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Panamá precisa promover la donación sanguínea
- 12/06/2019 02:00
- 12/06/2019 02:00
Ana Mendoza recuerda con satisfacción la primera vez que decidió salvar vidas. Hace 20 años, tras conocer el requerimiento de transfusión de sangre para un paciente O negativo —uno de los grupos sanguíneos más atípicos—, decidió convertirse en donante.
‘Siempre me siento como aquel día, feliz de haber ayudado', confiesa. La joven arquitecta panameña sabe que los O son donantes selectos, ya que la sangre de este grupo, se puede transfundir a cualquier receptor.
A Mendoza le anima el compromiso de promover la donación responsable. ‘La primera vez que doné tenía 17 años y entendiendo que mi tipaje sanguíneo es poco común, me he mantenido en esta práctica voluntariamente', confiesa, reconociendo que con una donación puede salvar hasta cuatro vidas adultas y de ocho a nueve infantiles.
En 2014, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estimaba que solo el 41% de los donantes de América Latina eran voluntarios no remunerados ni de reposición, mientras que en el Caribe ese porcentaje ascendía a 56%. En Panamá existen 28 bancos de sangre, de los cuales 11 se encuentran en instalaciones de la Caja de Seguro Social (CSS), 10 en hospitales del Ministerio de Salud (Minsa) y 7 en centros de atención privados.
Aunque en el Istmo se han articulado esfuerzos para estimular y canalizar de una manera más noble la donación de sangre, aún no es palpable una participación activa que se corresponda con las necesidades reales.
Alexandra Castro Novey, directora Ejecutiva de Fundacáncer, explica que ‘a nivel nacional no hay una cultura de donación voluntaria'. La ejecutiva considera que hay muchos factores que inciden en ello, ‘principalmente la falta de información sobre la importancia de la donación voluntaria, recursos limitados para la promoción a nivel gubernamental y la falta de coordinación entre las entidades responsables'.
‘Tradicionalmente, los bancos de sangre han trabajado con la modalidad de reposición familiar, donde para acceder a una cirugía o tratamiento, el paciente tiene que traer personas que donen sangre con anterioridad', explica.
‘Asimismo, quienes no tienen familia ni amigos dispuestos a donar, pasan muy mal rato buscando donantes y hasta pueden recurrir a pagar por la sangre, lo cual es ilegal e inseguro', enfatiza.
Para Castro, lo expuesto y la falta de información han creado un círculo vicioso en el cual no se dejará la reposición mientras no se cuente con una cantidad adecuada de donantes voluntarios.
En nuestro país, según datos del Instituto Oncológico Nacional (ION), la mayor demanda de componentes sanguíneos se divide en hospitales de segundo nivel, con los pacientes quirúrgicos; en hospitales de tercer nivel, con los pacientes de trauma, cirugías cardiovasculares y trasplante de órgano sólido; y en los centros de referencia, con los pacientes con enfermedades crónicas y hemato-oncológicas.
Abdiel Cubilla, jefe del Banco de Sangre del ION, expresa que ‘es innegable que cada vez que donamos sangre regalamos vida. Y cuando lo hacemos voluntariamente, no solo beneficiamos al paciente si no al entorno'.
‘Definitivamente hay pacientes que sin una transfusión de sangre literalmente habrían perdido la vida, pero hay muchos más que gracias a una transfusión hoy tienen fuerzas y oportunidad de seguir luchando contra una enfermedad', destaca.
‘La primera vez que doné tenía 17 años y entendiendo que mi tipaje sanguíneo es poco común, me he mantenido en esta práctica voluntariamente',
ANA MENDOZA
DONANTE DE SANGRE
El especialista del ION cree que en Panamá urge promover la donación. ‘Estoy convencido de que las actividades informativas deben ser sacadas del ambiente hospitalario, ya que el donante no es un enfermo. Por ello la necesidad de un hemocentro que asuma esas tareas. Ya sea en centros fijos o mediante unidades móviles que acerquen la donación de sangre al entorno diario de la sociedad', describe.
Cubilla afirma que debido a la gran diversidad de sistemas de atención de salud, es difícil que se dé una articulación real entre los bancos de sangre. ‘Dependemos más de la buena voluntad que de convenios que permitan un uso más eficiente de la sangre de acuerdo con las necesidades, sin importar dónde se generen'.
Sostiene que ‘la cultura de donación de sangre es un tema de educación y no de presupuestos', un escenario en el cual el primer gran actor debe ser el sistema educativo, mediante la enseñanza desde el jardín de niños, ‘para eliminar gran parte de los mitos y tabúes con los que hoy día lidiamos', así como la empresa privada, desde donde se deben desarrollar programas de responsabilidad social con la promoción de actividades de donación.
Nueva perspectiva
En abril de 2018, la Asamblea Nacional aprobó la creación de la Unidad Administrativa de Medicina Transfusional y Servicios de Sangre, y el establecimiento de un hemocentro y su patronato (proyectos de ley 581 y 539). En octubre del mismo año, tras la primera reunión de la Junta Directiva, se instaló el Patronato Hemocentro Nacional, una estructura desde la cual pretende centralizarse el procesamiento de los componentes de la sangre total y asumir el control de los inventarios de todos los bancos de sangre del país.
‘Estoy convencido de que las actividades informativas deben ser sacadas del ambiente hospitalario, ya que el donante no es un enfermo. De allí la necesidad de un hemocentro que asuma esas tareas'
Conformado por representantes del Minsa, la CSS, Fundacáncer, el Instituto Conmemorativo Gorgas, la Asociación de Pacientes con Enfermedades Críticas, Crónicas Degenerativas, la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, el Colegio Nacional de Laboratoristas Clínicos, la Sociedad Panameña de Hematología, la Asociación de Hospitales Privados y la Asociación de Medicina Transfusional, el Hemocentro buscará garantizar el abastecimiento en todo el territorio nacional.
De acuerdo con la representante de Fundacáncer,
‘los esfuerzos de promoción de la donación voluntaria cobran mucha importancia y requieren de una visión y acción unificada, como lo plantea el proyecto del Hemocentro Nacional'.
Al respecto, Cubilla indica que ‘un hemocentro permitiría que dado que la sangre es obtenida bajo un mismo estándar, no sean un inconveniente los costos al momento de usarla donde haya necesidad'.
¿Estatus?
Sobre el estado actual del proyecto de creación del hemocentro, Marcella Vallarino, directora Ejecutiva de la Fundación Felipe Motta, cuenta que a la fecha están pendientes la firma de la reglamentación (se encuentra en Presidencia desde abril de 2019), la inscripción del patronato en el Registro Público y la Dirección General de Ingresos, la creación de la Unidad Administrativa en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la apertura de cuentas bancarias y la aprobación del presupuesto para 2020.
‘El impacto del Hemocentro se verá en su totalidad cuando dejen de circular mensajes en redes sociales solicitando sangre para personas que la requieran',
MARCELA VALLARINO
DIRECTORA EJECUTIVA FUNDACIÓN FELIPE MOTTA
Vallarino estima que el impacto real del Hemocentro Nacional se verá en su totalidad ‘cuando dejen se circular mensajes en redes sociales solicitando sangre para personas que la requieran'.
‘Si alcanzamos un 100% de donación voluntaria de sangre, los hospitales contarían siempre con un suministro seguro y oportuno. No habría necesidad de solicitarle a los pacientes que repongan la sangre', indica.
Además, el Hemocentro funcionará como un centro nacional de captación y distribución donde se centralizarán en un solo lugar la promoción, colectas, serología y almacenamiento de la sangre. ‘Cada hospital podrá hacer sus solicitudes en base a la demanda que tengan de los distintos hemocomponentes'.
¡Quiero donar!
De acuerdo con la OPS, el perfil del donante voluntario de sangre es una persona capaz y con la competencia para decidir ser donante de sangre, sabe que está saludable y desea mantenerse así; está bien informada sobre las medidas que debe tomar para estar en buenas condiciones de salud y cómo evitar conductas o riesgos no saludables, conoce las necesidades de sangre así como los requerimientos, procesos y riesgos de la donación, está positivamente motivada a donar, lo decide voluntariamente y lo hace de forma repetida.
Cubilla agrega que para donar, es necesario dirigirse a un banco de sangre, proveer los datos personales, someterse a un examen médico muy corto que verifica el estado de salud general y ‘si calificas como donante se te extraerán 450 mililitros de sangre'.
‘A nivel nacional no hay una cultura de donación voluntaria de sangre en Panamá',
ALEXANDRA CASTRO NOVEY
DIRECTORA EJECUTIVA DE FUNDACÁNCER
Esta sangre es examinada para pruebas transmisibles por vía sanguínea y se clasifica por su tipo sanguíneo para ser usada, añade.
Después de donar, es necesario facilitar los ajustes naturales del organismo, mantenerse tranquilo, permitir la formación del cierre en el lugar de punción, hidratarse lentamente con 16 onzas de líquidos en las primeras dos horas, no consumir bebidas alcohólicas en 24 horas ni realizar esfuerzo físico intenso, además de evitar actividades de mucha tensión en las 12 horas siguientes a la donación.
Castro explica que pueden donar sangre personas entre 18 a 65 años, con un peso mayor a 110 libras, en buen estado de salud y con documento de identidad personal. Si cumple con estos requisitos, puede acercarse a un banco de sangre para las pruebas necesarias.
‘Es innegable que cada vez que donamos sangre regalamos vida. Y cuando lo hacemos voluntariamente no solo beneficiamos al paciente, sino al entorno'
ABDIEL CUBILLA
JEFE DEL BANCO DE SANGRE DEL ONCOLÓGICO
‘Donantes de sangre en potencia son también muchos jóvenes, a quienes debemos educar sobre la importancia de la donación voluntaria de sangre, a fin de que cuando lleguen a la edad, creen un hábito de donación al menos tres veces al año', remarca.
El camino es largo. Vallarino coincide en que si bien dentro de las principales funciones del Hemocentro Nacional se encuentra la promoción de la donación voluntaria de sangre, la OPS ha solicitado a sus países miembros que para el 2020 alcancen un 100% de donación voluntaria y actualmente ‘Panamá está en un escaso 7%'.
En este escenario, tanto al Hemocentro Nacional como a la Unidad de Medicina Transfusional del Minsa les corresponderá impulsar campañas a nivel nacional.
‘Una de las estrategias que ha funcionado es salir a buscar la sangre y no esperar a que el donante llegue al hospital. Al llevarle la colecta a su puesto de trabajo, universidad o espacio público aumenta la probabilidad de que las personas se acerquen a donar', acota.
En el caso del programa Dona Vida ION, que cuenta con un centro de donación de sangre fuera del hospital y una unidad móvil que va por toda la ciudad recolectando sangre, ‘se ha logrado alcanzar un índice de donación voluntaria de 30%'.