¿Qué hay detrás de Just Stop Oil y sus protestas virales?

Actualizado
  • 25/10/2022 00:00
Creado
  • 25/10/2022 00:00
La coalisión inglesa, que en diferentes ocasiones se ha visto en el ojo de la tormenta, no parará de protestar contra el uso de los combustibles fósiles. En esta edición ahondamos sobre el revuelo que el colectivo ha causado
Anna y Phoebe, activistas de Just Stop Oil, en la galería de Londres donde realizaron el 'ataque artístico' a la pintura de Van Gogh.

¿Denuncia social o acciones vandálicas? La opinión pública aún no llega a un consenso sobre cómo categorizar las manifestaciones de la organización británica Just Stop Oil. En menos de un año de fundación, la asociación ha logrado exitosamente exponer y viralizar su causa con acciones que han mantenido a las autoridades y población de Gran Bretaña en la puntilla de los pies.

Just Stop Oil es una coalición que reclama al Gobierno del Reino Unido por nuevas políticas para parar las nuevas licencias y beneplácitos para la exploración y producción de combustibles fósiles en el país.

Según el reporte 'UK Environmental Account 2022' del Office for National Statistics del Reino Unido, en la nación más de la mitad de las emisiones de gases por el efecto invernadero son producidas por energía que utiliza combustibles fósiles, además se señala que solamente en 2020 en el país se utilizaron 170 millones de toneladas de petróleo para energía eléctrica donde el 78% venía de combustibles fósiles.

Respuesta desmesurada
Protestantes cerraron las calles como otra forma de descontento.

La causa que se viralizó por dañar el cuadro 'Las margaritas' de Van Gogh en una galería de Londres, sigue despertando polarización de opiniones. Solo la semana pasada, uno de los activistas de la organización se suspendió en medio del puente de Dartford a manera de protesta, lo que ocasionó un accidente automovilístico donde dos mujeres perdieron la vida. Además, las protestas han seguido de manera constante en diferentes puntos del país.

Just Stop Oil, por su parte, sustenta que todas las acciones que toman son parte de “la resistencia no violenta”, una táctica de protesta basada en la desobediencia civil que promueve el cambio político, social y cultural sin necesidad de emplear la violencia.

Sin embargo, aunque para la coalición amarrarse a porterías como solían hacer a inicios de abril, y suspenderse en medio de puentes es una simple respuesta a las estadísticas de daño ecológico que persisten por el uso de petróleo, sus acciones no han sido bien recibidas por medios internacionales, usuarios de internet e incluso líderes políticos.

Keir Starmer, líder del Partido Laborista del Reino Unido, ayer categorizó a los protestantes como arrogantes, y sus acciones como erradas.

Ayer en el Museo Madame Tussauds, donde Just Stop Oil siguió con su campaña.

“Creo que están errados, sus acciones son erradas. Tenemos que pensar en las imágenes que hemos visto de ambulancias sin poder pasar porque hay personas pegadas al pavimento, creo que es arrogante”, comentó el político en el programa de radio 'LBC News' de la cadena radial LBC.

Una causa justa

Pero los defensores de este movimiento social se sienten severamente comprometidos con el mismo y pretenden difundir su mensaje sin importar que se vean afectados en materia personal.

Kai, un chico de 21 años, que ejecutó la hazaña de esposarse a una portería en medio de un partido a inicios de este año como una de las acciones de denuncia social de Just Stop Oil, causó revuelo entre la fanaticada que se encontraba en el estadio, desatando la furia de muchos.

“Fue algo aterrador, pero exponer la verdad de la situación es mucho más importante que cómo me siento. Todos deben saber que seguir utilizando petróleo es condenar el futuro de mi generación a la desgracia. Si a la gente en el poder le importara, pararían las emisiones de petróleo e gas inmediatamente. Nada de lo que está pasando actualmente es justo y tiene que parar”, declaró el activista.

Además del escrutinio social que han recibido quienes apoyan esta causa, las autoridades de Gran Bretaña también han tomado acciones en cuanto a las personas que forman parte de estas protestas. Según declaraciones de la coalición, desde que su campaña empezó el 1 de abril de este año se ha arrestado a más de 1.800 militantes, y siete de ellos aún siguen en prisión.

Presión constante

A pesar de esto, Just Stop Oil no pretende parar de manifestar su descontento por los altos usos de combustibles fósiles en el Reino Unido y la inacción de las autoridades ante la situación.

El lunes, dos activistas se presentaron en el Museo Madame Tussauds para embarrar la cara del muñeco de cera del rey Carlos III de pastel de chocolate, mientras trataban de promover su causa con el público que también visitaba el museo.

Aunque no obtuvieron la respuesta que querían por parte de la audiencia y al final los asistentes fueron evacuados, no dejaron de esparcir su mensaje.

¿La nueva forma de protestar?

La viralización de las protestas de Just Stop Oil también ha inspirado a otros activistas europeos a tener el mismo modus operandi.

El domingo, dos protestantes en Alemania entraron a una galería para manchar una pintura de Monet con puré de papas licuado.

Similar a las declaraciones de Just Stop Oil, dentro de su discurso los alemanes señalaban que vivimos actualmente en una crisis medioambiental, pero las personas parecen tenerle más miedo a una sopa de tomate en una pintura. “¿Saben a qué le tengo miedo? Le tengo miedo a lo que nos dice la ciencia. No podremos alimentar a nuestras familias en 2050”, dijo una de las activistas después de ser obligada a salir junto a su compañero de manera forzosa.

Pareciera que se empieza a marcar una tendencia en cuanto acciones de causas sociales. Just Stop Oil, por su parte, pretende seguir luchando ante las emisiones de petróleo y otros combustibles fósiles en el Reino Unido.

Para hoy, el grupo de protestantes tiene como misión tomarse puntos estratégicos de Gran Bretaña, como las ciudades de Camberwell, Cambridge y New Cross en Londres. Y mañana planean protestar en la ciudad de Bristol.

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