“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
Tecnología educativa: más que computadoras, nuevas formas de enseñar
- 13/10/2022 00:00
- 13/10/2022 00:00
El desarrollo científico y tecnológico acompaña la historia de la humanidad. En el caso de la tecnología educativa (TE), se constituye en un área de conocimientos y prácticas complejas, marcada por una constante reinvención, a la luz de las teorías que la fundamentan.
La incorporación de las TIC en las instituciones educativas está acompañada por cambios en la manera de concebir los procesos enseñanza-aprendizaje, que van desde su fundamentación en los postulados de la psicología conductista y la de Gestalt, hasta la influencia de la psicología cognitivista, constructivista y el conexionismo (Cabero y Barroso, 2015).
Este proceso de evolución es evidente al analizar dos perspectivas: TE “en” la educación y TE “de” la educación. En la primera los recursos tecnológicos son considerados como medios (hardware y software), aportando ventajas en la transmisión de mensajes durante el proceso educativo, asumiendo una postura instrumental. Por otro lado, la segunda perspectiva corresponde a una mirada sistémica compleja e integradora, con apoyo de las teorías de aprendizaje, en cuanto a la atención, tomando en cuenta múltiples variables que intervienen en la enseñanza.
La TE se refiere a competencias del docente y del estudiante, como elementos importantes para el éxito de la integración de las tecnologías en los procesos educativos. La tarea de transformar el acto docente usando TIC, es un desafío complejo. La promoción de aprendizajes significativos se vincula con formas de enseñanza innovadoras. Para Díaz (2009, p. 65), esto será posible si el profesorado “se forma para participar de manera creativa y colaborativa en el seno de una comunidad educativa que desarrolle una cultura tecnológica pertinente a un contexto social y educativo específico”.
Un docente versado en el empleo de TIC tendrá iniciativa, tomará decisiones en cuanto a qué y cómo hacerlo, y asumirá responsabilidades ante la incertidumbre que el acto didáctico implica. Por ende, en su afán por estimular el desarrollo de un estudiante competente, planificará situaciones de aprendizaje que lleven a enfrentar realidades de su contexto, para administrar recursos que brinden alternativas para la reflexión metacognitiva y la autorregulación.
Este desarrollo de habilidades, de docentes y estudiantes, representa una construcción en espiral en la acción, donde los conocimientos permiten resolver problemas, tal como lo apuntan los postulados en la lógica de la transposición didáctica de la educación por competencias.
Las universidades, espacios óptimos para formar a los profesionales gestores de esas prácticas, deben preparar espacios de formación al respecto. En el caso de la UDELAS, se brinda acompañamiento a los docentes en aspectos didácticos para el desarrollo de competencias digitales. Durante la pandemia, se incorporó en las prácticas docentes el uso de plataformas digitales y otros recursos TIC. En aras de fortalecer ello, recientemente se aprobó la maestría en docencia superior con especialización en entornos virtuales de aprendizaje, como escenario para orientar nuevos enfoques que posibiliten una integración eficiente de la TE en el contexto educativo panameño.
La transformación de las prácticas pedagógicas, en atención a las potencialidades de las TIC, requiere una metamorfosis del contexto de su uso, fundamentado en los enunciados del constructivismo sociocultural. Es pertinente la participación activa de los docentes en comunidades digitales, donde se gestionen proyectos asociados a entornos de aprendizaje innovadores y se investiguen métodos para explotar el potencial comunicativo y motivador que estos recursos tienen.
¿Cómo se puede lograr cada uno de estos postulados? Es prioritario redefinir los enfoques didácticos, posando la mirada en métodos como aprendizaje basado en proyectos, problemas y estudios de caso, así como promover técnicas de aprendizaje colaborativo y evaluación auténtica. Plantear situaciones reales al estudiante es imperante, para exigirle indagar, razonar y realizar un proceso de selección de la información que se le ha compartido y la que es parte de su conocimiento previo, teniendo que avizorar posibles soluciones y toma de decisiones argumentadas, al tiempo que atiende los conflictos axiológicos que se presentan.