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María Pérez Cuadra espera que las autoras 'saquen del clóset sus novelas'
- 26/06/2022 00:00
- 26/06/2022 00:00
La escritora nicaragüense María del Carmen Pérez Cuadra ya había recibido diferentes premios, pero quizá ninguno le significó tantas miradas como el Rogelio Sinán 2022 por su obra Memorias de una hija imaginaria, no sólo por su calidad, sino también por ser la primera mujer en ganarlo en la categoría novelas.
“Ojalá y muchas autoras se sientan estimuladas a sacar del clóset sus novelas”, dijo en una entrevista con Efe.
Pérez Cuadra, una doctora en literatura de 50 años, que reside en Chile desde hace más de una década, se declaró doblemente sorprendida por el premio que otorga la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) y el Ministerio de Cultura panameño, primero por la gratificación de ganar, y luego por ser la primera mujer en lograrlo con una novela.
“Me ha sorprendido que este reconocimiento no lo haya merecido antes otra mujer. Lo que significa que en el siglo XXI el panorama de las mujeres -con respecto a su incidencia en el campo cultural- no ha cambiado mucho en relación con el siglo anterior. Creo que la razón está en que la novela es un género de escritura que requiere mucho tiempo de escritura, y condiciones mínimas para poder crearla", afirmó.
“Se necesita no solamente 'una habitación propia', como diría Virginia Woolf, sino también una biblioteca, una red de apoyo, preparación técnica artística, un entorno propicio y un tiempo propio para poder escribir, cosas que no todas las mujeres tenemos”, explicó.
Tras ser declarada ganadora del Rogelio Sinán 2022, Pérez Cuadra recibió múltiples felicitaciones, pero lo que sobresalió fue la cantidad de mujeres que la saludaron, desde autoras como las nicaragüenses Gioconda Belli o Daysi Zamora, hasta escritoras en ciernes.
“Me hace sentir muy honrada, y me gusta que todas estas escritoras sientan el reconocimiento como propio. Ojalá y muchas autoras se sientan estimuladas para sacar del clóset sus novelas”, resaltó.
Para la autora de obras como El cisne, o Monstruo entre las piernas y otras escrituras antropomorfas, el machismo ha condicionado el papel de las mujeres en el ámbito cultural.
“Si uno se toma la molestia de revisar algunos antecedentes como lo hicieron por ejemplo Magda Zavala y Seidy Araya en su libro: La historiografía literaria en América Central: 1957-1987, se puede constatar entre otras cosas la falta de incorporación de la escritura de mujeres en ese ámbito del campo cultural lo que revela una precariedad condicionada por el machismo”, sostuvo, aunque también consideró que actualmente existen precedentes de cambio en Latinoamérica.
En cuanto a Memorias de una hija imaginaria, calificada como una obra de “lenguaje fresco y sencillo” por los jurados Carlos E. Fong y José Luis Rodríguez Pittí, (la tercera colegiada, Yolanda Hackshaw, no le dio su voto), Pérez Cuadra tocó el tema de la migración.
“Para quienes migramos la vida se transforma en una sobrevivencia (...). Cuando una persona se ve obligada a migrar se apropia con todas las fuerzas de un mapa emocional que dobla y guarda en su corazón y en su cerebro, pero una vez que este sujeto se va, el mapa se pierde”, explicó.
Lo que no se pierde son las alegrías de la vida incluso bajo limitaciones, como en los días de confinamiento por la covid-19, tal como confirmó Pérez Cuadra cuando, durante el encierro, rescató a un pajarito al que llamaba “Pollito”.
Una vez recuperado, el pajarito, espantado por el perro de la casa, voló sin despedirse. Al menos eso fue lo que la escritora pensó, hasta que creyó escucharlo a lo lejos, lo llamó por su nombre, y aquel voló “como un cohete” hacia ella por última vez. “Ese es quizá uno de los días más felices de mi vida”. confesó.
Al igual que “Pollito”, Pérez Cuadra espera volver a su natal Jinotepe, una pintoresca ciudad del Pacífico de Nicaragua. Mientras tanto, se alista para recibir el Rogelio Sinán en agosto próximo.
El Premio centroamericano de literatura, organizado por la Universidad Tecnológica de Panamá premió este año a la novela 'Memorias de una hija imaginaria', presentada bajo el seudónimo Claudia, en una decisión dividida. El fallo se dio a conocer los primeros días del mes de junio
El jurado se conformó por los escritores Carlos Fong, José Luis Rodríguez Pittí y Yolanda Hackshaw. El fallo señaló falencias en las propuestas presentadas. “La mayoría de las obras tienen problemas de construcción, muchas ni siquiera tienen estructura de novelas, un número importante son melodramas triviales y en un alto porcentaje los autores hacen mal uso del idioma. Es alarmante que solo un par de trabajos presentados puedan ser considerados como material para ser evaluado en algún concurso”.
Hackshaw destacó que “...este concurso es uno de los máximos galardones de las letras panameñas y merece que la obra ganadora responda a los más altos criterios en la selección, y que todas las novelas concursantes padecen de alguno de los problemas antes mencionados, decido declararlo desierto”.
sin embargo, Fong y Rodríguez Pittí favorecieron la novela de María Pérez Cuadra. El fallo de mayoría señala que la obra posee “un lenguaje fresco y sencillo, nos presenta una historia de desarraigo y retorno a la patria que encierra una profunda mirada existencial desde la infancia, la experiencia de la mujer y la violencia, lo que la guerra nos quita, las relaciones familiares, los amigos y cómo se confrontan lo recuerdos desde la diáspora con la experiencia del retorno al terruño, situaciones a las que se enfrenta un número creciente de personas de nuestros países centroamericanos”.
La autora, nicaragüense, es Licenciada en Artes y Letras, posee un Máster en Literatura Hispanoamericana y de Centroamérica por la Universidad Centroamericana (Managua) y Doctora en Literatura por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ha publicado artículos, ensayos, poesías y narraciones en diversos medios nacionales y extranjeros.