La solución para lo que te molesta de las personas está en ti

Actualizado
  • 15/06/2024 00:00
Creado
  • 14/06/2024 11:30

¿Te ha pasado que te moleste mucho la forma de actuar de otra persona, o que hagan algo que te perjudica?

La ley del espejo afirma: “El mundo exterior actúa como un espejo, reflejando tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo un retrato de nuestro mundo interior”.

Es por esa razón que es tan importante autoconocernos. Y en dónde crees que puedes aprender? En tu ámbito cercano, en tu día a día. Requiere cambiar la mirada, comenzar a ver a esas personas como maestros de vida, porque gracias a ellos, podrás emprender un camino de conocerte más y sanar esos aspectos que hay en ti.

Al descubrir nuestras sombras hacemos consciente lo inconsciente.

Te explicaré cómo puedes usar esa Ley en tu propio beneficio para mejorar la calidad de las relaciones con los demás.

Si alguien nos despierta emociones desagradables, aunque no lo sepamos, probablemente, es porque de algún modo refleja algo de nosotros mismos que no queremos ver y tenemos que trabajar en ello, dándole espacio para permitirlo, sanarlo, o liberarlo.

De víctima a responsable de tu vida

Sabemos que sólo cambiando nosotros podemos solucionar los problemas, ya que no es posible esperar que cambie en los demás.

Cómo llevarla a la práctica

Piensa en algún momento que te hayas descubierto a ti mismo/a sintiéndote mal por algo que te haya sucedido con otra persona, por ejemplo, después de tener una discusión.

Imagina que te encuentras delante de un espejo. De estas cuatro situaciones posibles trata de identificar en cuál de ellas te ves reflejado/a.

Obsérvate y hazte la siguiente pregunta: “¿Qué es lo que refleja este espejo de mí?”

EL LADO OPUESTO: te perturba tener delante una persona que es todo lo contrario a ti. Si eres una persona ordenada no soportas el desorden.

Busca el equilibrio

Siendo muy rígido/a te situarás en un extremo y desequilibrarás la balanza, sin embargo, puedes equilibrarla siendo un poco más comprensible y no tan duro/a contigo mismo/a, a la hora de querer tenerlo todo ordenado o bajo control. Al ser más permisivo/a con tu persona, no te generarán tanta rabia las acciones de los demás.

SIMILITUD: lo que te molesta es en realidad una parte tuya que no quieres ver. Es una parte oscura, como una sombra. Es algo que no quieres aceptar, y lo que se resiste, persiste.

¿Cómo lo trabajas?:

Arroja luz a tu sombra buscando los puntos en común

Escribe qué es exactamente lo que te está doliendo de la otra persona y luego reflexiona si tú te comportas de igual modo en otras situaciones, redactando los ejemplos al lado.

EXPECTATIVAS: sucede cuando tenemos unas altas expectativas en una situación o con una persona y empezamos a ver que no coinciden con la realidad. Hemos idealizado a alguien o a algo y queremos cambiarlos o que se adapten.

Deja la visión egocéntrica de lado

Sal de la queja y la pena por ti mismo. Hay una parte en esta vida que escapa de tu control, y esa es la que está en manos de los demás y de los factores externos.

Anota qué es lo que esperabas de esa persona, relación o momento, y qué es lo que ha fallado. Después escribe en una columna qué era lo que estaba en tu mano modificar y qué era lo que no dependía de ti.

Responsabilizarte de ti mismo y hazte cargo de lo que esté bajo tu control

CUANDO HACEMOS LO MISMO A LOS DEMÁS: Cuando te encuentras a ti mismo/a sintiéndote víctima de una persona que te está haciendo daño, y no te das cuenta de que, aunque tú no le estés tratando igual a ella directamente, se lo estás haciendo a otra persona.

Redacta la lista de las cosas que te hacen sentir mal respecto a cómo te tratan y luego repásala con detenimiento pensando si tú estás actuando de un modo similar con alguien distinto.

Perdónate

Este artículo continuará. Comienza con algunas pequeñas acciones, haz la prueba, luego me cuentas si se siente más liviano!

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