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Unión Chocó: cultura, tradiciones y costumbres
- 21/09/2020 00:00
- 21/09/2020 00:00
Ercio Tunay: la cultura lingüística emberá.
Ercio es el hijo de una pareja emberá iletrada, nacido en Boca de Cupe, Darién; sus estudios de primaria fueron en la escuela de Unión Chocó, luego se trasladó a Panamá porque el gobierno de Omar Torrijos Herrera abrió un internado para los emberá de escasos recursos. Luego hizo el bachillerato en ciencias en la Nocturna Oficial de Panamá, actual edificio del Instituto Nacional. Estudió dos años en la Universidad Nacional de Panamá, Facultad de Humanidades, pero al no contar con recursos, se retiró. Posteriormente se formó en la Universidad Especializada de las Américas, tomando el titulo de técnico y licenciatura en inadaptados sociales e infractores. Trabajó en el Órgano Judicial de la comarca Emberá como escribiente, también como asistente administrativo en la Gobernación Comarcal, y por muchos años ha trabajado como colaborador e ilustrador gráfico bilingüe intercultural del Ministerio de Educación (Meduca) para la conservación de la lengua materna y la cultura emberá. En la actualidad labora como jefe regional de la Defensoría del Pueblo de la comarca Emberá y reside en la Comunidad de Unión Chocó, capital de la comarca Emberá. A quien presentamos bajo esta hoja de vida, es una extraordinaria persona que ha dedicado su vida a la construcción del vocabulario de la lengua emberá y al estudio de la fonética de dicho pueblo. En esta entrevista nos guiará al conocimiento de las problemáticas que giran en torno al problema lingüista de este pueblo originario.
Sí Aristides, particularmente he participado en la elaboración de la cartilla que se encuentra en la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe del Meduca. He hecho ilustraciones gráficas, dibujos para colorear en idiomas emberá, español e inglés, un trabajo trilingüe. Hasta un avance de un diccionario, porque creo que a través de su lengua, el pueblo identifica su origen y su naturaleza.
No. Los que hay por ahí, son superficiales.
Ninguno hasta ahora, creo que si alguna institución se acerca o toma la iniciativa, se pueden hacer muchas cosas interesantes y conocer la realidad del pueblo emberá.
Sí Aristides, es una iniciativa propia. He pasado mucho tiempo revisando y comparando la que existe en la Ley 88 del 2 de noviembre de 2010. A mi modesto parecer, quieren que nosotros pronunciemos el español, para mí, el pueblo emberá es dueño de su lengua, por lo tanto, debemos de escribir, leer y pronunciar como nosotros hablamos, y no que un foráneo dé indicaciones para enseñarnos a pronunciar.
Es un docente de mucha experiencia, conoce muy bien el tema bilingüe intercultural, él fue quien empezó en esa dirección, en el Meduca.
Aristides, ¿usted se da cuenta del valor que tiene una formación académica intercultural? A través de esta explotamos todos tipo de conocimientos ancestrales, desde jaimbana (curandero espiritual), curanderos con plantas, cuentos narrativos, arte autóctono, sus costumbres, las tradiciones en las elaboraciones artesanales. Luego este centro lo convertimos en un museo donde el panameño y el extranjero conozcan la realidad de nuestra historia dentro de su seno; para eso necesitamos el apoyo del Gobierno Central, que se sienta directamente involucrado, y de personal preparado académicamente para gestionar esas innovaciones.
Mire maestro Aristides, en nuestro idioma se usa mucho el sonido nasal, por otro lado, también se usa el sonido cerrado lo que, en la lengua española no tiene correspondencia. Usted me habla de la palabra “espina” –que usted bien conoce– pues hay un símbolo que representa la fonética para decir “espina”, por ejemplo. Lo que estamos tratando de explicar tiene complejidad.
La lengua emberá es autóctona y única; se dice es de origen chibcha. Miremos que en muchos grupos se expresan algunas palabras en emberá con similar fonética con respecto a esas raíces.
No son muchos los problemas, sino más bien la distancia de convivencia de unos con otros, el ejemplo de Río Venado, es de una sola familia procedente de Duvaza (este es un río de Colombia). Esta persona posee un acento único y original; sin embargo, todas sus manifestaciones son emberá.
Gracias por esta pregunta, maestro Aristides. Hay que educar al nuevo individuo panameño, en su manera de vivir e interpretar el entorno bajo el respeto de las diversidades. Respetando las costumbres y tradiciones, aprendiendo a ver las cosas como nosotros las vemos; por eso la Constitución y las leyes hablan de estos temas... solo que hay que cumplir y respetar lo que sabios hombres allí estipularon.
Son muchos. La imposición, el trabajo de los técnicos desde la ciudad, el poco interés de los gobiernos y autoridades locales tradicionales nuestras. Todos ellos solicitan grandes sumas de dinero –supuestamente para hacer algo–, sin embargo, nada se ha hecho hasta ahora.
Maestro Aristides ¡¿Qué no quiero para mi pueblo?! Sueño tener el mejor o uno de los mejores centros educativos, con todas las tecnologías, una atención médica óptima, que mi gente tenga mejores condiciones de vida, una vivienda digna, una comunidad con agua potable, instituciones públicas con su infraestructura (villa gubernamental), personal laborando, medios de transporte y comunicación adecuados, y un centro de educación ancestral. Sueño con que en mi país, la gente se sienta unida y orgullosa de su cimiento multicultural.
A Ercio lo conocí en las entrañas del río Tuira –bajo un implacable vendaval de truenos y lluvias– y noté que ansiosamente cubría con un plástico unas páginas de dos folletos bien custodiados, reparándolos para que la inclemente lluvia no los mojara. Después supe que eran los apuntes de sus dos trabajos: Un vocabulario (trabajado por muchos años) y un diccionario ilustrado para niños; todos en lengua emberá.
Existen figuras extraordinarias que se dedican con pasión y alma a tareas por el bien común, sin esperar recompensa, sin ahorrar fatiga. Ellas marcan huellas en solitarios desiertos. Al profesor Ercio nadie le ha querido publicar sus importantes trabajos, pues a los pies de la cruz del Gólgota, demoran los sueños de muchos apóstoles, y quién sabe si al hijo de una pareja de emberá iletrada, nacido en Boca de Cupe de Darién, podamos transformarle su sueño en una feliz realidad.