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Luego, se unió a un coro de iglesia, en el que eventualmente se convirtió en director y grabaron un álbum de rock católico. Cuenta a este medio que la producción discográfica se grabó durante la pandemia; como no sabía cómo producir ni tenía dinero para contratar a un productor, buscó tutoriales en YouTube y lo grabaron en su casa.
Recientemente, Laviery recibió el reconocimiento a Mejor Producción Musical del Año en los Premios Victoria de Panamá, compitiendo con artistas de renombre internacional como Boza.
“Hasta ahora ha sido uno de los mayores logros de mi carrera. Gané el Premio Victoria con una canción de rock católico que hice con Marisol Carrasco. Competimos contra artistas como Boza, lo que demuestra que otros géneros y letras distintas tienen un espacio en la música actual”, destaca.
Dio el salto de productor a cantante al lanzarse como solista con su primer sencillo Bonito, una emotiva canción que explora el viaje personal hacia la transformación interior a través de conexiones humanas profundas. Este lanzamiento marca un antes y un después en la carrera de Laviery, quien, tras años de trabajar en la industria, se encuentra ahora del otro lado del estudio, presentando su voz e historias al mundo.
El videoclip de Bonito es un compilado de momentos cotidianos y especiales capturados por personas allegadas a Laviery, un reflejo visual de la esencia de la canción: la belleza de lo simple y lo cercano.
Además de su carrera como solista, sigue desarrollando su pasión como productor, trabajando con músicos de todo el mundo, especialmente desde su nueva base en Madrid.
“Este tema refleja cómo me convertí en una mejor persona gracias a las personas que me rodean, aunque no lo supiera en ese momento. El video de la canción fue editado por un amigo que se dedica al cine en Panamá y cuenta con videos enviados por 44 amigos, mostrando momentos cotidianos y felices. Quise demostrar que lo bello se encuentra en lo cotidiano”, relata.
“Mi nombre es Giuseppe Laviery, pero artísticamente soy conocido solo por mi apellido. Me dedico a la música desde hace algunos años. No estudié formalmente nada relacionado con la música; soy empírico en esa parte. De hecho, estudié Comunicación Social”, revela.
Aquel álbum de rock fue bien recibido, tanto, que figuras destacadas del ámbito católico comenzaron a pedirle que les produjera música. Confiesa que no sabía cuánto cobrar, “ni siquiera sabía que lo que hacía era producir; solo que había hecho música. Esto sentó las bases de lo que se convertiría en un punto clave en mi vida, entre 2021 y 2022, cuando la producción comenzó a tomar relevancia”.
“Durante esos años, toqué mucho en la calle y participé en festivales en Panamá. Sin embargo, sentía que el país era muy pequeño; amo mi tierra, pero con una población reducida es difícil sostener una industria cultural sólida. Lograr reunir a 100 personas para un concierto era complicado. Entonces, decidí mudarme a un lugar con un público más amplio”.
Laviery ha forjado una sólida carrera como productor musical, trabajando con artistas de diversos géneros y escenarios tanto en Panamá como en Madrid, donde reside actualmente. Ha formado parte del equipo de sonido en eventos emblemáticos como el Macro Fest y el Panama Jazz Festival, y también se destacó como músico y compositor en la banda panameña República.
Se mudó a España, donde él considera que hay más oportunidades. “Me embarqué en esta aventura tras ahorrar durante dos años, vender mi carro y todas mis pertenencias, incluyendo mi cámara. Así, aposté por un sueño y la felicidad”.
Se dedica principalmente a producir y a tocar para y con otros artistas. Sin embargo, admite que el mundo de la producción también tiene sus retos.
“Malos clientes, pagos atrasados y situaciones difíciles, cosas comunes en cualquier trabajo. Me di cuenta de que, aunque amo la música, esta parte del proceso me estaba afectando. Por eso, comencé a componer y crear mi propia música, como una forma de terapia y reconexión conmigo mismo”.
Respecto a sus próximos proyectos como artista, comparte que planea pasar el próximo año lanzando canciones y dándose a conocer. “Quiero hacer mi show debut en Panamá. Como productor, estoy trabajando con un influencer francés con 200.000 seguidores y conexiones con artistas como Camilo”.
También ha colaborado con músicos argentinos reconocidos y está por lanzar una cumbia argentina. “La producción musical es un trabajo diario, y mi objetivo es llevar a los artistas a nuevas alturas, ofreciendo un sonido propio que se aleje del estándar industrial y capture el sentir de la música”.