El mundo de ‘Andor’ se vuelve más oscuro y peligroso

  • 23/04/2025 01:00
Las sangrientas batallas no se hacen esperar, aunque el ritmo de la acción de esta nueva temporada es más contenido y las escenas de acción más espaciadas

Más acción, más drama y, sobre todo, más peligro y oscuridad, marcan la segunda y última temporada de Andor, la serie más destacada del universo Star Wars, protagonizada por Diego Luna y que llega este martes a Disney+ (la madrugada del miércoles en Europa), con una trama que enlaza directamente con Rogue One.

Doce brillantes episodios que se estrenan en cuatro tandas de tres capítulos cada una, y que llevarán al espectador a un momento muy complejo para la Alianza Rebelde, cuando se siente más en peligro por el aumento del poder ya casi dictatorial del Imperio.

La serie se desarrolla en cuatro años y comienza con Cassian Andor (Luna) centrado en su relación con Bix Caleen (Adria Arjona), aún no recuperada de las torturas a las que le sometieron durante su encarcelamiento en el último episodio de la primera temporada.

Tras rescatar a Bix en el cierre de la temporada anterior, Andor comienza los nuevos episodios reacio a comprometerse al cien por cien con el movimiento rebelde, pese a ser presionado por Luthen Rael, el principal espía de los rebeldes, de nuevo interpretado por Stellan Skarsgard.

También repiten Genevieve O’Reilly como la senadora Mon Mothma, cuya importancia va creciendo a lo largo de la temporada; Denise Gough como la malvada oficial imperial Dedra Meero; Ben Mendelsohn como el director Orson Krennic, el líder del ejército imperial, o Faye Marsak Varada Sethu y Elisabeth Dulau como prominentes miembros de los rebeldes.

A lo largo de los doce capítulos se va definiendo más cada uno de estos personajes, que llevan al extremo sus características principales para aumentar la confrontación entre los aliados y el Imperio.

Los secretos de los diversos personajes se multiplican al mismo ritmo que la tensión tanto en el seno de la Alianza Rebelde como de las tropas imperiales, en una narración que crece en profundidad con cada capítulo.

Y las sangrientas batallas no se hacen esperar, aunque el ritmo de la acción de esta nueva temporada de Andor es más contenido y las escenas de acción más espaciadas.

De esa forma, el espectador asiste a un gradual aumento de la dureza de los enfrentamientos, que pierden la ligereza que definía la trilogía original de la saga Star Wars, lo cual no es necesariamente malo, sino que eleva la historia a otro nivel.

Aunque los amantes de las aventuras de Luke Skywalker, Han Solo y la princesa Leia sí echarán en falta ese sentido del humor, que en esta temporada lo aporta K2, el droide que acompaña a Cassian en Rogue One y que en la serie aparece en solo unos pocos episodios.

La presencia de K2 o la mención a personajes como Galen Erson (Mads Mikkelsen) o Saw Gerrera (Forest Whitaker), enlazan Andor con la película de 2016 en la que Cassian busca pistas para destruir la Estrella de la Muerte acompañado por Jyn Erson (Felicity Jones).

Porque esta segunda temporada es un largo preparativo de cara a lo que ocurre en Rogue One y que, a su vez, explica el origen de los acontecimientos que narra Star Wars: Episode IV (1977), el primer largometraje del universo creado por George Lucas.

De esta forma, tanto la serie Andor como el filme Rogue One sirven para unir la primera trilogía -cronológicamente hablando- con la segunda.

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