Los desfiles patrios en Panamá: construcción de identidad y patriotismo en los espacios públicos urbanos

Actualizado
  • 16/11/2024 00:00
Creado
  • 15/11/2024 17:20
Estos eventos son una expresión de la identidad panameña, que mezcla influencias sociales, políticas y étnicas

El momento de los desfiles patrios en Panamá es uno de los principales en el que la población se vuelca hacia los espacios públicos como una manera de expresión, representación y el refuerzo de su identidad como panameños. De hecho, los espacios públicos, tanto en el pasado como en el presente, han sido escenario de la contestación por parte de la gente corriente de diversas posturas sobre la participación ciudadana, la identidad y la ciudadanía.

Los desfiles patrios en Panamá revelan una rica mezcla de influencias, circunstancias y culturas que han contribuido a la construcción de la identidad nacional del país. Desde sus inicios, han sido un reflejo de la interacción de diversos grupos sociales, políticos y étnicos, y han servido como un medio tanto de expresión popular como culta.

Como es tradición, se realizaron en la ciudad de Panamá los días 3 y 4 de noviembre de este año sobre las calles de San Felipe, Cinta Costera y la calle 50. También se han organizado en el pasado a lo largo de la avenida Central, Calidonia y la vía España. En algunas ciudades y pueblos del interior no se realizaron con normalidad debido a las inclemencias del tiempo.

Tradicionalmente, han despertado un gran entusiasmo entre cierto público, particularmente las escuelas, instituciones y comunidades organizadas que participan en los desfiles. En otra mayoría son simplemente días de asueto y hay una declaración expresa del desagrado o rechazo por estas manifestaciones, ya sea participando u observando.

Junto a las dianas y los actos conmemorativos, los desfiles patrios han sido una tradición en Panamá desde sus inicios en los años 20 cuando se incorporaron las marchas y uniformes militares, cuando sólo desfilaba el ejército nacional, las instituciones gubernamentales y posteriormente se incorporaron las escuelas públicas y luego los contados colegios privados.

Es una herencia del primer ejército de Panamá que se formó en 1903, cuando una brigada del ejército colombiano se pasó al bando separatista y se convirtió en el Ejército Nacional de Panamá. Sin embargo, en 1935, Estados Unidos junto a la burguesía criolla llegó a disolver el ejército nacional y entregar sus armas al ejército norteamericano. Panamá formó un cuerpo de policía militar, la Policía Nacional, con funciones muy limitadas y escaso poder disuasivo, a partir de la cual evolucionarían las fuerzas de seguridad pública de Panamá.

Desde entonces es el espacio en que, tanto las fuerzas policiales como los cuerpos de bomberos, los colegios públicos y privados, y servidores públicos se exhiben frente a la ciudadanía y donde se les reconoce. En una suerte de reacción mutua, por un lado, los estudiantes y servidores públicos desfilan orgullosos con su uniforme y sus distinciones a la ciudadanía a la cual sirve. Por otro lado, el servidor es reconocido por los asistentes al desfile y por los televidentes a lo largo y ancho del territorio nacional.

En 1950, se incorporan las bandas independientes, siendo la banda del Hogar una de las primeras tras su fundación en el año 1953. En la actualidad, según el Ministerio de Educación, hay más de 48 de estas organizaciones en todo el país agrupadas en la Federación Nacional de Bandas Independientes de Panamá (Fenabisp) y la Federación Panameña de Bandas Independientes (Fepabi).

Por otro lado, a los desfiles también se ha incorporado la participación de las bandas de música dentro de las escuelas y bandas independientes, un grupo de instrumentistas cuyo performance se compone de instrumentos de viento-madera, viento-metal y percusión. Combina el movimiento con la interpretación musical y algún tipo de marcha.

Las bandas de música destacan por sus uniformes a juego o coordinados. Los estudiantes e instructores trabajan incontables horas ensayando la música, practicando las formaciones de marcha y las rutinas, y perfeccionando su espectáculo durante todo el año para entretener durante los desfiles patrios. De esta manera, las bandas de música en las escuelas de Panamá siguen una tradición norteamericana cuando estas se incorporan en las escuelas de EE.UU. durante el siglo XIX. Las bandas de música de las escuelas y las bandas independientes también compiten entre sí por sus formaciones innovadoras y sus interpretaciones musicales, populares atractivos para el público, convirtiéndose en una actividad competitiva.

Más recientemente se han incorporado las versiones folclóricas del país, con sus vestidos y danzas como las polleras, montunos, tamboritos y conjuntos típicos, danzas afrocaribeñas, danzas de los grupos originarios como los gunas, o expresiones de grupos de migrantes enraizados en el país, como los chinos con su danza del dragón.

Este evento no solo celebra la independencia y los logros nacionales, sino que también se han convertido en una plataforma para mostrar la diversidad del pueblo panameño, sus tradiciones y su evolución a lo largo del tiempo. Los desfiles han estimulado en Panamá la reafirmación de su identidad de una manera plural y dinámica y donde cada grupo social aporta su particular visión del país y su historia.

Los trajes típicos, la música, los bailes y los símbolos nacionales no solo se exhiben en estas celebraciones, sino que también narran la historia de una nación que, a pesar de sus desafíos y contradicciones, sigue en constante proceso de construcción de una identidad que es tanto heredada como construida colectivamente.

Los desfiles patrios en Panamá son mucho más que una simple conmemoración; son una manifestación de la identidad nacional en constante evolución, una celebración de la diversidad y un espacio de encuentro entre la tradición y la modernidad, donde se expresa el alma del país en una amalgama de culturas, influencias y expresiones.

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