¡El juicio del siglo!

Actualizado
  • 06/09/2024 23:00
Creado
  • 06/09/2024 17:08
Es importante que tanto clientes como abogados estén conscientes de su comunicación no verbal en la corte, para evitar que sus acciones afecten negativamente la percepción del jurado

El 25 de mayo de 2020, en el vecindario de Powderhorn de Mineápolis, la muerte de George Floyd, resultado de la brutalidad policial del oficial Derek Chauvin durante 8 minutos y 46 segundos, cambió el mundo jurídico para siempre.

La fiscalía presentó ante la corte una de sus armas secretas más contundentes, la cual llamó “prueba #17”. Antes, el lenguaje no verbal solo era usado para el proceso de investigación, pero existía un debate fuerte sobre si se podía usar o no como prueba dentro de juicios; en este caso en particular, la prueba en mención terminó con el debate de una vez por todas, condenando así al responsable.

El estudio del lenguaje no verbal es ciencia pura y estudios científicos como los del psicólogo Paul Ekman, John Amsden Starkweather, Silvan Tomkins, Charles Darwin y universidades alrededor del mundo de gran prestigio así lo determinan.

Hace muchos años dejaron de ser mitos o suposiciones populares y ahora son especialidades dentro de las ramas de la comunicación, psicología, psiquiatría o criminología.

Tan solo veamos algunos casos reales, como el de Susan Smith en Estados Unidos, Ana Julia Quezada en España, ambas culpables de crímenes atroces en contra de niños, o el de los terroristas responsables de las bombas en el maratón de Boston, todos ellos capturados cuando se analizó a detalle su lenguaje corporal.

¡Vámonos a juicio!

Si analizamos la relación abogado/cliente, el comportamiento de ambos está sometido a un intenso escrutinio durante un proceso judicial, pero mientras usted como abogado tiene experiencia sustentando ante el jurado, su cliente debe conocer a cabalidad las normas dentro de la sala y, más aún, procurar estar consciente de su lenguaje no verbal.

Comparto algunos puntos de lenguaje no verbal que su cliente y usted señor Abogado deben considerar al momento de entrar en un litigio legal.

Gesticulaciones excesivas: Kato Kaelin es uno de los mejores ejemplos que puedo poner. Fue testigo en el caso de O.J. Simpson. Su comportamiento en la corte lo llevó a ser considerado incluso como sospechoso; en YouTube están los videos para su análisis.

Es normal que, debido a la tensión, su cliente gesticule excesivamente, no solo cuando está declarando, sino también cuando escuche a quienes declaran en su contra. Esta actitud nunca es bien vista por el juez o jurado.

Es crítico que su cliente entienda que, sin importar lo que pase, mantenga la calma y controle sus gestos; es conveniente que practique previo al juicio las posibles interacciones que pueden ocurrir e indicarle la importancia de mantener la compostura y evitar movimientos o reacciones bruscas... recuerde, el jurado y el público observan.

Le recomiendo una serie televisiva llamada Bull, donde un equipo de más de seis personas hace este trabajo con el cliente antes de entrar a una corte.

Encorvarse o encogerse de hombros: recuerde en todo momento mantenerse derecho y con un semblante sereno; nunca se encorve ni se encoja de hombros, ni siquiera cuando sienta tensión.

También es conveniente mantener el mentón horizontal; ni muy elevado, lo cual proyecta altanería y desafío, ni muy bajo, lo cual es sinónimo de retraimiento y sumisión.

¡Guarde silencio! El silencio es una virtud: justificarse innecesariamente y hablar de más alerta a un experto ante una posible mentira, y si a esto le sumamos los nervios, su cliente puede entrar en un abismo muy profundo del cual no hay salida. Por eso su cliente no debe justificar sus respuestas o sus acciones si no se lo han pedido. Si puede responder con ‘sí’ o ‘no’, que lo haga y guarde silencio.

Debe saber escuchar las preguntas con atención y asegurarse de ser tan conciso como sea posible. Es importante que su cliente recuerde y decir claro que no ha entendido o no ha escuchado bien y solicite repetir la pregunta, es mil veces peor e incriminatorio responder algo que no es, lo que podría perjudicarle muchísimo.

Respete la proxémica en su oratoria y en sus movimientos: es fundamental tratar absolutamente a todo el mundo de usted y mirar siempre a los ojos de quien esté hablando; sobre todo, nunca interrumpir ni hacer comentarios mientras alguien más esté hablando.

Mantenga una distancia prudente con las personas; acercarse demasiado puede considerarse un acto desafiante...

Le cuento, en Estados Unidos ya se están usando asesores en comunicación no verbal, detección de mentiras, análisis conductual para perfilación criminal y microexpresiones faciales tanto por parte de las fiscalías como por parte de la defensa, haciendo de los juicios una partida de ajedrez muy meticulosa para encontrar la verdad y nada más que la verdad.

Para concluir, recuerde esto, amigo lector: un juicio a veces se gana o se pierde antes de abrir la boca por acciones realizadas por el cliente o el propio abogado. Tome en cuenta que el mundo es un gran escenario; nosotros, los protagonistas y siempre seremos observados, lo que nos lleva a estar muy conscientes de nuestros actos.

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