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‘La sombra del sol’, una historia de redención desde el corazón de Venezuela
- 11/04/2024 00:00
- 10/04/2024 16:11
Con soltura y sencillez, los actores venezolanos Carlos Manuel González y Greisy Mena compartieron con ‘La Decana’ en su primera visita a suelo istmeño y como invitados especiales del Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF). Desde el hotel La Compañía en Casco Antiguo, los actores comentaron sobre el mensaje transformador de la cinta La sombra del sol, que se proyectó durante el festival.
La sombra del sol, dirigida por Miguel A. Ferrer, presenta una trama que desafía la idea de “la vida ideal” y el camino hacia el autodescubrimiento en pos de volver realidad nuestros sueños. Esto lo sabe bien Carlos Manuel González, quien encarna a Leo, el malhumorado y distante protagonista, junto a Anyelo López, quien encarna a Alex, su hermano menor con discapacidad auditiva.
En su búsqueda por mostrar una perspectiva diferente de la realidad de “los de abajo” en el corazón de Acarigua, Venezuela, Ferrer desnuda la vida de Leo y Alex frente al lente. Mientras Leo ha abandonado sus sueños musicales por conseguir trabajillos que le permiten vivir el día a día, Alex se aferra a sus ideales de ser músico y componer canciones. Al llegar la oportunidad de formar parte de un concurso internacional con su música, Alex empuja a Leo a ver más allá de su presente y apostar por el futuro.
Al leer por primera vez el guion, tanto Mena como González se asombraron de la profundidad de sus personajes –y de lo diferentes que son a ellos–, mientras que Alex carga con el enfoque emotivo y optimista de la cinta. “Me fascinó antes de leerlo completo, no por el personaje que es Yolanda, sino porque me pareció que la historia tenía un enfoque totalmente distinto al usual, lo cual me encantó”, comentó Mena a este diario.
“Al ir a la audición, encontrarme con actores sordos para el papel de Alex, fue una experiencia especial y única. La conexión sensorial que tenían era increíblemente expresiva y genuina, lo que me dejó impresionada”, dijo Mena. Y es que Alex se presenta como el motor de vida para Leo, dejando en claro que su condición no es una justificación para no seguir adelante, sino que las limitaciones vienen del interior de cada persona.
González compartió sobre el proceso de conocer a López antes de la grabación de la cinta, con momentos de amistad genuina. “A partir de que [Anyelo] fue escogido lo empecé a sacar a comer, a juntarnos, conocí a su familia y él a la mía, e hicimos todo el proceso de acercamiento porque para mí era muy importante no solo representar ser hermanos frente a la cámara, sino que se sintiera natural y también acercarnos fuera de cámara”, expresó el actor.
Los actores también aprendieron el lenguaje de señas para comunicarse con Anyelo y poder actuar el libreto. “Pudimos aprender por un par de meses el lenguaje de señas para conectar con Anyelo, y la Fundación Fundafid nos ayudó con dos expertas que nos acompañaron durante todo el rodaje”, comentó González, “así logramos acostumbrarnos y llevar nuestra conexión a la pantalla como algo real”.
“Miguel Ángel Ferrer buscó que la representación fuera genuina y verídica, lo cual fue un desafío y una oportunidad para todos los involucrados”, subrayó González, “la película ofrece una visión diferente de las personas con esta condición, mostrando su fuerza, sus sueños y su capacidad de superación”.
La cinta nos embarca en un viaje de autodescubrimiento tanto para Alex como para Leo, quienes se enfrentan a los desafíos de tener fe y confianza en sí mismos y en sus sueños, así como a las dificultades de lograr salir del barrio en el que se encuentran.
Para Mena, interpretar a Yolanda, el “interés romántico” de Leo, fue un proceso de convertirse completamente en otra persona, desapegándose de quien es en realidad. “Fue fascinante poder hacer de Yolanda, porque es insoportable (risas)”, señaló Mena, “cuando la veo me parece insoportable, pero me alegra que a las audiencias también les perturba Yolanda, porque es un símbolo de falta de empatía, de respeto e igualdad, porque para ella no existe Alex, es un cero a la izquierda, y eso es lo que muchas personas hacen con quienes tienen una condición o discapacidad que los hace diferentes”.
El rodaje, que duró 18 días en un tiempo récord, demandó emociones y momentos de quiebre necesarios para enfatizar en la importancia de la solidaridad y compasión, lo que es un punto clave dentro de su trama. “Una de las escenas más memorables para mí es cuando los tres [Leo, Yolanda y Alex] están discutiendo y cada uno explota a su manera, dejando ver el maltrato que sufre Alex por parte de Yolanda”, indicó Mena, “y tuve que salir corriendo varias veces a pedirle perdón a Anyelo, siendo Greisy y no Yolanda, ya que es la situación cotidiana en muchos lugares, aunque no lo reconozcamos”.
Más allá del énfasis en Alex, González y Mena destacaron que La sombra del sol es una cinta que “resuena en todo el mundo”, ya que es en esencia una historia de familia, hermandad, y salir a realizar los sueños que una vez pensamos olvidados o imposibles de alcanzar.
La cinta también da pie a explorar los sentimientos complejos, la atracción y el amor, aun en un ambiente que no es el mejor. Al conversar con González y Mena sobre su química en el set, compartieron: “Siempre pensamos que ellos en verdad se querían mucho o se quieren mucho durante la película, lo que pasa es que no se dan cuenta de que no pueden estar juntos, porque tienen metas distintas. Yolanda quiere salir del pueblo donde vive y vivir mejor, buscando lo mejor para ella, mientras que Leo sigue atrapado en su letargo y ambos juegan con el conformismo, hasta que Leo despierta y reconoce que es momento de buscar un nuevo camino junto a su hermano”.
Como una de las producciones de mayor impacto desde la factoría venezolana, La sombra del sol destaca por una trama reconocible alrededor del mundo, con un toque de esperanza, solidaridad y reconciliación. Sobre esto comentó Mena: “el mensaje principal de la película es una poderosa reflexión sobre la superación personal, la búsqueda de sueños y la importancia de la inclusión y la empatía en nuestra sociedad”.
A través de los personajes de Leo, Alex y Yolanda, la película nos muestra cómo las limitaciones que enfrentamos en la vida no deben definir nuestros sueños ni nuestra capacidad para alcanzarlos. En lugar de victimizar a los personajes, la historia resalta su fuerza, su determinación y su capacidad de encontrar nuevas formas de cumplir sus metas.
“Este mensaje resuena profundamente con el público, ya que nos invita a reflexionar sobre nuestras propias limitaciones y cómo podemos superarlas con determinación y apoyo”, indicó González. Además, la película destaca la importancia de la conexión humana, la compasión y el amor en nuestras vidas, lo cual hace que la historia sea inspiradora y conmovedora para todo tipo de espectadores.
Sobre trabajar con Ferrer, los actores apuntaron a la dirección creativa y su “sensibilidad hacia los temas abordados en la historia” lo cual les permitió explorar los personajes de manera genuina y significativa. “Su apertura a ideas y sugerencias durante el proceso de preparación y rodaje enriqueció el resultado final de la película, creando una obra que consideramos que resalta la diversidad y la humanidad de sus personajes de manera impactante y conmovedora”, indicó Mena.
No faltó reconocer por parte de ambos que con la cinta el representar a Venezuela en el IFF Panamá fue “un honor y una oportunidad única”. “Estamos orgullosos de poder mostrar nuestro trabajo y nuestra cultura en un escenario internacional tan importante”, dijeron a este diario, “además, fue una experiencia enriquecedora conocer a otros profesionales del cine de todo el mundo y compartir nuestras historias y perspectivas. Estamos agradecidos por esta oportunidad y emocionados por el impacto que nuestra película pueda tener en el público internacional”.