Joaquín Carrizo Altamirano: el palpitar de los talentos en Panamá

Actualizado
  • 01/04/2019 02:00
Creado
  • 01/04/2019 02:00
Una nueva mirada interpretativa de las Bellas Artes en el país

Encontrándome en mi ciudad natal, cerca de las fiestas navideñas, fui invitado a la Escuela de Bellas Artes A. Herrebarría de Santiago de Veraguas para intercambiar unas palabras con los alumnos de ese plantel. Durante nuestra tertulia, noté a un muchacho que no dejaba de pintar. Esa situación me capturó de manera tal que, al terminar mi conversatorio, me dirigí a hablar con el tímido joven.

Su gran tela estaba apenas iniciada y él me explicaba su trabajo, describiéndome lejanos horizontes —su mente estaba allende a su quehacer—. Seguí curioso en mi interrogatorio hasta llegar a descubrir que no solo se expresaba con la pintura, que sus trabajos abarcaban muchas disciplinas. ¡Qué maravilloso descubrimiento en el momento justo, en esos salones de la Escuela de Bellas Artes, casualmente a tiempo para formar parte de esta quinta entrega periodística que le describe!

Joaquín Carrizo Altamirano viaja todos los días desde Ocú hasta Santiago para recibir clases de pintura. Proveniente de una culta familia interiorana, de esa dinastía de músicos, compositores e inventores ocueños, Chin y Yin Carrizo… Lo más sorprendente de todo: posee un particular talento, único para un muchacho de 22 años.

Las diosas de la genialidad, con sus cálidos vientos en el momento del encuentro, me susurraban por enésima vez, a través de los antiguos linajes criollos, la mística profunda del sentimiento interiorano que ha hecho grande la cultura en nuestro país.

LOS PROYECTOS ARTÍSTICOS DE JOAQUÍN ACAPARADOS EN UN ‘CLIC' FOTOGRÁFICO

Joaquín abre su Instagram y me hace ver una serie de trabajos, en los que las figuras - que son sus personajes parecen ser el hilo conductor por donde iniciar; ellos se encuentran sumergidos en pensadas ambientaciones.

Al presentarme su trabajo, observo la capacidad para utilizar el ‘lenguaje culto del cuerpo humano'; la desnudez (el desnudo) soporta profundas consideraciones, que son portadoras de ideas, son el vehículo para desarrollar un personal discurso plástico.

Sigo viendo todas sus fotografías, y veo que abarcan muchas disciplinas expresivas que van desde el body art , diseños tribales, objetos, prendas y vestidos con materiales reciclados… donde la fotografía es el instrumento recolector de todos esos momentos ‘performáticos', que fueron planificados a priori, construidos minuciosamente y en absoluta libertad creativa.

A cada clic fotográfico pertenece un ‘historial, momento actuado', el ojo busca el detalle de cada objeto y de las prendas realizadas, donde las diosas emergen como divinidades. Pues es allí donde se toma su tiempo la capacidad de este nuevo exponente de las artes, en su particular manera de expresar un mundo interiorizado, que va tejiendo en su mente y con sus manos, aquellas realizaciones únicas, que son soportadas por la incredulidad de un nuevo lenguaje artístico. Y lo exquisitamente maravilloso es que él es consiente de ese proceso.

EL LUGAR DONDE MORA LA CREATIVIDAD

El lugar donde mora la creatividad existe en la intuición de cada artista. Ella es una condición única y trasformadora que nos lleva a logros sin precedentes, procesadora de originalidades y de distinciones genuinas con valores universales.

Nos interrogamos: ¿Puede una lejana quebrada de Ocú transformarse en un épico escenario donde inventar nuevas visibilidades? ¿Un simple maizal, servir de plataforma donde soñar idílicos pasajes? ¿Puede una vieja casa abandonada, situada en la plaza de Ocú, ser el lugar donde inventarse una personaje místico y cautivador? Estas situaciones las encontramos a lo ancho y largo del territorio istmeño, están disponibles a todos, accesibles a cada uno de nosotros.

Y es allí donde se ejercita el talento artístico y donde valoramos el trabajo de Joaquín Carrizo, que ve donde otros ignoran, observa donde ciegos ojos rechazan. Entonces nacen las obras ‘Nacimiento de Gea', ‘El culto al Sol y a la Agricultura', ‘La Pecadora' y muchas otras.

EL ARTE Y LOS MEDIOS EXPRESIVOS

El Arte es la expresión más íntima del hombre y es el reflejo del ambiente donde él vive, representándolo, exaltándolo, sublimándolo. Con la particularidad de que el artista, usando diversos medios expresivos y a través de la creación, sublimiza tal condición, por consecuencia podremos reconocerle al Arte y a los artistas, el poder de documentar en forma indiscutible la cotidianeidad del momento en el cual vive y desarrolla su obra. Es por esto por lo que las Artes han documentado todos los pasajes del hombre en la tierra y son el instrumento con que ha testimoniado su historia.

Allá encontramos los cuentos de Nacho Valdés, las novelas de Mario Augusto Rodríguez, a Gil Blas Tejeira, Dimas Lidio Pitty, así como las composiciones musicales de Dorindo Cárdenas. Y en ese Ocú interiorano, donde nacieron piezas como ‘Manito Juan', ‘Julia', de manos de Joaquín ‘Chin' Carrizo, nos encontramos con el testimonio que, pese al abandono, a la indiferencia, el talento panameño brilla bajo sufrida luz propia.

HIJO DE TIGRE SALE RAYA'O

Joaquín Carrizo pertenece a esa generación de artistas jóvenes que hacen fuerte nuestro presente artístico. Carlos Bracho y su Panamá Surreal; Roger Vásquez con sus novedosas propuestas en Punto Bohemio, las propuestas artísticas de Rosita Palacios desde Santiago de Veraguas, con proyectos y los encuentros en Mörelinda, Luis Guillén —gestor cultural y sociólogo— con sus podcasts Bien Conta'o y otros… ellos son proponentes de espacios donde expresar las nuevas artes, en que se estimulan las experimentaciones a través de los lenguajes no convencionales, marcando pautas innovadoras de nuestro presente, porque son estos los lugares necesarios donde convivirán estos nuevos talentos.

La matriz fértil, pronta a ser fecundada

La creatividad y el empuje continuarán abriendo posibilidades al arte para las nuevas generaciones

Desde las aulas de las Escuelas de Bellas Artes, desde los remotos rincones de nuestras ciudades, a lo largo y ancho de nuestro país, existen jóvenes que exaltan su condición de ‘ser creativos', con pocos medios a disposición, sin docencia calificada. Rompen el cascarón del abandono, para exigirnos y para enseñarnos que no sucumbirán a la tristeza ni a la soledad… porque son ejemplares, como las obras de este talentoso joven Joaquín Carrizo Altamirano, las que nos indican que, pese a la desorientación del país, las Artes se expresarán con altos valores creativos.

El artista

Joaquín Carrizo Altamirano nació el 1 de octubre de 1996 en Ocú, Herrera. Es artista plástico, fotógrafo, maquillista de fantasía, pintor corporal, pintor, artesano, artista del ‘performance'.

Graduado de Bachiller en Bellas Artes en la Universidad del Arte Ganexa y actualmente estudia bellas artes, especialidad en pintura, en la Escuela de Bellas Artes de Santiago.

Con su primer proyecto fotográfico gana el concurso de fotografía organizado por la sociedad de graduandos de Ganexa en 2015 ‘Et in a new land'.

En 2017 participa en el conversatorio ‘Protocolo para fotografías de desnudo, organizado por Panamá Surreal.

En 2018 participó en la exposición ‘Historias de la diversidad, en el marco del Pride Panama. Ese mismo año, produjo el arte y efectos especiales para ‘Memoria', cortometraje de Guasimo Multimedia.

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