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Olivia Mary de Havilland, la última sobreviviente de la época dorada de Hollywood
- 01/07/2020 00:00
Ella mantiene vivo el recuerdo de la edad dorada de la meca del cine en de blanco y negro. Se trata de Olivia Mary de Havilland, la última leyenda viva del Hollywood clásico y también la última superviviente del reparto de la película 'Lo que el viento se llevó' (1939).

Fue la primogénita del abogado británico Walter de Havilland, especializado en patentes internacionales, y la actriz Lillian Ruse.
La intérprete, ganadora de dos premios Óscar a Mejor actriz protagonista por 'La Vida íntima de Julia Norris' (1946) y 'La heredera' (1949), cumple hoy, 1 de julio, 104 años.
Establecida desde los años 50 en París, Olivia hizo uno de su últimos viajes a Hollywood en junio de 2006 cuando fue homenajeada.
La actriz estadounidense nació en Japón, donde su padre ejercía la docencia como profesor de universidad. A los dos años de edad Olivia y su hermana pequeña Joan Fontaine se marcharon con su madre a Nueva York.
En esta ciudad descubrió su pasión por la actuación e inició en teatro de aficionados y poco a poco fue afianzándose en el escenario, hasta que la representación de 'El sueño de una noche de verano' le abrió las puertas del cine.
El pujante éxito mundial de 'Lo que el viento se llevó', adaptación de la novela homónima de 1936 de Margaret Mitchell, producida por David O. Selznick y dirigida por Victor Fleming, catapultó a Olivia al éxito.
En el filme, la actriz interpretó a Melania, la cuñada y mejor amiga de la protagonista de la historia, Scarlett O'Hara; un papel de joven sacrificada que la hizo famosa; por este trabajo fue nominada al Óscar a la Mejor actriz de reparto.
Siguieron a este varios papeles de éxito, en los que la actriz consiguió demostrar su talento para la interpretación de personajes dramáticos.

A partir de 1935 formó parte de un equipo consolidado en la Warner, con Errol Flynn, quien luego confesó, según la prensa internacional, haber estado perdidamente enamorado de ella en aquel entonces, como pareja, y Michael Curtiz como director. Junto con Flynn protagonizó siete películas, en las que ella siempre representaba el mismo personaje, de la amada del aventurero. Algunas de estas películas son: 'El capitán Blood' (1935), 'La carga de la Brigada Ligera' (1936), 'Robin de los bosques' (1938).
En 1945 entabló un famoso pleito contra la Warner que duró dos años, y en el que logró que su contrato no se prorrogara sin su consentimiento.
Ella consideraba que con el contrato que tenía con el estudio, su talento no era del todo reconocido, por lo que demandó a la Warner al amparo de la ley “anti-peonaje” de California, una regulación inspirada en el Código napoleónico que prohibía a los patronos reducir a sus trabajadores a la servidumbre.
“Todos en Hollywood creían que perdería, pero yo estaba segura de ganar. Había leído la ley y sabía que lo que hacían los estudios estaba mal”, aseguró Olivia en una entrevista al diario The Telegraph. Y de hecho ganó y pudo escoger los papeles que realmente le interesaban.
A partir de la década de 1960 prefirió alejarse cada vez más de la gran pantalla y se dedicó al teatro, donde inició su vida de actuación y, a la televisión. En 1979, tras rodar 'El quinto mosquetero', se retiró definitivamente del cine.
Sumado a su recorrido como actriz, uno de los capítulos recordados en la vida de Olivia es la mala relación que mantuvo con su hermana menor, Joan Fontaine, fallecida en diciembre de 2013 a los 96 años. Ambas fueron protagonistas de una fuerte rivalidad personal, incrementada cuando compitieron por el Óscar a la mejor actriz.

En una “rara entrevista”, publicada en The Washington Post (julio 3, 2016) , la última sobreviviente de la edad dorada de Hollywood “reveló sus verdaderos sentimientos hacia su difunta hermana, la mujer a la que se refiere como la 'Dama Dragón”.
“De Havilland dijo que la 'leyenda de una pelea' con su hermana fue creada por un artículo titulado Sister Act en la revista Life después de los premios de la Academia de 1942, cuando ambas estaban nominadas. Fontaine, la menos conocida de las dos, ganó por 'La sospecha'. De Havilland competía por 'La puerta de oro', se lee en The Washington Post.
Según relata Olivia a la revista Vanity Fair (septiembre 10, 2016) “de pequeña, ella, la quería muchísimo”, sin embargo, desde la década de 1950 siempre se ha negado o le ha costado hablar de su hermana.
“El amor fraternal comenzó a desaparecer cuando cumplieron seis y cinco años, respectivamente”, recoge la revista estadounidense. “Un día, Joan, que estaba jugando al lado de la piscina, agarró del tobillo a su hermana y trató de tirarla al agua. 'Aquello me pilló desprevenida', cuenta Olivia, que era más fuerte de lo que Joan sospechaba, de modo que, en vez de tirarla, Joan se rompió la clavícula contra el bordillo de la piscina y tuvo que llevar una escayola. Este juego infantil marcó el origen de la mayor rivalidad entre hermanas de la historia del cine”, reseña la publicación de Vanity Fair.
En la entrevista con The Washington Post Olivia enfatizó que “una enemistad implica una conducta hostil continua de ambas partes. No puedo recordar una sola ocasión en la que yo inicié una conducta hostil. Pero puedo recordar muchas veces en que mi reacción a un comportamiento deliberadamente desconsiderado fue defensiva”, señaló.
“Si la Dama Dragón estuviera viva hoy (para mi cumpleaños), ¡me quedaría callada para protegerme!”, declaró Olivia a The Washington Post, revelando quizá, que no todo está en el olvido.
En 1975 se le diagnosticó cáncer a la madre de Olivia y Joan. La hermana mayor se quedó al cargo de su progenitora y Joan realizó una gira profesional. Según recoge La Vanguardia, al cabo de unos días, Olivia llamó a su hermana para decirle que tenían que operar a su madre. Esa fue la última conversación que mantuvieron. La madre murió en el quirófano y Olivia no llamó a Joan para comunicarle la noticia hasta después del funeral.
Olivia también sufrió desengaños amorosos. La entonces joven actriz se enamoró de Flynn, su compañero de filme de origen australiano. La química entre la pareja traspasó la pantalla, pero su relación no llegó a buen puerto. Según relata Olivia a medios internacionales, Flynn le declaró su amor imperecedero, pero ella no quiso una relación con él mientras siguiese casado con la intérprete francesa Lili Damita. El matrimonio entre Flynn y Damita duró siete años, de 1935 hasta 1942.
En 1946 Olivia se casó en primeras nupcias con el novelista Marcus Goodrich, relación que culminó en divorcio en 1953. Dos años más tarde se casó por segunda vez con Pierre Galante, de quien se divorció en 1979 y con quien tuvo una hija, Gisele. Pese a que se divorciaron, mantuvieron una buena amistad hasta el punto que Olivia cuidó de él hasta su muerte en París, en 1998.
Actualmente, Olivia, una de las estrellas de Hollywood más célebres de la década de 1940 y de la historia del cine, reside en la capital francesa desde hace más de 60 años, alejada de la industria cinematográfica en la que hace tiempo brilló con esplendor.