El Volcán Barú, un atractivo turístico obligado este verano

El Volcán Barú es uno de los atractivos turísticos prioritarios de la provincia de Chiriquí. Con 3,474 metros de altura, se coloca como el duodécimo pico más alto de América Central y el único lugar del mundo donde, en los días más claros, se pueden ver los océanos Atlántico y Pacífico al mismo tiempo, —aunque hay teorías que aseguran que en el país existen otros sitios donde se pueden observar ambos océanos—.

Quien visite este gigante de la naturaleza podrá encontrarse con cinco ecosistemas diferentes gracias a una combinación de regiones montañosas de selva tropical, que justo coincide con el suelo creado por vertidos de erupciones volcánicas ocurridas en dicho sector, hace millones de años.

Al ser el punto más alto de Panamá y el sitio donde ver los mejores amaneceres del país, se clasifica como el sitio perfecto para hacer actividades en familia durante este verano 2023.

Actualmente, este volcán cuenta con siete cráteres y varias rutas de senderismo que el visitante puede tomar. Algunos caminos son bastante desafiantes, mientras que otros son más cortos y accesibles.

Quienes ya han realizado la travesía recomiendan subir el volcán en la madrugada para disfrutar de un amanecer inolvidable. Para esto, es importante llevar ropa para el frío, puesto que la temperatura en la cima puede bajar hasta los -5 grados centígrados, ya que el rocío y la neblina son abundantes en la cima.

Además, si el visitante logra llegar a la cima quien lo recibirá es una brisa abrazadora, facilitando la conexión con uno mismo y la naturaleza que lo rodea.

Antes de que el sol salga por completo, podrá contemplar cómo el astro deja caer delicados destellos de luz solar color naranja en medio de las nubes que van despejando la cima del volcán para ofrecer una de las mejores vistas de Panamá. Así como también deja ver los pueblos más cercanos al sitio como Cerro Punta, Volcán y en días de mucha visibilidad, Boquete.

Esta exigente caminata puede durar de ocho hasta 12 horas de ida y vuelta si va a pie. Sin embargo, lo más recomendable es contar con una camioneta 4x4, ya que el camino puede resultar dificultoso en algunas partes.

Aunque para los visitantes más arriesgados, no importarán las horas que les tome llegar a la cima, porque a medida que avanzan, encontrarán escenarios como paisajes del bosque lluvioso tropical.

Científicamente, es considerado como un volcán activo, ya que presenta movimientos sísmicos que cada vez van en aumento. De hecho, el sismo más reciente fue localizado a 27 km de Volcán, este 9 de febrero a las 3:43 con una magnitud de 3.3; mientras que a las 11:11 a.m se localizó un sismo de magnitud de 1.4 a 3km de la ciudad, de acuerdo con el Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá.

Independientemente de estos movimientos telúricos que ocurren varias veces al mes en diferentes partes del país, el Volcán Barú no deja de ser el sitio perfecto para acampar bajo las estrellas o para deslumbrarse con un glorioso amanecer sobre las nubes.

Más allá de visitar la cima del volcán y sus senderos, hay que destacar que este cráter forma parte del Parque Nacional Volcán Barú (PNVB), cuya extensión es de14,325 hectáreas, el cual protege una diversidad biológica única en Panamá y el resto de la región. Al recorrerlo las personas podrán observar especies de aves únicas, como el quetzal, tucán, así como también podrá observar especies de felinos como el puma, siendo este el segundo gatuno más grande del continente Americano (el más grande es el jaguar). En Panamá habitan seis especies de felinos silvestres. Además, de sus numerosos arroyos y senderos, los cuales ofrecen la oportunidad de adentrarse a los bosques tropicales, el hogar de innumerables orquídeas y muchas otras plantas endémicas del sitio.

Según estadísticas de la sección de Áreas Protegidas del MiAmbiente, en esta región del país el PNVB es el lugar que ha reportado la mayor cantidad de visitas. En 2022 ingresaron unos 12,545 turistas nacionales y extranjeros, una cifra que no ha superado la del 2019, año donde hubo 25,239 visitas al parque, incluyendo al volcán.

Según esta institución, para el 2021 se registraron solamente 9,616 turistas. Mientras que en 2020 hubo 11,180 visitantes al parque, ambos años afectados por las restricciones a causa de la pandemia de la covid-19.

Sin embargo, en 2018 ingresaron al Parque Nacional Volcán Barú 21,511 muy por encima al año 2017, donde solo hubo 12,561 visitantes.

De acuerdo con Krislly Quintero, directora regional de MiAmbiente, comparado con los años anteriores para este año se estima un crecimiento de visitantes al sitio.

Para poder ingresar al PNVB se debe enviar solicitud formal a parquevolcanbaru@miambiente.gob.pa o comunicarse al 500-0922, ya que en esta área protegida se realizan labores de adecuaciones y solo se puede ingresar los sábados y domingos – con dirección a la cima del volcán – en el horario acostumbrado por el puesto de control y sendero Los Llanos, distrito de Tierras Altas. Los visitantes que accedan por el área de Boquete, hacia la cima del Volcán Barú; de lunes a viernes no podrán descender por el sendero desde la cima hacia los Llanos, detalló MiAmbiente.

La rehabilitación y acondicionamiento de las infraestructuras abarcan: pasamanos, escaleras, puentes peatonales, señales interpretativas y de orientación, dispositivos de seguridad, línea guía, entre otras necesidades presentadas en cada sendero.

De acuerdo con información de Mi Ambiente el acceso al Sendero Los Quetzales, está restringido, desde el año pasado debido a las afectaciones generadas por la incidencia climática del Huracán Eta e Iota. Sin embargo, los estudios, diseños, construcción y rehabilitación de este sendero Paso Ancho, se desarrollará por los próximos meses.

El sendero los Quetzales se extiende por 6.5 kilómetros (km) el cual goza de un clima premontano a montano, con pendientes variadas, atractivos y estructuras como un mirador (Mirador la Roca); mientras que el sendero La Cima de Volcán Barú, por Los Llanos en el distrito de Tierras Altas, se extiende por 7.5 km.