómeno refuerza de manera significativa la importancia que se le otorga a la belleza y a los estándares que la sociedad establece sobre lo que la define”.