La voz del pueblo

Actualizado
  • 19/05/2013 02:00
Creado
  • 19/05/2013 02:00
En una época en la que la política se ha convertido en un arte no de pensadores o idealistas, sino de usureros y oportunistas, figuras c...

En una época en la que la política se ha convertido en un arte no de pensadores o idealistas, sino de usureros y oportunistas, figuras como Ricardo Arias Calderón se tornan sumamente relevantes.

Efectivamente, la presentación de la obra Ricardo Arias: pensador y constructor de democracia, que tuvo lugar a principios de mes, se convirtió en un homenaje a quien fuera uno de los líderes de la Cruzada Civilista y presidente del Partido Demócrata Cristiano (PDC).

Fue un justo homenaje a este hombre poseedor de una preclara inteligencia, que en su vida política se caracterizó por su ideales democráticos, en contraposición al juega vivo y el cinismo que siempre ha caracterizado a la clase política criolla.

Así fue cuando corrió junto a Arnulfo Arias Madrid en 1984, y también cuando apoyó la candidatura de Guillermo Endara Galimany, en 1989. En ambas ocasiones tuvo que renunciar a la presidencia, un símbolo de sacrificio que revela mucho de su carácter.

Le tomó al periodista Julio Bermúdez Valdés varios años recopilar los datos biográficos plasmados en la obra, que sin duda se convertirá en una obra de referencia para los estudiosos de la política istmeña.

Página 4-5D

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