El acto de guardar imágenes para la posteridad

Actualizado
  • 27/06/2024 23:00
Creado
  • 27/06/2024 17:43
Una conferencia en el Museo de Arte Contemporáneo pone sobre la lupa el poder de la imagen en movimiento para causar un impacto significativo en el espectador

El adagio “Una imagen vale más que mil palabras” resuena en el imaginario colectivo actual. Más aún, en un contexto en el que las tecnologías de la información han avanzado a pasos agigantados y permiten que los ciudadanos sean los dueños de sus propias narrativas mediante el poder de las imágenes.

De esto y más se disertó el pasado 26 de junio en la conferencia “Guardando imágenes”, que se celebró en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) en el contexto de las exposiciones ‘Pies bajo fuego: sobre el despojo’ y ‘Fever Dream’, y a la que asistió La Estrella de Panamá.

El panel – moderado por el curador jefe del MAC Juan Canela - estuvo integrado por el director internacional de la organización interdisciplinaria de arte contemporáneo Kadist, Joseph del Pesco, la coleccionista de arte Benedicta Badía, y el arquitecto y curador de arte Johann Wolfschoon.

Uno de los puntos a tratar en el conversatorio fue el uso del videoarte para crear un impacto significativo ante el espectador. Desde los inicios de la historia del arte contemporáneo, el videoarte era visto como un género que podía ser utilizado por el artista como un instrumento más como lo pueden ser otras acciones como las performances o el arte conceptual.

En este sentido, del Pesco expresó que el video es un formato que brinda una oportunidad excepcional ya que tiene hoy en día distintos canales de comunicación a través del internet. Uno de ellos es la plataforma de video bajo demanda Kadist.TV, a través de la cual se puede disfrutar el trabajo audiovisual de distintos artistas contemporáneos alrededor del mundo.

“El video es un puente entre geografías y, a la vez, permite a la gente que habita en distintas partes del mundo explorar otros ámbitos. El video tiene además una función multifacética para dar a conocer el arte que hay a través del mundo”, agregó.

Un ejemplo de cómo el videoarte puede generar un impacto reflexivo en quien lo ve es lo que se conoce como ‘double takes’, que básicamente consiste en la fusión de video actual con las imágenes realizadas en la era inicial del video contemporáneo.

Algunas de estas piezas reflexionan sobre temas tan diversos como Je bois le désordre du monde (Yo bebo el desorden del mundo, en francés) de Camille Lévy – que habla de la fuerza de la actitud pesimista en el ser humano – y Screen Tests, 1964-1966 del afamado Andy Warhol. Esta última refleja la ecléctica escena cultural de los Estados Unidos de mediados de los años 1960 caracterizada por la prominencia de figuras como Bob Dylan, Lou Reed y Edie Segwick.

Un arte que cuestione

Por su parte, la coleccionista de arte Benedicta Badía expresó que todo actor en el ecosistema artístico debería ante todo usar el poder del arte y la cultura para abrir la posibilidad de un cambio positivo a escala global. Todo ello estableciendo conexiones con los actores de la colección y el ecosistema artístico con el compromiso de remodelar el pensamiento colectivo mediante acciones no performativas que desafíen las normas, y que aboguen por prácticas culturales responsables, éticas y colaborativas.

Badía agregó además que los participantes en el contexto artístico están llamados a desafiar las nociones del impacto de la producción cultural en la conciencia colectiva, al tiempo que están llamados a quebrantar los estereotipos, los privilegios y los paradigmas estéticos.

“Sobre todo, deben entender que un lugar en el ecosistema artístico es una responsabilidad social y un ejercicio político”, añadió.

Una de las artistas que mejor ilustra estas intenciones es la guatemalteca Regina José Galindo, cuyo trabajo se centra, entre otros temas, en la lucha por la igualdad de género y en contra de la brutalidad policial. Otros de los ejemplos citados en el conversatorio fueron las obras de la colombiana Carolina Caycedo - quien centra su trabajo en la relación del ser humano con el medio ambiente- y de la estadounidense Nikita Gale, que se focaliza en la relación entre lo material, el poder y la atención.

Para Badía, el video y las imágenes ofrecen una multiplicidad de usos y diferentes niveles de conceptualización que el artista puede utilizar en diferentes niveles dependiendo del contexto creativo que se presente en el momento.

“A diferencia de otros formatos, el video aúna diferentes lenguajes, símbolos, signos y sentidos. El video además puede ser altamente referencial y puede acercarnos a diferentes historias y realidades”, resaltó.

En varios aspectos de la elaboración de una pieza de videoarte tales como el proceso creativo, la producción, la edición, la puesta en escena del producto final y la relación con el espectador, predomina el sentido de la atemporalidad. Una cualidad, según Badía, que obliga a todos los involucrados en la creación de esa obra de arte audiovisual a hablar sobre lo que está sucediendo en su contexto actual y realizar un trabajo que adquiera conciencia sobre lo que les rodea.

“En comparación con el pintor, la cantidad de horas a las que un videoartista se dedica a producir, pensar y conceptualizar su obra son muchísimas horas más. Todo ese tiempo conlleva una gran conciencia a la hora de crear. Los videos y las películas tienen esa capacidad de ser atemporales, de ir hacia atrás y hacia adelante en lo que se corresponde tanto a retratar una realidad como de contar una ficción. El video es un medio dinámico en sí mismo”, expresó.

El arte de la imagen

Por su parte, Wolfschoon relató ante los presentes su experiencia en la observación del arte que utiliza la imagen fotográfica como medio principal de expresión. Cautivado por el arte fotográfico desde muy temprana edad, algunas de las piezas que más le llamaron la atención sobre su mensaje fueron las del artista español Santiago Sierra – que suele abordar una obra crítica del contexto político y social – y la de la videoartista suiza Pipilotti Rist. Rist aborda en su obra Selfless in the Bath of Lava, lo perdido que uno puede sentirse en un determinado momento de la vida.

Otra pieza que resaltó como imprescindible para comprender el poder de la imagen y su impacto en la sociedad es la elaborada por el cineasta Abner Benaim y que se denomina Chucha. En dicha obra artística, se puede ver una boca que entona reiteradamente lo que en el argot popular se considera un término peyorativo que, a su vez, es mostrado en una pieza artística. Ese fue el primer video que se mostró en la galería Diablo Rosso.

“Para mí, el video es un medio más y es un canal que utiliza el artista para lo que le interesa en el momento”, expresó.

Ante la necesidad de abrir un espacio en el que florecieran las distintas vertientes del arte contemporáneo como la del videoarte, Wolfschoon junto a otros socios abrió en 2006 la galería Diablo Rosso. Entre los objetivos de este centro artístico, estaba resaltar el aporte que expresiones artísticas como el videoarte brindaban al pensamiento crítico de la sociedad. Todo ello en un ambiente en el que se explotaba al máximo el sentido contracultural con diversas actividades como presentaciones de exposiciones y sesiones de cine independiente.

Con el fin de impulsar aún más el arte contemporáneo en Panamá, Diablo Rosso participó de diversas ferias del mundo artístico como Zona Maco México Arte Contemporáneo en el 2012. Por otro lado, la galería sigue apostando por el formato del videoarte. Una prueba de ello es la reciente exposición de Donna Conlon Lo que mañana ya no será, una mirada sobre la naturaleza que ve peligrar su existencia por el cambio climático.

“La manera en la que hacíamos las cosas en Diablo Rosso tenía que ver mucho con la intuición y eso principalmente basado en aquello de cómo uno quisiera que se hicieran las cosas en un solo lugar y desde otro punto de vista, poniéndonos en los zapatos del otro. Esa experiencia demostró que sí hay posibilidades con el arte”, comentó.

Johann Wolfschoon
Arquitecto y curador de arte
Para mí, el video es un medio más y es un canal que utiliza el artista para lo que le interesa en el momento.”
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