El retorno de los vinilos

Actualizado
  • 24/07/2022 00:00
Creado
  • 24/07/2022 00:00
Crece el interés por los discos de vinilo, ya sea de época o las nuevas ediciones limitadas o reediciones de producciones que lograron la fama. Una afición que tiene tanto de nostalgia como de novedad tecnológica
El retorno de los vinilos

Los baby boomers y los pertenecientes a la generación X recuerdan perfectamente esa sensación de ir a una tienda de música a comprar un larga duración. Sobres cuadrados de cartón guardaban ese disco de vinilo que había que tratar con mucho cuidado y delicadeza. Un solo rayón podía estropear las pistas musicales que allí se contenían.

Eso de lado A y lado B llegó a perder vigencia completamente. Luego de varios años del uso del audio casette, llegó el CD con el sonido digital y para los vinilos o acetatos fue una sentencia de muerte, al menos en Latinoamérica.

Oscar Mendoza, propietario de la tienda de discos Vinyl Panamá recuerda como si hubiese sido ayer, el día que su madre le regaló para Navidad a él y a su hermano, los discos de sus cantantes favoritos. Desde entonces, se convirtió en un gran coleccionista, pero viajando se percató de que los discos aun conservan un gran potencial de negocio.

“Estando en México fui a un lugar que se llamaba El chopo, muy similar a la bajada de Salsipuedes, pero que en lugar de buhoneros, había unos 100 vendedores de discos de vinyl y ropa alusiva a grupos musicales, instrumentos, casettes, discos compactos. Ya para ese momento, en 2008, había un auge en la región, auge que nunca dejó de existir en países europeos y de otras latitudes.

Ediciones limitadas y reediciones son la especialidad de Longplay.

“El disco de vinyl, en países de Europa nunca fue dejado de prensar. Por eso te encuentras en esta época con discos de grupos como Nirvana, Alice in Chains que en los '90 solo existían en CD. En Europa esos discos los lanzaban en vinyl porque tenían un mercado”, cuenta Mendoza. En Latinoamérica fue otra la tónica. “el público latino quedó enamorado del nuevo formato de cd y las tiendas, por abaratar costos, solo trajeron cd players y dejaron de estar disponibles los equipos tecnológicos”, Los tornamesas o tocadiscos, dejaron de comercializarse y ¿quién quería comprar un disco si no tenía cómo reproducir su música?

De regreso de México, Mendoza empezó a contactar a algunas personas y aa preguntarles si tenían discos. “Uno se encuentra con gente que vende sus colecciones y así empezó una aventura que le llevó a abrir su local hace unos siete años.

Inicialmente vendía música en inglés, mucho rock. Un buen día, estando en un local que tenía en Los Pueblos, una mujer llega y le pregunta, '¿qué tienes de salsa?'. Muy seguro de sí, el vendedor le respondió: no tenemos salsa, aquí solo hay rock. La mujer le respondió, “Pero si allí es donde está el negocio. ¿Quieres vender discos o decirle a la gente que eres rockero?”

“La mujer regresó un par de días después con una caja de discos que yo no le había pedido”, recuerda Oscar. “estos discos eran de mi marido que se murió y te los voy a dejar”, le dijo. Había de Rubén Blades, de Willie Colón, de Oscar de León, de Celia Cruz… Oscar le pregunto “¿Y yo que voy a hacer con eso?” Ella le dijo “Tú nada más ponlos ahí”, y se fue.

En Longplay se puede tomar un rico café, trabajar o reunirse con amigos

Con muy poca fe, Oscar puso dos de los discos en la vitrina y automáticamente llegaron unos compradores. “¿Qué otros discos tienes además de los de la vitrina?” le preguntaron. Un solo cliente se llevó 15 de los discos. Otro llegó más tarde y se llevó unos 20. Oscar aprendió la lección. La salsa es lo que más vende.

Qué busca el público

“Yo he vendido aquí a Plácido Domingo a Willie Colón, a Renato, a Bon Jovi, a Metállica y a Menudo. Ya no me pongo a ver la cuestión de los géneros”, comenta Mendoza cuyo negocio se basa en discos de época, donde además de la popularidad de los músicos, influye la buena conservación del vinilo, esto para el comprador común. Para coleccionistas y revendedores, la cosa cambia. Ellos verán la cantidad de prensaje (ejemplares) que tuvo el disco, si son discos oficiales de la disquera o si se le dio una licencia a una disquera local para que los reprodujera.

Cajas de discos de distintos géneros y épocas buscan nuevos propietarios

“discos con prensajes raros o ediciones raras, poco conocidas aumentarán el valor. Y a Panamá llegan personas de otros países buscando algunos ejemplares de ese tipo”, comenta.

Algunos vienen a comprar discos baratos para luego revender. Otros buscan sencillamente ese espécimen raro. Algunos de esos discos pueden tener un valor hasta de miles de dólares, pero nuevamente, se trata de casos muy específicos.

El retorno de los vinilos

Y en el caso de quien mantiene un local y debe pagar alquiler e impuestos, lo que rinde ganancia es tener una oferta muy variada y traer cosas nuevas periódicamente. No se puede guardar un disco hasta que alguien se decida a pagar el precio que se tiene como meta. Podrían pasar meses o años.

Se puede tener más éxito vendiendo muchos discos a precios bastante moderados.

“Los extranjeros buscan música panameña. Es como un souvenir. Llevan rock o reggae panameño, salsa, combos nacionales, calipso, típico, música folclórica. A veces solo les interesa que o que salga alguien con una pollera en la carátula”, describe. Pero en otras ocasiones la situación puede ser distinta.

En plenas medidas pandémicas un hombre viajó de Japón a Panamá a comprar discos de jazz.

Longplay está ubicada en San Francisco

“Me dijo Voy a Bocas del Toro y regreso en una semana. Ese mismo día contacté a alguien que me consiguió discos de Coltrane, de Armstrong y me los vendió barato. El hombre regresó y se encontró con una colección de 20 discos. Todos se los llevó. No midió precio, ni cantidad, ni cuanto peso le representaría en la maleta”, recuerda Mendoza.

Con los nuevos lanzamientos la cosa cambia. “El coleccionista fuerte sabe que un disco actual no suena igual que los de la época. Estas reediciones son para personas que no les gusta escuchar el “crisp” o el “pop corn” del sistema análogo”, sugiere Mendoza.

Por otra parte, algunos artistas sacan ventaja de su fanaticada ofreciendo ediciones especiales limitadas las cuales tienen precios elevados.

Además de la venta en su tienda, ubicada en Vía Venetto. Mendoza participa constantemente en ferias y mercaditos en los que ofrece sus discos y en una que otra ocasión, termina él comprando algunos discos.

Vinyl Panamá asiste constantemente a ferias y mercaditos

Y es que algunos propietarios de discos aprovechan estas oportunidades para ir a vender también sus existencias. “Mucha gente no está aferrada a sus discos y estos más bien les representa un bulto del que quieren salir porque les ocupa mucho espacio”, admite.

Si bien, el negocio se mueve, no ha llegado a su plenitud, dice. Para ello falta más divulgación, promoción. Mientras algunas personas se interesan en hacer una colección o pensar en la reventa, algunos se mantienen en lo nostálgico. En el caso de las reediciones, si no se tiene un buen equipo reproductor al escucharlas se puede tener la sensación de que se tiró a la basura el dinero.

A mí siempre me gusta preguntarle a los clientes qué equipo tienen, no para vendérselos pero para que se animen a mejorar lo que tienen. Un tocadiscos chico, de maleta, está bien para empezar, pero no te puedes quedar con eso solamente”.

Vinilos con música de hoy

A diferencia de Vinyl Panamá, Longplay es una tienda especializada en música contemporánea, reediciones y ediciones especiales.

“Estaba en una cobertura periodística cubriendo una entrega de Grammy, en Los Ángeles, allá hay muchas tiendas de discos y entré en una de las más grandes y me dije 'qué 'coo'l puede ser un lugar así en Panamá' , claro que más chico por el tamaño del país. Se lo transmití a unos amigos uno de ellos trabajaba también en radio, y comezamos siendo una tienda de discos en 2017: selecta, pequeña”, recuerda Gonzalo Lazzari, uno de sus socios.

Con el paso del tiempo fueron creciendo, hasta 2020, cuando la llegada de la pandemia golpeó a todos.

Lo más lógico y práctico fue migrar hacia el e-commerce y de esa manera seguir apoyando al público que confinado tenía grandes necesidades de distracción y relajación. ¿Qué mejor que escuchar música en casa?

Este año Longplay reabrió su tienda, pero con un concepto diferente. Se trata de una cafetería de especialidad con venta de vinilos. “Así que puedes tomarte un café, disfrutar de la música, trabajar. Al final, es como estar en tu casa. Y lo que queremos es que cada quien le dé el significado de Longplay dependiendo de lo que esté buscando: un lugar para encontrarte con amigos, un lugar para la música y para sentirte en casa”, asegura Lazzari.

Además de Vinilos y café de especialidad Longplay vende también reproductores, agujas y accesorios. Además, es la única tienda en el país, embajadora del Record Store Day, “fecha más importante del vinilo, en el mundo. Justamente este año sacamos el primer disco de Panamá para esa fecha, cosa que no había sucedido en los 15 años de existencia que lleva el evento”, indica Gonzalo.

Y su clientela es tan variada como los géneros musicales que ofrece. Las preferencias, dice Lazzari, están directamente relacionadas a la generación a la que pertenecen los compradores.

“Los jóvenes están comprando mucho rap, trap, pop, pop en español, género urbano: Olivia Rodrigo, Drake, Kanye West, Bad Bunny, todos estos géneros que están vigentes o que ahorita están tomando vigencia. Si hablamos de una generación millenial, como la mía, pues música de los 90, discos ligados al rock, mucho pop de esa época y si vamos a los boomers, desde salsa, rock, funk, música disco”, informa.

“Nosotros vendemos discos nuevos ya sea reediciones de clásicos y también ediciones nuevas que nunca habían salido, incluso de producciones que se habían lanzado a finales de los 90 o a mediados del 2000 y que habían salido solo en cd. Te vas a encontrar ediciones hechas en Japón, Estado Unidos, República Checa, tenemos una sección de discos usados también”, detalla. “queremos trasladar esa necesidad que tiene el consumidor de ir a otros países. Que encuentre esa tienda de discos en Panamá.

Puedes encontrar un álbum ecléctico de Noruega o Islandia pero también de Drake o Bad Bunny, la reedición de Pies descalzos de Shakira”, agrega. Además, su tienda es la única en el país que lanza los discos el mismo día que se publican en todo el planeta. “La gente no tiene que esperar a que lleguen a Panamá un mes después”, asegura.

Pero ya sean boomers, millenials, Z, ó X, sus clientes tienen un gusto por la múscia, claro está y por disfrutar de una experiencia.

El E-commerce es una tendencia que no va a desaparecer. “No es lo mismo comprar por internet que en la tienda. Dependerá de la necesidad que tenga el cliente. Pero cuando uno se da cuente de lo que hacen grandes marcas tomas consciencia de que el retail convencional ha pasado la página. Lo que se busca es una experiencia con la vuelta al físico”, reconoce Lazzari. Por ello, el esmero en ofrecer un espacio en que se pueda disfrutar de un buen momento, desde el chico que quiere sonar en la tienda su disco de música urbana, hasta el conocedor de salsa que quiere escuchar su nueva compra.

“Es un lugar que más allá de la experiencia, queremos aportar cultura a este país a través de la música.

Panamá ha crecido de manera drástica, en arquitectura, en estructuras pero la cultura se ha quedado un poco rezagada y queremos ser parte de eso, de los eventos, de la música, la lectura, Esto ha pasado ya con la gastronomía, con las cervecería artesanal, queremos que Panamá sea una ciudad cosmolpolita pero también culturalmente cosmopolita”, concluye.

en la ciudad hay cuatro tiendas dedicadas a la venta de vinilos, ya sea nuevos o de época, además de una decena de personas dedicadas a la venta y compra de discos a través de plataformas electrónicas.

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