La Ciudad de Saber conmemoró su vigésimo quinto aniversario de fundación con una siembra de banderas en el área de Clayton.
- 10/07/2016 02:00
- 10/07/2016 02:00
Desde que Edward Said publicara su famoso libro Orientalism en 1977 el mundo ha cambiado aceleradamente al terminarse ‘oficialmente' la Guerra Fría. Las simples dicotomías como norte-sur, centro-periferia, que, incluso, alcanzaron el mundo académico, son cuestionadas hoy día por modelos más dinámicos, transversales y dialógicos, modelos que pongan en contacto y relación espacios segregados y excluidos de la conversación global.
Y precisamente, al proponer este modelo, puede leerse (de manera inversa), qué tan influyente siguen siendo todavía las viejas prácticas intelectuales, porque es necesaria la reflexión si este modelo sur-sur podría ser el camino de salida de aquella dañina herencia, que es asociada (para los estudios críticos coloniales o postcoloniales) solo o casi a conquistas, invasiones y guerras que van del norte al sur.
En efecto, a las autoras de esta antología les preocupa ver la circulación y transferencias de ideas en el contexto de las ‘modernidades plurales'. Lo ideal, por otra parte, sería un modelo que rompiera todas las coordenadas geográficas, territoriales y euclidianas o, mejor dicho, un modelo dialógico global, sin fronteras o coordenadas territoriales que crucen las construcciones teóricas y culturales. Y, en este sentido, las autoras discuten ese modelo de la diferencia, de lo Uno y de lo Otro, un modelo clásico de lo postcolonial, la ‘diferencia colonial' y los estudios de área, y la ‘similitud' (Bhatti, Kimmich), modelo éste que debe ser acompañado por un trabajo de ‘equipo pluricultural', un modelo que espera encontrar un tipo de diálogo horizontal que no ha sido posible en la relación norte-sur por dominar las relaciones asimétricas de poder.
Es una antología, cuyo espíritu global, sur global, se ve proyectado en todos y cada uno de los ensayos que van de preocupaciones muy concretas que se ocupan de autores o temas específicos como Freyre, Cortázar, Paz, Tagore, el modernismo, la teosofía en Centroamérica hasta discusiones teóricas como las planteadas por Julia A. Kushigian donde está la tesis del ‘orientalismo hispano' que, según ella, es una posibilidad de análisis para terminar con aquella metáfora predominante, contra hegemónica y anti-occidental, que el Oriente es una construcción de Occidente dirigida a su dominación y explotación.
Ella propone el ‘orientalismo hispano' (que no deja tampoco de ser una metáfora, por cierto) como una propuesta dialógica, horizontal, que está lleno de dudas y preguntas, un orientalismo que permite ver las transferencias e intercambios anteriormente obviados por los análisis derivados de Said.
En fin, esta antología reunida por Klengel y Ortíz Wallner, es un gran aporte a esta discusión que, seguramente, no termina aquí.