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- 27/07/2024 00:00
- 26/07/2024 19:15
Constantemente escuchamos y hasta repetimos frases como: “No tengo suficiente tiempo”, “Las oportunidades se me han ido”, “Estoy grande o muy joven para comenzar esto” “El dinero no me alcanza”.
Estos pensamientos son indicadores claros de una mentalidad de escasez, de una forma de pensar basada en lo que falta en lugar de lo que tenemos o somos. Esta mentalidad no solo genera estrés y ansiedad, sino que también limita nuestras capacidades para crecer y prosperar.
Cuando ponemos nuestro enfoque en aquello que nos falta, creamos un círculo vicioso que asegura que continuaremos viendo el mundo a través de ese lente de carencia. Esta actitud nos impide ver las oportunidades que nos rodean y nos mantiene atrapados en una constante sensación de insatisfacción.
El primer paso para desarrollar una mentalidad abundante es el cambio en el enfoque. En lugar de centrarnos en aquello que no tenemos, es importante reconocer y apreciar lo que ya poseemos.
La gratitud juega un papel fundamental en este proceso. Tomarse unos minutos cada día para reflexionar sobre las cosas, personas y experiencias por las que estamos agradecidos pueden transformar nuestra perspectiva de vida.
En lugar de pensar “El dinero no me alcanza”, podemos cambiar ese pensamiento por “Estoy agradecido por las oportunidades que tengo para mejorar mi situación financiera”. De esa forma, al cambiar el enfoque, el cerebro comenzará a buscar soluciones y oportunidades en vez de obstáculos.
Practicar la gratitud: llevar un diario de gratitud para tomar nota diariamente tres cosas por las cuales estas agradecido. Puedes también acceder a mis retos de meditación en donde encontrarás dos que trabajan la gratitud para adoptar este hábito.
Redefinir el concepto de éxito: considerar otros aspectos del éxito como el crecimiento personal, las relaciones interpersonales y el bienestar emocional nos permitirá apreciar las múltiples formas en que la abundancia se manifiesta. No todo es logro material.
Mantener una mentalidad de crecimiento: adoptar la creencia de que podemos aprender y crecer en todos los aspectos de la vida nos abre a nuevas perspectivas, oportunidades y nos aleja de la mentalidad de limitación.
Visualizar lo que queremos lograr: dedicar tiempo a visualizar nuestras metas y sueños nos ayuda a mantenernos enfocados y a generar las emociones que necesitamos para manifestar.
Rodearse de influencias positivas: las personas con las que pasamos tiempo tienen un gran impacto en nuestra mentalidad. Rodearnos de aquellos que también sean abundantes y piense en soluciones, funcionará como un refuerzo positivo en nuestra vida.
Cambiar la mentalidad no sucederá de la noche a la mañana, con práctica y persistencia y una mente enfocada, podrás ver los resultados y eso te motivará a ir por más y así inspirar a tu entorno. Recuerda, este camino no estará exento de desafíos o trabas, por esa razón es importante mantener el foco.
Te invito a practicar. ¡Buena semana!