PANAMÁ. La adicción al sexo, también conocida como hipersexualidad o satiriasis, es un trastorno de la personalidad que se contempla cada vez más en la psicología.
Para quienes no sabían, la hipersexualidad es un trastorno del deseo en donde la persona vive con ganas de tener relaciones sexuales constantes e imparables. Esta fuerza inevitable mueve a la persona a mantener contactos sexuales con otros.
‘Los adictos o los que siempre tienen ganas ven en el sexo una forma de escape o suelen encontrar alivio a sensaciones de ansiedad, soledad, enojo, y odio a sí mismo; al practicarlo sienten emoción, alegría, pero al final caen siempre en un profundo vacío emocional’, señaló el sexólogo y psicólogo Eliecer P. Rivera.
‘La hipersexualidad, ha alcanzado niveles altos considerándose recientemente como un serio problema social, y que como toda adicción trae graves consecuencias: Problemas económicos que pueden llevar a la ruina, la destrucción de matrimonios y familias, problemas legales, laborales; su obsesión les lleva a hacer cosas que les causa un sufrimiento insoportable que puede orillar al suicidio’, destacó.
‘Sus orígenes vienen del dolor afectivo y emocional causado por abusos parciales o totales, únicos o continuos, carencia de cariño durante la infancia, una educación muy rígida y muchos más factores que tienden a mostrar la presencia de una baja autoestima’, detalló Rivera.
Por su parte, el urólogo y sexólogo Álvaro Gómez Gallo aclara de manera determinante que ‘una persona que desarrolla una hipersexualidad es alguien que ya tiene una alteración sicológica, pero no hay que confundir ese problema con ser activo(a) sexualmente, ya que esa actitud es normal’.
El facultativo explica que cuando se padece una hipersexualidad ya se está frente a una parafilia o aberración sexual, porque se comienza a perder el control sobre la conducta sexual, considerando que la persona empieza a sobrepasar los límites normales, provocando un trastorno en su entorno que suele ser irreparable.
‘Las personas evidencian actitudes enfermas como el sadomasoquismo o un voyerismo exagerado, las que unidas al consumo de drogas y alcohol podrían llegar a límites insospechados’, advierte el sexólogo.
Los síntomas de hipersexualidad se pueden advertir rápidamente, ya que es alguien que necesita tener sexo a toda hora y ya no le importa si la otra persona (pareja estable u ocasional) se satisface o no.
Otro rasgo identificable es que, ante su desesperación, es capaz de forzar a alguien para saciar sus deseos de cualquier forma, debido a que pierde el control de su voluntad en materia sexual.
El doctor Gómez asegura que la hipersexualidad se genera más por factores genéticos que por las vivencias personales, ya que lleva condicionada una patología previa, ya sea siquiátrica u orgánica.
S egún señala el sexólogo las personas que padecen esto tienen que ir con un especialista para determina la causa y sus posibles remedios. Los hipersexuales también pueden recurrir a grupos de autoayuda para que los orienten, recalcó.